Lluvia.

2.2K 407 285
                                    













Wang Yibo dibujó una gran sonrisa con la cual saludó al personal de su negocio, todos giraron la mirada y con entusiasmo y alegría saludaron a su jefe el cual había estado ausente por un tiempo.

El lugar estaba animado, todos saludaban y platicaban con el jefe mientras este se paseaba observando alguno que otro trabajo realizado mientras daba su visto bueno.

Había ido a la ciudad a visitar a sus padres por lo que le pareció bien darse una vuelta por su local para ver cómo iban las cosas, sabía que todo estaba en orden aún así quiso ir ya que extrañaba aquel lugar.

Mientras platicaba con sus empleados y compañeros levantó la mirada y observó a la persona que descendía del segundo piso sosteniendo un abrigo, habían pasado varios días desde que había visto a su mejor amigo.

- Kenta...- Yibo caminó hacia el.

- Yibo...- Kenta sonrió con suavidad.- Que bueno que vengas a visitar.

- ¿Vas a algún lado?

- Si, debo ir a resolver unos asuntos personales.

- ¿Sucedió algo?

- Nada...- Sonrió.- Todo está bien.

- Kenta...

- Ya debo irme, lamento no poder acompañarte.

- Espera...- Lo tomó del brazo.- ¿Tomarías un café conmigo?

- En verdad no tengo tiempo ahora.- Se soltó de su agarre.- Debo irme o será tarde.

- ¿En verdad no tienes tiempo?

- No...- Sonrió.- Lo siento, será para otra ocasión.- Palmeo con suavidad el hombro de Yibo.- Fue un gusto verte.- Se alejó a toda prisa.

- Jefe...- Uno de los chicos se acercó.

- ¿Cuántas veces tengo que decirles que no me llamen jefe?

- Lo siento...Yibo ¿Puedo hablarte por un momento?

- Claro ¿Que sucede?..

- Creo que deberías de hablar con Kenta, últimamente no ha parado de trabajar, se está sobre esforzando demasiado, tengo la sospecha de que incluso duerme poco y temo que en algún punto colapse.

- ¿Desde cuando ha estado así?

- Desde que regresó.

- Entiendo...

Wang Yibo conocía a la perfección a Kenta, sabía muy bien que solía adoptar este tipo de comportamientos cuando se sentía enojado o cuando algo le perturbaba, desde chicos había visto como su mejor amigo se refugiaba en actividades que lo mantuvieran ocupado para evitar ser consumido por los pensamientos o para evitar explotar.

Kenta era una persona de poco hablar, solía guardarse muchas cosas, en especial los sentimientos, prefería mantenerlos para sí mismo que gritarlos al viento, llorar, quejarse, gritar, muy pocas veces pudo ver este tipo de comportamientos en su mejor amigo ya que este era un tanto hermético en ese aspecto.

Kenta era una persona que detestaba molestar a los demás con sus quejas o inconformidades, siempre guardando para sí lo que tenía dentro de su corazón.

Yibo sabía que su mejor amigo estaba enojado con él y lo entendía, también sabía que lo mejor era dejar que su enojo se aplacara porque no importaba que tanto insistiera si Kenta seguía enojado no habría persona que pudiera lograr hacerlo cambiar, incluso si esa persona era su mejor amigo.

Marca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora