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Sábado

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Sábado. Joder, ni siquiera sé porque tuve que cambiar mis planes para hacer una reunión con los simios esos.

Solté un suspiro. Acababa de terminar de ducharme, así que tuve que vestirme de una manera un poco casual, debido a que tendría entrenamiento con los espermas accidentales. Un shorts de mezclilla y una blusa negra con unas imágenes de las caricaturas que salen en los Simpson, el gato y el ratón. Demonios, se me olvidó su nombre.

En fin, me hice una coleta alta y apliqué un poco de maquillaje en mi cara, no me quería ver tan demacrada, porque ayer en la noche había llorado un poco, cosa que no dejó buenos resultados por la mañana. Pero no hay nada que un poco de maquillaje no pueda cubrir.

Me coloqué mis Vans y bajé a la sala, le había comentado a mi madre sobre las visitas del equipo de de fútbol americano, al cual sabe que estoy ayudando con sus entrenamientos, ella me dijo que estaba bien, que iría a tomar un café con sus amigas. Cosas de mujeres adultas.

Miré la hora, faltaban como veinte minutos para que los simios sin cerebro llegaran. Así que no dude en salir de casa, entrar al jardín de mi vecina, antes de tocar su puerta y esperar a que me abriera. Y así fue.

—Jennie, un gusto de mirarte nuevamente — me miró de forma sería, de arriba a abajo, escaneandome. Jennie, era mi vecina, tiene mi edad, ella es independiente, también porque bueno...sus padres viven en Daegu, ella se vino a terminar sus estudios aquí. Al menos eso fue lo que me dijo mi mamá la otra vez.

—¿Necesitas algo? Estoy ocupada — sip, ella me gustaría para amiga, lastima que sea muy amargada y no tenga tiempo para hacer desorden.

—Quería saber si había alguna forma de qué, bueno, me prestarás a tus dos Pitbulls, porque...

—¿Para qué quieres a galleta y a mermelada? — preguntó, interrumpiendome.

—Verás, soy entrenadora de unos simios idiotas y bueno, hoy estaremos viendo el tema del cardio, por lo que sé y he visto, tus perros no atacan agresivamente, sólo corren detrás de las personas y las tiran, pero no muerden. Eres una buena domando a los perros — le sonreí falsamente, ví como sonreía de lado.

Sí, lo estoy logrando.

—Si te los prestó...¿Puedo acompañarte y grabar? — perfecto, la declaró mi amiga.

—Claro que sí, pero deberás pasarme ese vídeo — ella sonrió ampliamente y asintió.

Minutos más tarde, ya me encontraba con Jennie, los perros y los pitbulls. Miré a los idiotas que estaban frente a mí, formando una línea. Habíamos ido a una cancha, la cual, estaba solitaria, ya qué a esta hora no hay jugadores que quisieran estar aquí y menos en un fin de semana. Yo tampoco quería estar aquí, pero no hay de otra.

—Oigan — llamé su atención, mirándome con aburrimiento, mientras que Jeon no había quitado esa mirada de asesino desde que llegó. —¿Qué tal son en el cardio?

Todos abrieron sus ojos sorprendidos, para después mirar a Jennie, quitarles la correa a sus perros y empezar a correr hacia ellos, claramente, ellos no se quedaron parados ahí y salieron corriendo como si no hubiera un mañana.

Pude ver a Jackson gritar como niña, mientras trataba de escapar del perro. Mientras que el otro pitbull, iba detrás de Jungkook y Jinyoung, que se habían ido por el mismo lado.

Tomé mi estómago con fuerza y me eché a reír, mientras que Jennie grababa y también se moría de risa.

Dios, esto es tan divertido.

Horas después, miré a los simios frente a mí. Cabe recalcar que las cosas no salieron como quería y bueno....los perros rasgaron un poco de su ropa, ahora parecían unos jodidos pordioseros.

—Bueno...al parecer no son tan buenos en el cardio — dije, aguantando las ganas de echarme a reír.

Claramente, uno de ellos no soporto la broma y se levantó, encarandome. Vaya, tienes agallas, Jeon.

—Estoy harto de esto, Lalisa, así que hasta aquí llegó. Renunció al equipo, puedes quedarte con mi puesto. Me largó — se dió la vuelta y empezó a caminar con zancadas. Miré tranquilamente su espalda, hasta que hablé.

—Sería una pena mostrarles al equipo contrario que te haz rendido ante el mando de una chica. Que humillante, ¿No crees? — él detuvo sus pasos y se quedó quieto, dándome la espalda. —Gané, así qué, regresa tu jodido trasero aquí y enfrenta el verdadero entrenamiento como un hombre, porque eso se supone que eres, ¿No? Un maldito hombre.

Él dudo un poco, pero terminó regresando y señalando hacía mí, con su dedo índice.

—Si ganamos en éste partido, dejas de entrenarnos y de joderme, ¿Estamos? — negué.

—Si ustedes ganan y aprueban sus materias con más de ocho, dejaré de entrenarlos, no aceptaré la invitación de unirme a su equipo como tampoco volveré a hablarles, ¿Aceptas? — él alzo su ceja y asintió.

—Trato hecho.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

»Touchdown ✔️ [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora