Amor a primera vista (PAUSADO)

Primer ensayo-Capítulo 5

Llegué a mi casa y no le conté a mis padres lo sucedido hoy, creo que no haría falta, ya cuando haga la exposición no me tendrán que suspender y seguiré siendo normal, sin tener que ir a casa de David.
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Ya era sábado y no me acordaba de lo que tenía que hacer, literalmente esté día siempre me quedo en casa y veo una película con mis amigos. Pero intento pararme a buscar una ropa fresca, con este calor que hay hoy en día es muy difícil andar vestidas como súper modelo. Entro al baño y salgo, mientras pienso en cómo le diré a mis padres que me voy a pasar el día en casa de un chico haciendo un trabajo porque casí me suspenden... pienso demasiado, si, tal vez no les digo nada y miento con que me voy a ir para casa de Lexi, yes, buen pretexto para no decirles la verdad. Me siento incomoda, siempre le cuento todo a mis padres, se siente raro tener que ocultarle algo tan difícil para mi, evidentemente aún no lo supero.
Me pongo unos jeans y una blusa corta azul, combina con mis ojos. Soy rubia, tengo el pelo largo, digamos que desde chica lo tengo por de bajo de los hombros. Mis ojos son azules, piel blanca y sin adicciones.
Me miro en el espejo y pienso que desayunar, mmm nada, seguro David me espera con algo rico en la mesa, evidentemente no se puede trabajar sin nada en el estómago.
Bajo y le explico a mis padres lo que iba hacer por fin, quedarme el día entero con Lexi, de shopping por las calles preciosas que tiene nuestra ciudad.
Saliendo por la puerta enciendo mi móvil y le envío un mensaje:

NATALIA -Si mis padres te preguntan diles que me fui contigo el día entero, no creo que sospechen, cofian en mi, pero de todas maneras ya sabes. Marca cómo leído pero no responde, aprovecho para cruzar el puente y seguir camino a su cabaña.
No hay nadie el camino, hasta llego ha sentir miedo, ¿Porqué vive tan alejado de la ciudad?, si estudia en el mismo colegio que yo.

NATALIA -Al fin, la encontré. Iba a entrar hasta que escucho unos gritos adentro, no puedo definir bien la voz, pero parecía de mujer. Me escondo detrás de un arbusto y espero a que se valla.
NATALIA -¡Mierda!..Grito desesperada por una araña que tenía en el pies. Al parecer no me escucharon pero podía haber sido peor.
NATALIA -Salió, al fin...
Espero unos segundos y toco a la puerta.
DAVID -¿Quién es?.
No respondo, para tomarle una broma.
DAVID -Sino me dices no voy a abrir la puerta.
NATALIA -Soy yo, Natalia, vengo para lo de la exposición.

Al segundo veo que habre la puerta, no tenía rasguños ni nada, pero, ¿porqué le gritaba esa señora?.
Me mira de arriba abajo de una forma vacilante, me olvidaba que traía una blusa corta, así que cojo una chamarra que traía en la mochila por si hacía frio.
Aclaro la garganta y digo.

NATALIA -No me vas a invitar a pasar.
DAVID -Si claro, pasa, no tengas miedo, piensa que estás en tu hogar, sana y salva.
NATALIA -Muy bien, te espero aquí sentada mientras buscas la lapicera y los libros,¿Si?
DAVID -No, como crees, pasa y siéntate en la cama, el piso está sucio y allá tendremos más aire.
NATALIA -Vale, como quieras.
Como es posible que una persona no tenga sillas en su casa, ¿será que no vive aquí y no se atreve a mostrarme su verdadero hogar?. Da lo mismo, en fin de cuenta no iba a cambiar su decisión, paso y me siento a esperar.
Lo veo que regresa con la mochila y unas botellas.
NATALIA -Oh, lo siento pero no tomo.
DAVID -No tranquila, es agua, la guardo aquí para que no se caliente. Me dice ofreciéndome una con su mano derecha.
NATALIA -Perdón, si claro, tengo un poco de sed.

¿Asustada?...Si y mucho, no por nada sino porque nunca he estado en un lugar fuera de mi ciudad. No quería decírselo por pena y arruinar su momento perfecto de estudio.
Empezamos y cada vez que decía algo importante para el trabajo me miraba, no lo paraba de hacer, era muy incómodo. Acabamos y me despide en la puerta, con un beso en el cachete, aclaro mi garganta y digo:
NATALIA -Muchas gracias por las atenciones, seguimos en contacto para lo del trabajo, bye.
DAVID -Adiós, cuidate.
Me dice levantando su mano. De la misma manera que cuando nos conocimos.

Al fin, estaba loca por salir de ahí, mucho miedo se mostraba en mis ojos al verlo tan cerca.
Va a ser un trabajo muy difícil, digamos que demaciado. Pero al menos es mejor que suspender la asignatura. No fue nada bonito este sábado a como lo son los demás. Espero acabar pronto y no tener que volverlo a ver más.
De un chico mal educado a pasado a ser mi mayor miedo.