Capítulo 6

1.7K 213 255
                                    

•Perspectiva de Egan• [Un año antes]

*Lo había pensado desde hace un buen tiempo, y para este punto llegué a la conclusión de que realmente ya nada me importa.

Quejarme de las cosas que me suceden es inútil, porque de igual manera todos piensan que no es para tanto ya que yo "lo tengo todo". Quizás sea cierto, en mi vida nunca he pasado hambre. Desde pequeño siempre tuve lo que quise en cuanto a material y caprichos se refiere, realmente por un tiempo estuve bien con eso. Mis padres no estuvieron nunca conmigo por lo que tenía bastante libertad.

Pero simplemente llegó un día en que miré a mi alrededor y no había nadie. Todas las cosas que pensé que me llenaban en realidad solo habían hecho un hueco más grande en mi interior que me fue agrietando día tras día.

Intenté aceptar la vida que me tocó, ya que siendo realistas mi situación no es peor que la de otras personas que están en circunstancias más difíciles; quise pensar que lo mío no era de mucha importancia. Pero no podía evitar pensar que nunca tuve ni siquiera un ápice de cariño real en toda mi vida.

Como dije; mis padres nunca estuvieron. Y eso se debió a que mi mamá falleció cuando yo era más joven, siendo una de las tantas amantes favoritas de mi padre, pero la única que logró darle un hijo varón.

Por lo que como heredero, quedaba solo yo. Y eso fue un gran problema para los demás.

Fui reconocido oficialmente por ese hombre que era el tipo más superficial y odioso que he conocido en mi vida, pero para mi fortuna a este le importaba más mantener sus riquezas que intentar arreglar las cosas con su hijo, así que tampoco se tomaba mucho tiempo para estar conmigo. Casi no lo veía.

En pocas palabras, los empleados y mi niñera fueron los que cuidaron de mí. También podía conformarme con eso, ya que al fin y al cabo, me trataban bien. Pensaba que lo hacían más allá de ser empleados de mi padre y que realmente sentían un aprecio por mí, aunque me equivoqué.

Pues no pasó mucho para descubrir que mi niñera, en quien más confiaba en ese momento, intentó asesinarme a pedido de una de las mujeres de mi padre. Tuve la dicha de ver el rostro de esa mujer mientras era esposada y llevada a la cárcel, no pude poner otra expresión que de la indiferencia.

Porque no estaba triste, sino más bien... decepcionado. Realmente había llegado a pensar que esa persona generó un cariño genuino hacia mí, aunque resultó ser que no.

Y así fue durante mucho tiempo.

Amistades, conocidos, familia, parejas... todos tenían ojos codiciosos y llenos de envidia hacia mí. Con solo escuchar sus venenosas palabras, llenas de segundas intenciones, me daban a entender que nada era sincero.

Siempre pretendían algo. Ya sea por mi dinero o apariencia.

Era como si estuviese totalmente solo en un altar elevado queriendo ser alcanzado por un sin fin de manos enrabiadas que pretendían tomarme y hacerme pedazos. O al menos así llegaba a sentirlo.

Solo. La soledad no me molestaba en lo absoluto pero odiaba la sensación de estar solo, sentirme vacío. Tanto que hasta ahora no recuerdo haber llorado ni una sola vez sin importar cuán miserable me sintiera por dentro. Solo podía encerrarme en mí mismo, ya que al fin y al cabo, tampoco es como si los demás se esforzarán en entenderme o conocerme.

Siempre me daban la razón, fingían ser amables y mis amigos para conseguir algo. No escuchaban mis palabras para valorar mi opinión, sino para dar una respuesta que quizás a mi me guste escuchar.

Realidad deseada [BakugoXOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora