Naranja, clavo de olor y canela

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La noche caía, anunciando que estaba por terminar un día normal en la preparatoria Karasuno. Para ser exactos, eran cerca de las siete de la noche de un viernes. Yachi y Kiyoko ya se habían retirado a sus casas al igual que algunos de los integrantes del equipo, el profesor Takeda estaba faltando esa semana por un resfrío y Ukai se encontraba en la tienda, pero sabían que podían ir por él si necesitaban algo. Al ver la hora, Daichi había mandado empezar a limpiar, así que todos lo estaban haciendo.

De pronto, Asahi percibió con su desarrolladísimo olfato de alfa una efímera pero dulce esencia a naranja con clavo de olor y canela. Razonó y creyó que era perfume... en un principio, pero no... ¿A quién pertenecía ese olor que lo estaba embriagando? En la habitación dónde estaban solo había dos omegas: Hinata y Suga; y ese olor no era de ninguno de ellos. El de Hinata era como de mandarina con ¿menta? Y el de Suga era como chocolate amargo con vainilla... ¡Basta! Se reprendió a sí mismo negando con la cabeza. Estaba empezando a divagar demasiado por algo sin mucha importancia. Asahi volvió a sacudir la cabeza "seguro que es de alguien que pasa cerca de aquí" pensó. Era mejor seguir limpiando antes de que Daichi se molestara...

De pronto la esencia se hizo ligeramente más fuerte... ¿O los sentidos de Asahi se hacían más sensibles? Nadie más lo había notado y eso que uno de los dos alfas que estaban ahí era muy territorial. En eso sucedió un fenómeno por demás extraño en los alfas: Asahi entró en celo. En los omegas era como un periodo, sucedía cada tres meses y por eso tomaban supresores... pero en los alfas... eso no ocurría. Había detonadores como un aumento repentino en la testosterona por una falla en hipófisis o un desorden hormonal, una reacción del cuerpo para dejar descendencia por un inminente peligro o que su pareja entrara en celo y para ayudarla también lo hiciera. Descartó la primera porque... ¿no? Nunca había tenido desórdenes hormonales ni problemas de salud; la segunda porque no había ningún peligro; y la tercera porque él estaba solo, solín, solito.

Sin embargo él quería aparearse con el omega que había estado oliendo y comenzó a soltar feromonas inconscientemente. Ni bien el olor se empezó a esparcir los otros dos alfas se acercaron a sus respectivas parejas, al parecer las feromonas de Asahi eran muy fuertes... y cómo no, si Asahi no lo estaba controlando, él nunca las había usado a propósito para imponer respeto o infligir temor y esta vez que se habían descontrolado totalmente. Las feromonas de olor a roble y miel simplemente salían y salían.

Sin mediar palabra todos miraron para los lados y asintieron. Daichi caminó hasta Suga para impregnarlo de su aroma, al igual que kageyama hizo con Hinata antes de salir del gimnasio. Las feromonas eran tan fuertes que inclusive los betas las podían sentir. Yamaguchi salió corriendo a la tienda de Ukai para avisarle y que les explicara qué se podía hacer mientras que los otros tres betas trataban de calmar al alfa. Ellos se acercaron despacio, conscientes de que en estos momentos Asahi no era el mismo de siempre.

Tsuki: Cálmate Asahi... no sé qué mierda pasó pero cálmate que me quiero ir a casa.

Tanaka: Bro, solo respira, ya llega el entrenador...

Asahi: Chicos aléjense – De algún modo la voz de Asahi estaba muy ronca – No sé qué me pasa y si me descontrolo no aguantaría saber que les he hecho daño cuando regrese a mí modo usual.

Noya: ¡Ni pienses que te voy a dejar así! – Dijo Noya acercándose más rápido – Asahi-san...

Asahi: LARGO – Era el grito de un alfa, la presión en el aire cambió. Tanaka y Tsuki retrocedieron por impulso pero Noya no lo hizo.

- "¡Qué huevos!" – pensó Tanaka al ver que su mejor amigo no retrocedía ante el alfa –

Asahi: ¡FUERA! NO QUIERO HACERLES DAÑO – Otro grito, el rubio y el rapado retrocedieron nuevamente mientras que el pequeño libero avanzó un paso más adelante – Noya de verdad... más tú que nadie debe alejarse... ya no me voy a poder controlar... estoy en mi límite. Yuu ¿Sabes cuánto te quiero?

Noya: Azumane... yo... también –

Los otros dos betas presentes no entendían nada. Asahi estaba en celo ¿No serían los omegas los que deberían estar fuera del rango de alcance y alejarse del alfa? Noya era un beta. Eso dijeron todos los resultados de los estudios para saber su género secundario. Los betas no se transformaban en omegas ¿Verdad? Se miraron mutuamente sin entender nada hasta que algo los sacó de su transe.

Son uno para el otro - AsanoyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora