Sobre todas las cosas.

Cap.14

El zumbido incesante de mi teléfono hace que me de la vuelta en la cama y mire la pantalla de mi móvil en la mesita de noche. El nombre de Colette hace que me desperece por completo y respondo a la llamada antes de que finalice.
- ¿Colette? ¿Que pasa? ¿Estás bien?
Me preocupo inmediatamente. Ella no suele llamarme tan tarde.
- Hola, perdón por la hora. Pero ¿Podrías venir por mi por favor?
Su voz suena lejana y en el fondo un ruido de música y voces hace que me dé una idea.
- ¿Dónde estás? ¿Estás bien?
- No recuerdo cómo se llama el lugar, es un club en Knightsbridge. Es del padre de Harry. ¿Vendrás?
La súplica se entreteje con preocupación.
- ¿Está contigo? Llegó en 15.
No necesito la respuesta por que se que está con el. Termino la llamada y me apresuro a vestirme con lo que encuentro cerca. Unos jeans y un suéter es lo que me pongo.
Bajo corriendo las escaleras y tomo las llaves del auto.
Harry. Es el culpable de todo, incluso antes de que Colette me cuente que es lo que sucedió puedo estar seguro que él está envuelto en este asunto.
Googleo los clubes nocturnos en Knightsbridge y me topo con el que creo que es en donde está ella. Sensations es un club nuevo y de moda en la zona, tiene toda la pinta de ser de la familia de Harry. Es presuntuoso, ruidoso y extremadamente llamativo.
Pongo el GPS y me exaspero cuando veo el tiempo que debo hacer para llegar: 30 minutos sin tráfico.
Veo rápidamente en dónde se encuentra el lugar y piso el acelerador. De algo debe servir un deportivo a mitad de la noche.
Me desconcierta la molestia que siento, normalmente no me enfadaría que Colette me llame para pedir un favor, ni siquiera a la una de la mañana, no es eso. Me enfada que esté con él, y me preocupa que es lo que planee hacer con ella.
Aprieto el volante mientras zigzagueo algunos de los autos que me encuentro, e incluso ignoro un par de semáforos. Necesito comprobar que se encuentra bien.
Sé, por el modo de su voz en la llamada, que está ebria, no sé cuánto pero lo está.
En 15 minutos exactos me encuentro buscándola con la mirada en el club abarrotado, la busco en la entrada o en la fila, sin mencionar en los grupos de jóvenes que están fumando fuera del lugar.
Al no verla por ningún lado, estaciono el automóvil frente a la puerta de entrada e ignoro al gorila que vigila la puerta, el hombre no me lleva mucha altura y sus músculos no me intimidan. Lo fulmino con la mirada y busco por todos lados, no quiero entrar ya que si algún alumno me ve dentro, tendré varios problemas con la universidad.
Rápidamente echo un vistazo a los alrededores y veo un callejóncito anexo al club. Asomo la cabeza y veo a una pareja besandose sobre la pared opuesta a la salida de emergencia. Más bien, el hombre está besando a la mujer sin que ella parezca disfrutarlo.
Estoy a punto de dejarlos y entrar al local cuando diviso su bolso. Un pequeño y usado bolso que siempre lleva Colette es lo que hace que apriete los puños a los costados y corra en su dirección para arrancarlo de ella.
Apenas y acercarme escucho unos débiles "no" que salen de su bonita boca.
La tiene arrinconada entre la pared y su cuerpo, y una mano busca descaradamente entre sus piernas.
El coraje sube por mi garganta y sin pensarlo dos veces lo tomo por el cuello y lo lanzo al suelo.
Está borracho y cae de espaldas sin poner objeción y se limita a gritar de dolor y sorpresa. Mi mente se nubla por la furia y me inclino a levantarlo. Sin importar que la gente se ha acercado a mirar el escándalo, lo sujeto por el cuello de la camisa y lo levanto con todas mis fuerzas hasta que no lo veo tocar el suelo y se encuentra a la altura de mi ojos.
- ¿¡Que demonios te sucede!?
Me grita perplejo.
- ¿¡Que demonios te sucede a ti!? ¿Planeabas violarla, imbécil ?
Grito en su rostro y durante unos segundos me observa con estupefacción y miedo. Estos se ven aplazados por el reconocimiento y la sorpresa.
-¡Pero si eres tú! ¡No lo puedo creer! ¡Suéltame maldito idiota si no quieres ser despedido mañana a primera hora!
Intenta soltarse pero lo aferro con más fuerza.
