Pisó con fuerza la espalda de aquel último delincuente que atrapó, haciendo que con ello el contrario chocara el rostro con fuerza contra el suelo mientras gruñia impotente ante el sometimiento que el rubio explosivo estaba ejerciendo sobre él. Pero ya no había nada que hacer, absolutamente todo su grupo fue molido a golpes hasta dejarlos inconscientes y solo quedaba él, siendo que no estaba muy lejos de perder la consciencia gracias a los brutales tratos del molesto rubio quien tenia una expresión realmente endemoniada en ese momento.
Y no era para menos, habían arruinado su cita con la chica que le gustaba. Por supuesto que estaba molesto y se estaba asegurando darles una especial atención a aquellos villanos que tanto habían estado jodiendo. Pero claro, su desquite no duraría demasiado ya que los oficiales pronto habían llegado a la escena y no podía mostrarse demasiado agresivo frente a las autoridades ya que eso finalmente solo le traería problemas.
Era ya un conocimiento por experiencia.
—Puede dejarnos a nuestro cargo, héroe —habló uno de los oficiales poniéndose a un lado de el rubio, sacando de la parte trasera de su uniforme unas esposas. El rubio miró a su alrededor asegurándose de que los otros oficiales tuvieran bajo control a los otros villanos y soltando un suspiro irritado, pateó por última vez al hombre que tenía contra el piso en un último arranque de molestia para finalmente quedar satisfecho ya que el mismo había quedado inconsciente con ese último golpe.
—Eso fue excesivo... —murmulló el policía nervioso, pero sin decir demasiado ya que tampoco quería provocar al ya enojado rubio que al terminar su trabajo, rápidamente sacó su teléfono de uno de sus bolsillo para marcar un número específico.
Él se había asegurado de conseguirle a Angélica un celular y un número que ella pudiera usar para comunicarse con él cada vez que esté tenía que trabajar o cuando la tenía que dejar sola en cualquier aspecto. Ignoró por completo las palabras del policía que quería platicar con él y marcó de inmediato para asegurarse de que ella estuviera bien, con el propósito de luego encontrarla.
Pero no llegaba la llamada.
El rubio gruñó a lo bajo sintiendo que su humor iba empeorando aún más por alguna razón y luego de tres llamadas más, perdió el quicio.
—¿Por qué carajos no contesta? —gruñó presionando su mandíbula con frustración y sin perder el tiempo su mirada se fijó en el policía que se encontraba levantando al villano para escoltarlo a el camión que los sacaría de la ciudad—. Oye, policía. ¿Los civiles que estaban presentes en la puta explosión del banco siguen por allí?
—Oh, seguramente sí. Algunos camaradas fueron hasta allí para tomar declaraciones y...
Ni siquiera esperó a que el contrario terminara la estúpida frase que ni siquiera le interesaba. Si es que los civiles se encontraban aún en ese lugar por declaraciones, era muy probable que la morena también permaneciera ahí como se lo había pedido. Sin miramientos usó su particularidad nuevamente para acelerar su trayecto, tratando de calmar la repentina ansiedad que estaba experimentando.
Era raro que la morena no le contestara las llamadas y no quería creer que ella se fue a su mundo sin más puesto que le había prometido que no se iría nuevamente como la ultima vez en donde lo había dejado profundamente alterado. Por otro lado, una de las razones podría ser que su celular se hubiera dañado producto del disturbio, lo cual hasta cierto punto lo hubiera dejado un poco más tranquilo.
Aunque esa tranquilidad no se podría asentar en su cuerpo hasta que él mismo corroborara de que ella estuviera a salvo.
Al llegar al último lugar en donde se habían visto, se dirigió finalmente en donde se encontraban todos los civiles, comenzó a buscar de forma apresurada entre la multitud hasta el punto en donde estuvo a punto de empezar a llamarla en voz alta para que ella, si se encontraba en un lugar cercano, pudiera encontrarlo. Pero su acción fue frenada ya que había escuchado algo que lo dejó helado.
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Realidad deseada [BakugoXOc]
FanfictionAngélica pasó sus días tratando de olvidar lo que creyó haber vivido junto a su amado Bakugo Katsuki, incluso teniendo que ir a terapia por ello. Ya siendo adulta, con pareja y una vida ya planteada, un dia se entera de que se puede ir a una realida...