- No me dejes, por favor.
Sus ojos tristes y apagados hacen que vuelva a sentarme junto a ella y la cobijo lo suficiente para que su temperatura termine de regularse.
El doctor se ha ido y ha dejado instrucciones de cuidados. Debe beber líquidos en demasía, descansar y tomar vitaminas un par de días.
Mark cree que solamente fue una ingesta excesiva y en corto tiempo de alcohol, quizás bebió demasiado y su cuerpo no logró procesarlo.
Estaba ebria pero enferma, he visto a amigos borrachos (incluso yo he estado ebrio un par de veces) y no habían llegado a estar a un grado como este.
Mi mente me sigue diciendo que quizás Harry o alguno de sus amigos puso algo más en su bebida, pero dejo de pensarlo para no preocuparme más. No puedo hacer nada con lo que ha sucedido pero puedo ayudarla.
Acaricio su frente para sentir su calor corporal.
- ¿Cómo te sientes?
Intento hablar en tono suave y reconfortante.
- Creo que mejor, la cabeza me da vueltas y tengo mucho frío. Me siento mareada pero mejor que hace un rato. ¿Puedo saber la hora?
Miro mi reloj de muñeca.
- Son las 5 de la mañana.
- ¿Qué? ¿No has dormido desde entonces?
Intenta sentarse en la cama y la tomo por lo hombros. Su rostro se arruga de dolor y veo que ha perdido el equilibrio.
- No lo necesito. Necesito que tú descanses.
- Me siento muy culpable por esto. Es mi culpa, bebí demasiado y no supe controlarme. ¿Por que siempre me rescatas? No es tu deber, ni tu obligación.
Su pregunta me sorprende.
- ¿Porqué tendría alguna razón para dejarte sufrir? Mientras esté en mi poder, jamás dejaré de cuidar de tí. Eres importante.
Me mira fijamente.
- ¿Puedes recostarte conmigo?
Levanta las cobijas y me hace un espacio.
Me quito los zapatos y entro en la cama, su cuerpo se siente mucho más tibio que hace rato. Recuesta su cabeza sobre mi pecho e intenta respirar con tranquilidad.
En un par de minutos se queda completamente dormida y planeo hacer lo mismo. Abrazo su cuerpo con fuerza y la siento delgada, suave y caliente. Si fuera en otro momento quizás mi mente hubiera volado hacia rumbos más oscuros y esto no terminaría con los dos simplemente durmiendo, pero está tan débil y enferma que se me estruja el corazón de verla sufrir.
Sin saber cómo, me quedo dormido con ella en brazos.Colette POV
Despierto con un dolor de cabeza excesivo y me duele todo el cuerpo.
Intento moverme para salir de la cama pero un brazo fuerte y obviamente masculino me abraza por la cintura, y lo que creí que era una almohada es el pecho suave pero fuerte de Andrew.
De repente todo lo sucedido anoche viene a mi cabeza y quiero gritar de dolor y humillación.
Me siento enferma y cansada, todo mi cuerpo está pegajoso por la alta fiebre que tenía y noto que no llevo puesta mi ropa interior. Tengo una playera gigantesca y un par de boxers que por mi tamaño parecen shorts. ¿Andrew me desnudó y cambió mi ropa? La vergüenza incrementa a un grado exponencial. Recuerdo fragmentos de la noche anterior y comienzo a hilar la situación. Recuerdo haber bebido varías copas y bailado como nunca lo había hecho, también recuerdo bailar con Harry la mayor parte de la noche. Harry ebrio besándome, yo varias veces empujándolo, él intentando bailar más cerca de mí, yo sintiéndome muy desconectada de todo y marcando el número de Andrew, él besándome afuera del club, yo lo volví a empujar e intenté que dejara de tocarme, un hombre peleando con Harry, el auto cómodo de Andrew, una cama muy cómoda, un doctor revisándome, yo sintiéndome enferma, Andrew preocupado por mi salud, yo pidiéndole que no me deje y fin.
Todo eso en una noche.
Me remuevo debajo de su cuerpo porque necesito ponerme de pie pero en el intento lo despierto.
-Colette cariño, ¿estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Te sientes mal?
Se levanta y se sienta en la cama con su rostro cansado por dormir muy poco esta noche.
-No, estoy bien. Es solo que necesito ponerme de pie.
Bajo los pies e intento mantener el equilibrio en ambas piernas pero mis fuerzas fallan y regreso de centón a la cama.
- Déjame ayudarte.
Me toma de la cintura con mucho cuidado para ponerme en pie y sostiene mis manos mientras doy unos pasos.
- Lo siento, parezco niña pequeña aprendiendo a caminar.
- Sigues enferma y necesitas ayuda. Déjame ser quien te la dé.
Me dirijo al baño y suelto sus manos para poder caminar por mi misma.
Mientras hago mis necesidades me pregunto por qué ha sido Andrew tan amable. No merece los problemas que le causo la mayor parte del tiempo, ni tiene el deber de ayudarme en cada pormenor en el que me encuentro.
Al mirarme al espejo mi propio reflejo me avergüenza. Mi rostro con todo el maquillaje corrido hace que me vea como un panda muy delgado y enfermo. Doy lastima.
Cuando salgo del baño comienzo a buscar cómo puedo mi ropa con la mera intención de irme a casa y no causar más molestias.
- ¿A donde crees que vas?
Andrew me toma por la mano. Su rostro demuestra confusión y desconcierto.
- Muchísimas gracias por todo lo que hiciste anoche por mí, Andrew. Pero debo irme a casa, ya he sido una molestia durante toda la noche. Hazme el favor de enviarme el recibo del médico a casa para que lo pueda pagar y...
-¿No te sientes cómoda conmigo?
Ahora su expresión es de un hombre herido. Tanto ha hecho por mi y ahora piensa que no quiero estar con él. Claro que quiero.
-No es eso. Simplemente no quiero importunarte por más tiempo. Haz sido más que amable conmigo y solo causo problemas.
Dejo de buscar la ropa y lo observo parado con un rostro indescifrable. Se ve cansado, tiene el pelo sin arreglar y me doy cuenta de sus bonitos rizos. Sus ojos tienen nos sombras oscuras debajo y se que no ha dormido casi nada.
- No eres ninguna molestia, no importunas. Quiero asegurarme de tu bienestar todo el tiempo...
-¿Pero a Margarette no le molesta?
Recuerdo rápidamente que en ningún momento hubo pistas o señales de Margarette en la casa, ni siquiera estuvo para molestarse que dormí abrazada a su esposo con su ropa interior, sin sostén y con una playera suya. Veo la habitación y agrego que dormí quizás en su propia cama.
- Ella no importa en estos momentos. No se encuentra en casa y no tiene porqué enterarse de todo esto.
Adivinó mis pensamientos.
- Eres muy bueno conmigo. Demasiado bueno.
- Tú lo eres conmigo por igual. Déjame ayudarte, por favor.
Me mira a los ojos y creo por completo sus palabras. Me quedo parada y mi imagen junto con la ropa gigantesca hacen que parezca una niña indefensa. No lo soy, no soy una niña. Soy una adulta que se dejará ayudar por que realmente lo necesita y doblegará su orgullo.
-Está bien.
-Regresa a la cama por favor. Te traeré algo de desayunar.
Se va de allá habitación y me quedo a solas. Regreso y me recuesto en la cama tal y como me pidió, pero me distraigo observando el cuarto a plena luz del día. El reloj de la mesita de noche marcan las 9:40am. No ha dormido mucho, y aún así tiene fuerzas y energía para atenderme.
Me concentro en la noche anterior y recapitulo todo una y otra y otra vez. Estoy segura que mis bebidas tenían algo. Puedo apostarlo.
No quiero pensar que Harry lo haya hecho al propósito pero una parte de mi así lo piensa. Prefiero dormir un poco más ya que el esfuerzo de ir al baño ocupó mis pocas energías.
Duermo casi inmediatamente.Estoy muy agradecida por todo el apoyo que le han dado a mi historia, jamás pensé que pudiera tener más de 10 lectores pero aquí estamos. Intentaré publicar más seguido para que puedan seguir leyendo mis raros escritos.
Gracias infinitas 🧡

ESTÁS LEYENDO
Sobre todas las cosas.
Romance¿Tan escandaloso es un romance con diferencias de edades? ¿Porque no pueden aceptar el hecho de que alguien puede amar a una persona que incluso le dobla la edad? ¿O viceversa? ¿Cómo evitar tener sentimientos por alguien que no debes? ¿Acaso esto no...