- Vuelve a hablarme de esa manera y te juro que tú bonito rostro estará irreconocible.
La voz me sale más ronca y baja de lo que pretendo y él se queda quieto.
Ha entendido el punto.
- ¿Acaso eres tan estúpido como para hacer eso? ¡Atrévete a decir una sola palabra y te denunciaré por acoso e intento de violación!
Lo vuelvo a lanzar al suelo con todas mis fuerzas. Se queda callado porque ha entendido por completo mis amenazas.
Giro y corro por Colette que ha caído al suelo.
Por dios, no me perdonaría haber llegado cinco minutos después.
La encuentro sobre el suelo junto con sus cosas, la tomo con suavidad y la cargo hacia el auto.
- No la he obligado a nada. Lo juró. Nos estábamos divirtiendo.
Se apresura a aclarar Harry, al parecer el miedo se ha apoderado de él al verla casi inconsciente.
-¡No te quiero ver cerca de ella nunca más! ¿Me oyes? ¡No volverás a poner tus manos sobre ella!
Se ha puesto de pie y yo la he acomodado en el asiento del copiloto.
- ¿Quien te crees que eres? ¿Su padre? ¿O acaso estás tan enfermo como para enamorarte de ella? ¡Puede ser tu hija!
- ¡A ti no te importa que es lo que me creo de ella! Te he advertido lo que te haría y no dudaré en cumplirlo.
Subo al auto y arranco. Piso el acelerador con demasiada fuerza y las llantas hacen un chirrido que déjà marcada la acera.
La gente observa como dejo aquel lugar del infierno y me sumerjo en la ciudad.
- Colette, cariño.
La llamo suavemente y la veo removerse en el asiento.
- No, no. Debo irme.
Susurra débilmente y se me parte el corazón. Acaricio su mejilla y cabello con cariño.
- Tranquila, estás a salvo. Te llevaré al hospital y estarás mejor...
- ¡No! Por favor no me lleves a un hospital, llévame a casa. Llévame contigo.
No abre los ojos pero la súplica en su voz hace que haga caso a su petición y manejo directamente a mi casa.
En tiempo record llegamos y la subo cargando por las escaleras hasta mi habitación.
Me preocupa que pierda el conocimiento y me mantengo hablándole.
- No duermas, cariño. Quédate despierta por favor.
La depósito con cuidado sobre mi cama y dejo sus cosas a un lado.
No sé que ha ingerido o que es lo que le ha pasado pero sé que debo llamar a un doctor.
Me lanzó a mi teléfono y marco a Mark, un amigo mío que puede venir a estás horas.
-¿Mark?
- Andrew ¿Qué sucede? ¿Están todos bien?
- Necesito que vengas de inmediato.
- ¿Acaso es Margarette?
- No, es alguien más. Pero necesito que la veas, me tiene muy preocupado.
- Voy en camino.
- Muchas gracias Mark.
Cuelgo y me enfoco en ella.
Tiene el maquillaje corrido y las mejillas encendidas; toco su rostro para comprobar su temperatura y está ardiendo.
Le quito los zapatos y los acomodo a un lado de la cama.
Busco en mi ropa algo que le pueda poner y encuentro una playera y un par de boxer que le quedarán gigantes.
- Colette ¿Crees que puedes cambiarte sola?
Comenzar a balbucear algo incomprensible y me quedo seguro de que no puede ni levantar un pie.
Dudo en quitarle la ropa y cambiarla por mi cuenta, pero la preocupación me gana y lo hago.
Al quitarle el vestido me doy cuenta que no trae ropa interior. Lo más probable es que no uso brasier ya que su escote lo ameritaba, pero al bajarle el vestido noto rasguños sobre sus caderas, en dónde se supone que irían sus bragas.
La rabia corre por mis venas a mil por hora, el maldito imbécil de Harry le arrancó las bragas.
Me apresuro a dejarla completamente desnuda y ponerle la ropa. No me detengo más de la cuenta sobre su cuerpo, en estos momentos es lo que menos me interesa hacer. Me interesa que mejore.
La dejo lista y acomodo su cabello para después bajar rápidamente y buscarle un vaso de agua.
Observo su rostro y me frustro. ¿Cómo alguien quisiera hacerle daño a una mujer así, a un angel como ella?
Con mi ropa puesta se ve tan pequeña, tan frágil y tan herida.
La envuelvo en mis brazos y acaricio su cabello.
Le beso la frente y susurro palabras tranquilizadoras en su oído. Quiero tenerla así y no soltarla hasta saber que está bien.