Marca.

Secretos del Corazón.

Yibo abrió sus ojos debido a la claridad que golpeaba sus párpados, ya era de mañana, el sol se había elevado en el firmamento bañando con sus potentes rayos la tierra.

Estiró su cuerpo para despejar la pesadez y frotó sus ojos para alejar la somnolencia, se había quedado dormido en el gran sofá, después de lo sucedido con Xiao Zhan se quedó allí sumergido en sus pensamientos hasta que cayó rendido.

Caminó por la casa arrastrando sus pies, nuevamente en el comedor algunos alimentos esperaban por el delicadamente cubiertos, les dio una mirada para luego darse la vuelta y caminar hacia su habitación. Se detuvo por un momento y dudo sólo uno segundos antes de girar el pomo.

La puerta de abrió y se dio cuenta que aquel lugar estaba completamente solo, no había rastro alguno de la persona que lo había ocupado la noche anterior, era más que claro que este se había marchado ya.

De pronto en sonido proveniente de la entrada llamó su atención, Yibo caminó hacia ella sacando la conclusión al respecto de quien se trataba y preparándose para echarlo de regreso, pero una vez que la puerta se abrió Yibo fue sorprendido ya que allí no estaba la persona que imaginaba.

- Buenos días.- Kenta sonrió.

- Buenos días.- Yibo no salía de su asombro.

- ¿Llego en mal momento?

- No...- Se hizo a un lado.- Por favor pasa.

- En realidad no tomaré mucho de tu tiempo.- Pasó por su lado.- Yu'er y yo vinimos para reunión con uno de los proveedores, será en una hora, así que aproveché para traerte estos papeles los cuales necesito que firmes.

- Lamento mucho dejarlos con todo el trabajo.- Yibo tomó los papeles y caminó hacia la estancia.

- Eres el jefe ¿Por qué te disculpas?.- Kenta sonrió.

- Las fiestas se acercan por lo que estoy pensando cerrar y darles vacaciones.

- Los chicos se pondrán felices...- Kenta observó el desayuno sobre la mesa.- Si en verdad vas a cerrar creo que voy a aprovechar para irme a Japón para pasar las fiestas con mis padres.

- Siempre pasábamos las fiestas juntos.- Yibo levantó la mirada.

- Esta vez quiero ir con mis padres.- Kenta sonrió.- Mamá me ha estado reclamando que los tengo olvidados.

- Entiendo.- Firmó los papeles.-. Listo.

- Bien...- Los tomó.- Creo que es mejor regresar ya sabes como es Yu'er si lo dejan esperando.

- Kenta.

- ¿Si?

- ¿Estás bien?

- Estoy muy bien.- Dibujó una gran sonrisa.- ¿Tu estás bien?

- Lo estoy...

- Eso es bueno.- Asintió.

- ¿Tomarías algo antes de marcharte?

- Es que...- Observó su reloj.

- Solo será un momento.

- Bien...- Sonrió.- Está bien.

Después de que Yibo tomó una ducha se sentó junto a Kenta en la estancia, platicaron de algunas cosas, poniéndose al día con cosas del trabajo, cosas de la vida cotidiana y uno que otros detalles, ambos platicaban de forma normal, como si nada hubiera ocurrido entre ellos dos.

Se habían vuelto a ver después de un tiempo y después de que ambos habían decidido tomar sus propios caminos, aunque la vibra se sentía un tanto diferente no había incomodidad, habían pasado por tantas cosas juntas, habían sido compañeros inseparables por lo que para ellos estar uno junto al otro sin importar la situación era algo que se daba de forma natural.