Orgullo, Prejuicio y tu cruel sonrisa- Jeon Jungkook.

Ojos bonitos, mente perdida.

Jungkook aún estando de píe al frente de su familia entera viéndolo extraño. Tragó fuerte. Dio un paso hacía atrás y dijo;

-No lo sé -dijo francamente, miró hacia la nada.

-Hijo, deberías tomar tu desayuno.

Jungkook ignoró lo que dijo Heesa, se devolvió hacía su habitación, tomó su bolso en el cual llevaba libros para su universidad. En vez de llevar cuadernos y plumas, tintas, las dejó tiradas en la cama y en cambio tomó un sombrero para cubrirse del sol, una crema que había hecho su madre para cuando le picaron los mosquitos entre otras cosas más.

El chico con entusiasmo bajó nuevamente las escaleras. Vio que la familia estaba ahí sentada mientras charlaban entre ellos.

Jungkook tomó asiento y le sirvieron el desayuno.

-Jungkook, como pudiste ver. Lia está aquí. -dijo Heesa sonriente.

Jungkook con la boca llena de comida miró a su prima sentada al lado de su madre. Con el entrecejo ligeramente fruncida la miró por un largo rato mientras masticaba la comida. Asintió y secamente dijo;

-Sí, ya lo noté.

Junsee, soltó una risa burlona, no quería hacerlo pues Lia se puso mal, Heesa con vergüenza miró hacia abajo y Jungkook finalmente terminó de comer , se levantó y tomó un sorbo de jugo.

-¿Jungkook, a donde vas?. ¡hoy no te toca universidad? -le reclamó Heesa.

Jungkook no se detuvo ni para mirar atrás.

-¡Iré a pintar un poco por ahí! -le gritó estando casi a media sala, ya solo para irse de la casa.

Todos en la mesa se quedaron viendo, Jungkook era raro, todos sus hermanos lo sabían pero ahora estaba aún más raro, no quería estar en casa , no quería hablar con Heesa, ni con Junsee, tampoco con Ara, mucho menos con Taemin y ni de su padre hablamos. Pues el joven estaba pocos minutos en casa. Lia también sabía que Jungkook era un poco raro pero ahora lo desconocía.

-Vaya, parece que el pequeño se ha tomado bien todo lo que pasa. -dijo Taemin tomando una servilleta y llevándola a sus labios.

-¿Qué es lo que ha pasado?. -preguntó Lia.

-Jungkook... -dijo Heesa, pero se detuvo y decidió no decir ninguna palabra sobre el matrimonio-... está considerando estudiar en el extranjero.

-¿Qué? -dijo Lia , Junsee y Ara, sorprendidas.

Heesa las miró y ellas entendieron que se trataba de una mentira.

-¿Jungkook se irá? -dijo Lia.

-Señoritas , será mejor que todos vayamos hacer algo productivo -sugirió Taemin levantándose de su asiento.

Dejó en claro que no quería hablar más nada de lo que se trataba del extraño comportamiento de su hermano menor.

-Ara y yo iremos ayudar en la cocina -dijo Junsee de inmediato-. Lia , deberías acompañarnos para hacer mermelada de fresa.

Lia confundida aceptó y dejaron a Heesa sentada mientras un suspiro se escapaba de su pecho.

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Pero mientras por el de Jungkook. El chico se había llevado los pinceles y sus pinturas liquidas, sus hojas en blanco, se sentó en el pasto y empezó a pintar un lindo árbol que tenía flores rosa a su alrededor.