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—¿Qué mierda se supone que son? — exclamé al abrir la puerta y encontrarme a Jungkook, Jackson y a un pelirrojo

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—¿Qué mierda se supone que son? — exclamé al abrir la puerta y encontrarme a Jungkook, Jackson y a un pelirrojo.

—Soy un criminal, él es un monje maldito y él es un pirata — sonrieron.

—Pues para mí, no lo son, ¿Saben cómo los veo yo? — pregunté, cosa que le dió un poco de risa a Jungkook, ah, el idiota ya sabía que iba a tirar una idiotez.

—¿Qué somos, entonces?

—Un drogadicto, una mosca y un perro — el pelirrojo hizo una mueca.

—Pero no soy un perro.

—Y además sarnoso, que bonito — fingí una sonrisa.

—Ni siquiera me conoces y ya me insultas — contestó, yo lo miré y sonreí nuevamente con falsedad.

—Es para que te vayas acostumbrando.

—Ah, ya vámonos a la mierda — me giré en mis talones y miré a mi madre que estaba hablando por teléfono.

—Ya me voy — avisé, ella asintió.

—Está bien, cielo, cuídate mucho, oh, ¿Cómo dices? Claro, tu padre te manda un saludo — rodé los ojos.

—No es mi padre y dile que mi dedo corazón también lo saluda. Vámonos — ella sólo rodó los ojos y me apresuré en salir.

Empezamos a caminar hacia la acera y Jungkook me miró de arriba a abajo.

—¿De qué se supone que es tu disfraz? — frunció el entrecejo.

—De puta — hice que Jackson y el pelirrojo rieran a carcajada limpia.

—Oye, conozco a putas y tú no vienes vestida como una — declaró y rodé los ojos. —No traes alguna prenda que revelé tus aposentos, ni siquiera un top que me dejé ver a tus amiguitas — lo miré con aburrimiento.

—Esas son prostitutas, imbécil — gruñí. —Además, creí que ya habíamos hablado sobre que la forma de vestirse de la mujer no la hace una puta.

—De acuerdo, de acuerdo, no me golpees. Pero hablando en serio, ¿De qué vienes disfrazada?

Solté un suspiro y me detuve un momento, me giré a verlo.

—De agente del FBI, ¿Feliz? — volví a retomar la caminata y ellos también, evitando que me perdieran el pasó.

—Entonces, tú eres la policía que me busca, ya que soy un criminal — alzó repetidas veces sus cejas, tratando de verse coqueto.

—No te buscaría ni por muy necesitada que este, idiota — los otros dos se echaron a reír. —Por cierto, ¿A dónde demonios estamos yendo?

—Cierto, la casa de HoSeok queda hacia el otro lado.

—Váyanse a la mierda.

Casi una hora después, logramos llegar a la casa del primo de Jungkook, el tal HoSeok, quien resultó ser el pelirrojo con disfraz de perro. Al entrar, la casa me pareció una gran mansión, pero lo que más me gustó, fue como la decoraron, para ser honesta nunca había asistido a este tipo de fiesta y al ser mi primera vez, es muy genial. El primo de Jungkook realmente tiene estilo.

»Touchdown ✔️ [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora