Angélica miraba distraída su celular, revisando los distintos mensajes que le llegaban de algunos conocidos y amigos que le felicitaban por su cumpleaños. Ante todo el ajetreo que tuvo desde la mañana hasta esas horas, no había tenido tiempo de revisar su móvil.
Ahora mismo Egan conducía su auto para llevarla hasta su casa pues ya era bastante de noche y por supuesto el rubio al día siguiente tenía planeado trabajar y cumplir con su pesada agenda que había pausado para pasar el día con su pareja por su cumpleaños.
—Pronto llegará el cumpleaños de Mari —expresó el mayor refiriéndose a la hermana menor de Angélica mientras miraba su camino con una ligera sonrisa—. ¿Deberíamos empezar a planear algo?
—Oh, sí. Lo había estado pensando pero para este punto ya no sé que regalarle —bufó mostrando una sonrisa cansada mientras dejaba a un lado su teléfono—. Tú te aseguraste de darle todo lo que yo planeaba.
—Solo quería ayudarte, cariño —expresó animado—. Ya que mencionas que no sabes que regalarle, tengo una propuesta.
La morena alzó una ceja expectante ante la posible proposición de su pareja. Ella sabía muy bien que el rubio tenía la tendencia de querer llenar de regalos a los demás como muestra de su cariño, especialmente con ella y Mari, le gustaba consentir bastante a su hermana menor sabiendo lo importante que era para la morena.
Obvio este daba tanto regalos y muestras constantes de afecto a la mayor quien captaba gran parte de su atención, pero también, le gustaba cuidar de las cosas y personas que eran importantes para ella.
—¿Qué se te ocurre? —preguntó curiosa.
—Vamos a corea de visita.
—... ¿eh? —soltó la chica al quedarse pasmada por la propuesta del mayor, en cambio este, estaba de lo más normal posible.
—Tengo entendido que a tu hermana le gustan los grupos de k-pop, ¿no? Vamos allá para ver algunos conciertos —expresó con entusiasmo—. Ya que no estás trabajando y Mari está de vacaciones, no habrá mucho problema. Yo me encargo de los detalles del viaje —soltó refiriéndose de los permisos necesarios para poder salir del país.
—Pero... eso es muy caro y como dijiste, ahora no estoy trabajando. No creo poder ayudarte con los gastos —soltó preocupada.
—¿Eh? —dijo mirando con confusión a la morena, parpadeando varias veces de forma inconsciente—. Pago yo, no te preocupes.
—¿Y tu trabajo?
—Soy el jefe, puedo hacer lo que quiero —expresó altanero soltando algunas carcajadas dramáticas.
Angélica soltó un sonoro suspiro al sentirse rendida por la, a veces, actitud tan infantil de su pareja. Pero finalmente solo sonrió conmovida por los actos del contrario.
—Eres todo un caso, realmente...
—Soy tu caso —expresó a lo bajo antes de que frenara el andar de su auto al llegar frente al alquiler en donde la morena permanecía.
La chica había escuchado las palabras del chico pero había fingido que no, pues aquello la ponía nerviosa más que nada haciendo que no se le ocurriera nada para responder a ello. Ambos se despidieron como era debido y cuando Egan se aseguró de que la menor entrara por completo en su recinto, se retiró del lugar dejándola descansar.
En cuanto Angélica, al llegar, dejó todas sus cosas en su lugar y se tumbó en su cama momentáneamente para reunir fuerzas suficiente para ir a darse una ducha y finalmente dormirse. Al día siguiente planeaba dar inicio a su búsqueda de trabajo pues ya le quedaba poco tiempo para que llegue la fecha de pago por su estadía en el lugar. Tenía un montón de responsabilidades que no podía ignorar.
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Realidad deseada [BakugoXOc]
Fiksi PenggemarAngélica pasó sus días tratando de olvidar lo que creyó haber vivido junto a su amado Bakugo Katsuki, incluso teniendo que ir a terapia por ello. Ya siendo adulta, con pareja y una vida ya planteada, un dia se entera de que se puede ir a una realida...