La renuencia del Omega.

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La suit presidencial del Hotel Moon aquella noche era escenario de una lasciva y ardiente situación, bajo la tenue luz, copas de champagne a medio terminar, el rastro de vestimentas rasgadas y entre sabanas de satén negras dos personas daban rienda suelta a sus instintos más bajos.

Entre un toque de lasciva y perversión estas dos personas se entregaban sin miramiento y sin la mínima pizca de delicadeza, eran dos bestias hambrientas saciando su deseo.

El joven de pelo largo y gris trataba de imponerse ante aquel joven de pelo negro el cual llevaba las riendas de la situación, manejando todo a su antojo y deseo, entre jadeos, gemidos, gruñidos y sabanas mojadas libraban una batalla por obtener el control.

En un arranque de emoción el joven de pelo gris abría sus labios de los cuales un par de blancos caninos poco a poco afloraban mientras se dirigían a su objetivo, aquella blanca, desnuda y sudorosa nuca, estaba a punto de cerrar su mandíbula cuando la persona bajo el reaccionó reaccionó con tal agilidad que logró enviar su cuerpo fuera de la enorme cama.

- ¿Que crees que haces?.- Zhan gruñó.

- Yo solo...- Cain sonrió.

- ¿Tu solo que?.- Se puso de pie sobre la cama.- ¿No te lo dije ya?.- Saltó sobre el y sostuvo su cuello.- No tienes permitido marcarme.- Gruñó.

- ¿Por qué no?.- Sonrió.- Eres mi pareja desde hace 6 años.- Soy tu alfa y tu eres mi omega...el único.

- Sabes muy bien que odio eso.- Lo empujó.- No me interesa estar atado a nadie.- Se levantó.

- Dices que me quieres aún así no quieres que te marque.- Se levantó.- No quieres formar nuestro vínculo.

- ¿Acaso para estar con la persona a quien quiero es necesario formar un vínculo?.- Le lanzó una bata de baño.- Ridículo.

- Zhan...

- ¿Ahora que?.- Rodó los ojos.

- Entonces...solo marcame.

- ¿Que?...

- Si, solo marcame.- Se acercó.- No me importa estar atado a ti.

- No digas estupideces.- Negó.

- No me quieres marcar en cambio marcaste a ese maldito pura sangre.

- ¿De nuevo?.- Sonrió con enojo.- ¿Vamos a caer en lo mismo de nuevo? ¿Por qué diablos te enojas?

- ¡Me enojo porque mi omega marcó a otro maldito alfa en lugar de a mi!.- Tiró de su cintura con agresividad.

- ¿Tu omega?.- Sonrió con enojo.- ¿Acaso soy un maldito objeto?.- Lo empujó.- No le pertenezco a nadie, solo a mi mismo.

- ¡Maldita sea!.- Tomó una silla y la estampó en el suelo.- ¡Maldita sea!

- Si vas a empezar a actuar como un maldito psicótico mejor largate.

- ¡Tu!.- Cain gruñó.

- ¿Que?.- Zhan arqueo una ceja.

- Será mejor que me largue.- Tomó su ropa y caminó hacia la salida.

- Buen viaje.- Se tumbó en la cama.- ¿Crees que por qué me fascinas tengo que soportar toda tu mierda?.- Susurró y luego levantó su dedo de en medio.- Vete al carajo.- Pataleo.- ¡Maldita sea! ¡Puto Cain! Extropeaste mi noche.

Un grupo de chicas que regresaban de la disco aquella noche y caminaban alegremente entre risas y bromas por los pasillos del hotel quedaron atónitas con un sorpresivo espectáculo que se suscitó frente a ellas.

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