Capítulo 11

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Lo único que podía escuchar era su lenta respiración que trataba de mantenerse estable debido a la pesadez que la humedad que le dificultaba aspirar el aire con normalidad. El dolor en sus tobillos era insoportable pero tampoco era capaz de hacer demasiado escándalo por ello debido a su falta de energía. No podía ver el estado de sus heridas al estar a oscuras pero suponía que mínimo estaban ya al borde de infectarse en ese momento.

Nunca había estado en una situación como tal y por mucho que en su imaginativa mente se había hecho escenarios similares en el pasado donde hubiera podido hacer mejor las cosas, la realidad era totalmente distinta. Estaba asustada, cansada y adolorida. No veía la hora en la que pudiera desaparecer de allí, ya sea a su mundo o estando con Katsuki, pero por más de que quisiera hacer algo, no podría gracias a las posibles sustancias que le ponían en su agua.

Había tratado de evitar tomarla desde la primera vez que tuvo síntomas de haber sido drogada. Pero de igual forma si no lo tomaba por su voluntad, la loca villana que extrañamente se ensañaba con la morena, venía a dárselo personalmente. Notó de repente que las luces de la celda se prendieron repentinamente y la muchacha solo pudo cerrar los ojos ligeramente para no sentir que sus pupilas se lastimaran demasiado. Aún estaba mareada pero sabía que si de repente alguien venía con ella, se trataba ni más ni menos que aquella villana a darle la droga o a golpearla un rato.

Y así era.

—Pero mírate ahora mismo, estás hecha un asco —soltó la fémina viendo desde arriba a la morena que se encontraba amordazada en el suelo—. De verdad no tienes aguante, eh. ¿Realmente debo tener tanto cuidado contigo, basura?

La mujer que sin piedad alguna, había puesto su pie por sobre los tobillos lastimados de la chica que pronto había soltado un grito ahogado a medida que la contraria iba aumentando lentamente la fuerza de su presión.

—Pero para mí suerte, hoy me dieron la libertad de usarte como quisiera. Osea que —dijo dejando de pisarla para ponerse de cuclillas, tomar el cabello oscuro de la morena y levantarla lo suficiente como para que pudiera mirarla—, puedo jugar verdaderamente contigo ahora.

Angélica comenzaba a ver borroso debido al subidón de dolor y cansancio que ya no le permitía percibir las cosas con mejor precisión e incluso la voz de aquella mujer se escuchaban realmente lejanas, haciéndole saber que posiblemente estará al borde de perder el conocimiento y lo agradeció pensando que estaba a punto de ser torturada hasta la muerte. No sabia si moriría realmente hasta en su otro mundo después de esto, pero lo cierto es que quería que todo finalmente acabe.

Un fuerte temblor hizo que la villana soltara a la morena que a penas se mantenía consciente. La mujer giró extrañada hacia el lugar en donde se encontraba su hermano sin saber por qué se había producido ese alboroto y por lo tanto, quiso acercarse un momento para tratar de averiguar qué estaba sucediendo. Pero antes de pudiera dar suficientes pasos como para llegar ahí, se produjo una explosión en una de las paredes del lugar dejando en ello un enorme agujero y el humo que inundó todo.

—¿¡Hermano!? —exclamó la chica confusa mientras se tapaba el rostro para protegerse de la reciente explosión y cuando la misma terminó junto al humo, pudo mirar mejor lo que estaba sucediendo— ¡Hermano!

Frente a sus ojos se encontraba un héroe y no era cualquiera. Era DynaMight.

El rubio explosivo que era conocido por su carácter tosco y fuerte quien era considerado uno de los mejores héroes de su generación se encontraba saliendo de ese agujero mientras en una de sus manos sostenía de los cabellos al otro villano que se encontraba siendo arrastrado en un estado de inconsciencia. La chica que se encontraba impactada al ver a su hermano en ese estado, quiso reaccionar para atacar al contrario pero finalmente no pudo lograr su objetivo ya que había quedado paralizada.

Realidad deseada [BakugoXOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora