Seguridad.

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Xiao Zhan caminaba arrastrando sus pasos mientras frotaba sus ojos, había sido sacado de sus sueños debido a las voces y los pasos que iban y venían dentro de su hogar.

Por cuanto tiempo había dormido, aunque sus ojos seguían estando pesados su cuerpo se sentía completamente relajado. Recuerda haber llegado a casa después de su encuentro con Cain y haberse quedado dormido mientras pensaba en las cosas que este le había dicho, al parecer había caído en el letargo sin darse cuenta.

- Mi amor...- Xiao Rong abrazó a su hijo.- ¿Ya te sientes mejor?

- Mamá...- Zhan estaba un tanto confundido.- ¿Que hora es?

- Ya es pasado el medio día.- Le sonrió a su hijo.- ¿Tienes hambre?

- ¿Medio día?.- Zhan se sorprendió.

- Tu almuerzo está listo.

- Tío...- Lei sostenía un equipaje.- ¿Este también?

- Si.- Sonrió.- Gracias bebé.

- ¿Vas a algún lado?.- Zhan cuestionó a su madre.

- ¿Yo?...no...- Sonrió.- Ese equipaje es el tuyo.

- ¿Mío?.- Zhan parpadeó.

- Ya despertaste...

Zhan se quedó viendo a Wang Yibo quién recién ingresaba por la entrada principal, ya se había vuelto habitual ver a Yibo allí en su hogar aún así Zhan no dejaba de agitarse o sentir cierta emoción a verlo aparecer.

Para él era algo inexplicable, no podía describir la avalancha de emociones que le provocaba ver aparecer a aquel alfa frente a él, quizás era por el enlace, quizás porque se trataba de dos seres destinados o simplemente era porque aquel hombre de expresión seria y serena había robado por completo su corazón.

- ¿Ya te sientes mejor?.- Yibo cuestionó.

- ¿Por qué todos preguntan lo mismo?.- Zhan se sentia curioso.

- Cariño...- Acarició la mejilla de su hijo.- Estuviste en cama durante dos días.

- ¿Que?.- Zhan se agitó.

- Tuviste una fiebre muy alta.- Palpo suevemente la frente de su hijo.- Pero gracias al cielo ya pasó.

- ¿Fiebre?.- Zhan parpadeó.

- Ya esta todo listo.- Yibo se dirigió a Xiao Rong.

- Cariño, será mejor que vayas tomes un baño y te vistas.- Indicó a su hijo.

- Aún no me has dicho a dónde iré.

- Vendrás conmigo.- Yibo contestó.

- ¿A dónde?.- Zhan cuestionó.

- Vendrás a casa conmigo.

- ¿Que?.- Zhan se tensó.

- Te quedarás en mi casa, la recaída que tuviste fue debido a la falta de mis feromonas, no es suficiente la dosis que estás recibiendo solo con mi ropa...

- ¡No!.- Zhan interrumpió.- De ninguna manera.

- Cariño.- Xiao Rong se preocupó.

- No iré a ningún lado.- Le dio una mirada a Yibo.- Mucho menos a tu casa.-Retrocedio.

- Zhan...

- ¡Ya dije que no!...- Se dio la vuelta y se marchó a su habitación.

- Sabía que esto sucedería.- Xiao Rong negó.- Mi hijo no quiere forzar la situación, no quiere forzarte a que te quedes a su lado solo por los bebés, te dije que no aceptaría.

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