»Touchdown ✔️ [ Lizkook ]

🏈; 015

—¡Jungkook, pasa la maldita pelota! ¡Pásala a Mark! — grité de emoción cuando ambos lograron hacer un Touchdown. —¡Eso, joder! ¡Así se hace!

Tomé asiento en la banca, sintiéndome bastante cansada de gritar como loca histérica toda la tarde. Llevaba casi tres horas entrenando a los simios, ya era hora de un pequeño descanso.

—¿Otra ronda? — escuché a HyunJin gritar.

—Tomemos un descanso antes de continuar — ellos asintieron, se pasaron la pelota hasta dejarla en manos de Jackson, quien la dejó en el centro y empezaron a trotar hacia mí y sus mochilas. —Tomen agua y reponganse — dije. Ellos hicieron eso, empezaron a tomar agua y tomaron asiento en el césped.

—¿Cómo ha estado, entrenadora? — miré a Jackson y a Bobby.

—Mucho mejor que ustedes, simios.

Ellos rieron.

Mi teléfono sonó avisando de un nuevo mensaje. Lo tomé y entré a mensajería.

Mamá ✨

Cielo, después de entrenar ven a casa, te tengo una sorpresa.

05:21 pm.         Visto ✓✓

Fruncí el entrecejo. Yo que sepa, mamá nunca cocina a menos que sea algo realmente importante y si fuera eso, me hubiera dicho que había hecho una cena especial y me diría el motivo de eso, pero no. Extrañó.

—Chicos, tengo que llegar a casa temprano. Pueden continuar entrenando la táctica que les mostré, tengo que irme — tomé mi megáfono, mi bolso deportivo, me levanté y empecé a caminar hacia la reja, dónde estaba la salida, pero escuché a Jungkook hablar.

—¡Oye, entrenadora! — me detuve y me giré hacia él. —Mañana iremos a una feria, ¿Quieres ir?

Mi cerebro se desconectó por un momento, me sentí encerrada y con falta de aire. Negué rápidamente con la cabeza, caminé aún más rápido. Salí del instituto y emprendí un caminó rápido hacia casa.

Al llegar, abrí la puerta y entré.

—¡Mamá, estoy en casa! — arrojé las llaves hacia la mesa. —¿Para qué querías que viniera tem...prano? — miré a un hombre salir de la cocina, mi madre lo seguía. Mi mirada cayó en él, mi rostro se volvió serio y duro, mientras que mi mamá, sonreía. —¿Qué hace este hombre aquí?

—¡Lisa! No le hables así a tu pa...

—¡Él no es mi padre! — grité, perdiendo los estribos.

—Cielo, yo...

—¡No, no me llames así, tú no eres mi padre y nunca lo serás! — lo señalé, él quiso dar un paso hacia mí, pero retrocedí. —No lo quiero volver a ver en mi vida.

Retrocedí antes de salir rápidamente de casa. Comencé a correr sin rumbo fijo, mis ojos ardían, sentí un enorme nudo en mi garganta, traté de tomar aire, pero sólo logré agitarme más. Me detuve en una esquina, justo antes de cruzar con el semáforo en verde.

Miré hacia atrás, como si aquel hombre me estuviera siguiendo, cerré los ojos con fuerza y tomé aire, tratando de tranquilizarme por el ataque de pánico que estaba a punto de sufrir. Estiré mi brazo y detuve a un taxi, me subí,  no dude en darle la dirección del estudio de tatuajes.

El taxi empezó a conducir, llevándome al estudio de tatuajes. Al llegar, se detuvo en la entrada del callejón, pagué y empecé a caminar con rapidez. Al entrar al callejón, me sentí un poco más segura, caminé hasta la tienda de tatuajes, entre, llamando la atención de los que estaban ahí.

—Lisa, que bueno qué...¿Estás bien? — todos me miraron preocupados, caminé con rapidez hasta Kunpimook y lo abracé con fuerza, escondiendo mi rostro en su pecho, él también me abrazó, empezó a caminar conmigo hacia su estudio, una vez que entramos, cerró la puerta y yo me separé de él. —Bien, dime qué pasó.

Limpié las lágrimas que bajaban por mis mejillas de manera espontánea.

—É-Él... — él frunció el entrecejo, tomé aire y traté de calmarme un poco para decirle con claridad las cosas. —Él regreso.

Al decir eso, él abrió los ojos sorprendidos y no dudo en volverme a abrazar con fuerza.

—Tranquila. Prometo que no va a acercarse a tí, lo prometo.

Asentí y lo abracé más.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