Rezar para que Noya no quede preñado

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Asahi gruñó. Él estaba sentado en una banca sudando profusamente, y con una gran y notable erección. Las feromonas que soltaba eran demasiado fuertes... y Noya ¿Noya? Noya estaba de rodillas ya a menos de un metro y seguía acercándose de a pocos a la estrella del grupo.

Noya: Asahi-san... te duele ahí...- dijo mirando sin discreción alguna hacia la entrepierna de Asahi – A mí... también me está empezando a doler... pero el vientre... - La voz de Noya había cambiado. Estaba mucho más aguda, como la de una chica ¡Cómo la de un omega en celo! – Ah...Asahi-san... me siento raro... todo mi cuerpo quema... y me duele... y solo quiero estar más... - Un olor muy dulce y cítrico llenó el ambiente.

Los betas se miraron al notar este nuevo olor ¡NOYA ESTABA EN CELO Y ERA OMEGA! Si ellos que eran betas podían olerlo, entonces los otros ya debían saberlo para este momento.

Tanaka: Bro, no te acerques a Asahi... - Noya hizo caso omiso y siguió acercándose - tenemos que sacarlo de aquí... ¡Tsukichima ayúdame! – Se iba a acercar pero la presencia de Asahi se hizo más fuerte...

Asahi se paró y tomó al omega en brazos quien inmediatamente se acurrucó en el pecho del alfa e inhaló con deleite las feromonas – Mío – dijo mirando a los dos betas – ¡LÁRGUENSE! – Ese grito había sido diferente a los anteriores, ese les había hecho temblar las piernas y obedecer al instante.

Cuando salieron vieron a Hinata y Kageyama abrazados, ambos soltando feromonas para tapar un poco las de quienes se habían quedado en el gimnasio. Mientras Daichi tenía a Suga también abrazado intentando, inútilmente, tranquilizarlo.

Daichi: Suga... cálmate. Noya va a estar bien...

En eso se escuchó un estruendo y un gran gemido de Noya. Suga puso una cara de espanto.

Suga: ¡Mi niño! - Lloraba en el hombro de Daichi...

Se retiraron un poco más del lugar... Tsukishima, procesando lo que acababa de pasar: un alfa puede tener un celo, un beta se puede transformar en un omega, Asahi estaba follando con Noya en el gimnasio, en el gimnasio que practicaría vóley el lunes... Tanaka, sin creerse que su amigo hubiera cambiado de beta a omega; Hinata y Kageyama esparciendo feromonas para que la enorme cantidad de los dos en celo no afectara mucho al otro; Daichi y Suga hacían lo mismo que la anterior pareja, pero además Suga lloraba como si de verdad Noya fuese su hijo. En eso se encontraron con el entrenador Ukai que venía corriendo.

Miró a todos y suspiró rendido... las feromonas que soltaba Asahi y Noya eran demasiado fuertes. En parte estaba aliviado de que fuera viernes y de noche. ¡Qué hubiera pasado si esos dos entraban en celo en pleno día! Afortunadamente eran escasos los que se acercarían a ese lugar a esas horas y nadie iría a la escuela en los siguientes dos días. Lo que daba el tiempo suficiente para que el olor se disipara y para que esos dos resolvieran las cosas. Mas, en ese momento no habría nada por hacer... salvo rezar para que Noya no quedara preñado... claro.

No podría entrar así quisiera, y si lo hacía iba a tener que enfrentarse a Asahi, quien, por razones obvias le iba a ganar y seguirse apareando con el omega... eso y que ver a sus estudiantes teniendo sexo era algo que no quería ni imaginar... en parte entendía porque Suga lloraba. Era el más grande y corpulento de toda la escuela con el más pequeño del equipo...

Ukai: Chicos, será lo mejor que nadie además de nosotros sepa lo que ha pasado...

Hinata: ¿Pero qué fue lo que pasó? No entiendo nada... ¿Qué pasará con Noya-sempai?

Suga: Sensei... cree... cree... que mi niño... digo Noya... pueda caminar para el lunes... cree que... quede preñado... WAAAA...

Ukai: Suga... cálmate...

Suga: ¡CÓMO QUIERE QUE ME CALME! WAAAAAA, snit, snit, WAAAA mi hijito... el más pequeño... waaa... snit...

Son uno para el otro - AsanoyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora