Orgullo, Prejuicio y tu cruel sonrisa- Jeon Jungkook.

una sombra llena de celos

Por otro lado se escuchaban los pasos de unas zapatillas finas entrando a la mansión Jeon, arrastrando su fino y delicado vestido. Lia vio que no había nadie en la entrada de la casa y al entrar a la sala vio que tampoco se encontraba nadie. Ni siquiera Heesa.

—¿Hola?  —dijo Lia viendo hacia todos lados y efectivamente no había nadie.

Lia se dirigió a la sala de lectura que prácticamente era una biblioteca donde Jungkook y Taemin frecuentaban. Pensando que podía encontrar a alguien de los Jeon o siquiera a su tío.

Mientras Lia se adentraba en la sala u biblioteca, veía los libros en las estanterías,  los que Jungkook y ella solían leer. En frente de Lia había una ventana que daba al jardín principal, fuente y rosales. A Lia le había parecido ver algo así que se aproximó y vio que justamente se encontraba su primo con una chica entre sus brazos, entre sus labios se encontraban los de ella. ¿Qué demonios?.

Lia sintió como su corazón se aceleró sin una explicación en su mente. Los veía desde tal punto. Sin que ellos se dieran cuenta. Pues estaba en la segunda planta de dicha casa. Y fue así como vio un rostro muy hermoso, el rostro de ella aunque ¿quién era ella?. Lia sintió tambalear, dio dos pasos hacia atrás aún incrédula, sin saber lo que habían visto sus ojos. Tapó su boca para no emitir ningún sonido. Dio la vuelta y se fue de ahí.

Y mientras que Jungkook se sentaba a tomar el café con Paulette vio como Jimin y Ara se acercaban, tenían una expresión un tanto traviesa en sus rostros y él ya sabía que todo eso lo habían hecho ellos dos.

—¿Están gustos? —preguntó Ara Hee sonriendo de una manera pícara.

—¿No necesitan algo? —preguntó Jimin.

Jungkook rió al igual que Paulette.

—Estamos muy bien, ahora solo necesito hablar con Jimin —jungkook miró a Jimin  de manera discreta— Paulette,  ¿puedes quedarte con mi hermana?.

Paulette sonrió y asintió..

Jungkook y Jimin se fueron hacia una esquina del jardín. Jungkook parecía un poco preocupado por la situación aunque no era para menos, debía planear como mantener el asunto de la boda en secreto.

—¿Dime querido amigo? —dijo Jimin tan amable.

—Te diré que gracias y que ahora tienes que ayudarme de ahora en adelante, tienes que ayudarme a ocultar lo de..

—¿La boda?. —dijo Jimin.

Jungkook tragó saliva y asintió.

—Tranquilo,  le dije que era la boda de tú hermana Ara y que tú querías prepararle y encargarte de esta parte importante de la boda —dijo jimin sonando un experto en la mentira.

Jungkook sintió escalofríos y por un momento lo dudó.

—Tranquilo Jungkook, Paulette no tendrá que saberlo todo, re cuerda que está aquí como tu "empleada" , y perdón pero recuerda eso, disfrútalo mientras sea posible.

Jimin dio dos pasos hacia atrás y volvió con Ara. Jungkook volteó a ver a su hermana y a su amigo, Jimin tomó a Ara de la cintura como si de una pareja se tratara.  Jimin miró a Jungkook en ese instante y le guiñó el ojo, haciendo ver que solo era un papel de actuación que estaba haciendo.

Jungkook tomó aire y recordó,  no tiene que saberlo todo.

Se relajó fue hasta donde ellos tres estaban.
Jungkook se veía normal, a la vista de cualquier persona que no supiera en la red de mentiras en la que ahora se encontraba.

—¡Oh! Jungkook ¿qué dices si incluimos más claveles blancos? Escuché que significan pureza.

Jungkook se sentía un tanto nervioso pero siguió en lo suyo.