Marca.

Sentimientos en Libertad.

- Joven maestro creo que la mejor opción hubiera sido que se quedara en casa de sus padres.

- No es necesario.- Yibo observaba el paisaje nocturno por la ventana del coche.

- Sus padres estaban muy preocupados.

- Solo fue algo momentaneo ¿No lo dijo ya el doctor? Fue a causa de la fatiga y del estrés.

- Si me permite...- Xu Feng hizo una pausa.- No creo que sea a causa de su agotamiento.- Apretó el volante.- Usted sabe muy bien a lo que me refiero.

- Lo sé...- Yibo suspiró.

- Perdone mi atrevimiento, se que no soy nadie para inmiscuirme en sus asuntos pero...creo que lo mejor sería que le cuente a sus padres sobre el enlace.

- No tienes que disculparte.- Yibo dirigió su mirada hacia Xu Feng.- Te veo como a un hermano mayor por lo que nada de lo que me digas resultará ofensivo, entiendo lo que estás diciendo y de hecho...- Dirigió su mirada de nuevo hacia la ventana.- Estoy pensando en decirles la verdad.

- ¿Entonces por qué no lo hizo hoy? Le recuerdo que su madre es muy perceptivo, tarde o temprano se dará cuenta por si mismo.

- Solo quiero hacer algo primero.- Yibo tomó su móvil y tecleo un número.- Una vez que lo resuelva hablaré con mis padres...- Se quedó esperando que contestará.

- Ya estamos aquí.- Xu Feng detuvo el coche.

- Gracias por haberme regresado a casa.- Yibo descendió.- Mañana iré a la ciudad para seguir buscando a Kenta.

- No tiene que preocuparse, sus padres me están ayudando en eso, por favor descanse.

- ¿Crees que voy a descansar cuando mi mejor amigo anda perdido por ahí? Solo descansaré cuando lo encuentre...- Sonrió.- Ahora regresa, tu también descansa, mañana podemos continuar la búsqueda.

- Por favor descanse.

- Tu también.

Era tarde en la noche cuando Yibo había regresado a casa, había logrado convenser a sus padres de que le permitieran regresar, después del sobresalto que habían vivido tras lo que le ocurrió ninguno de sus padres quería dejarlo solo.

Su cabeza estaba a punto de estallar, tenía tantas cosas en ella que no sabía por dónde empezar, por un lado estaba la desaparición de Kenta, por otro estaba el hecho de que cada día se hacía más que difícil ocultarle a sus padres la verdad sobre su enlace con Zhan y por otro lado estaba la situación que se daba entre él y Zhan la cual debía ser aclarada antes de que los malos entendidos descontrolaran las cosas.

Se tumbó en el sofa mientras observaba la pantalla de su móvil 87 llamadas había efectuado desde que habló con Xiao Zhan la última vez, 87 veces en las que no contestó, a ese punto Yibo empezaba a sentirse un tanto curioso pero sobre todo impaciente al ver que aquel que siempre lo perseguia de repente había desaparecido de la nada.

El sonido incesante del timbre provocó que saltara del sofá con rapidez, bajó su mirada a su reloj, observó la hora y se preguntó quien podría ser, luego recordando a aquel en quien había estado pensado dedujo que este era quien tocaba con insistencia por lo que caminó despacio hacía la puerta, apretando sus puños y tratando de llenarse de valor, pero en el instante en que abrió la puerta y vio la expresión de la persona que estaba del otro lado sintió que su corazón se volvía pesado.

- ¿Usted?...

- Lo siento...- Xiao Rong tenía los ojos enrojecidos.- Lamento mucho venir a estas horas pero no tenía como contactarte.