No recuerdo nada...

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-Que marcas-dije sin querer dejar de besarlo.
Pero fue cuando comprendi todo, me había besado con Marcelo la noche anterior, y después nos fuimos a su departamento ya de ahí en adelante mis recuerdos eran lúcidos.
-Estas, coño-me apunto a mi escote y a mí pecho-Con quien estuviste Mariana-me dijo casi que gritando.
-A ver calmate si, estuve con Marcelo-
-Entonces el es el responsable de que vengas todas moreteada y llena de chupetes-
-No se que desirte, no me acuerdo de nada, solo recuerdo que fuimos a tomarnos unas copas, yo me emborrache y el me beso, ya no recuerdo más nada-me senté en la esquina de la cama-Y hoy amanecí desnuda en su departamento-
-Que estás diciendo Mariana, te entregaste a ese estúpido, como pudiste mujer, como-gritaba, lanzaba cosas al suelo y yo lloraba, lloraba con fuerza.
-Y tu, a ver, explícame tu también como te pudiste acostar con Sofía, yo sí tengo una buena excusa, estaba borracha carajo, se aprovechó de mi, no te parece que si hubiera estado en mis 5 sentidos no hubiera hecho una estupidez tan grande como haberme acostado con el-grite con lágrimas en mis ojos.
-No te voy a reclamar nada a ti, si tú no tienes la culpa, la culpa la tiene el y ahora mismo me va a escuchar-salio disparado de la habitación.
-Por favor no, César-grite fuerte pero fue en vano el se había ido.
En la oficina...
-Sofia ya llegó Marcelo-
-No señor, todavía no-
-Dame la dirección de su casa es urgente-
Tomo la dirección de Marcelo y se fue hasta su casa, al llegar no tiro la puerta de una patada por milagro, cuando Marcelo abrió la puerta estaba en bóxer y César lo confirmo todo, le golpeó tan fuerte que callo al piso.
-Eres un cabron, como te pudiste aprovechar de mi mujer, esto no te lo voy a perdonar nunca-
Seguía golpeandolo tan fuerte que le saco sangre de la nariz y de la boca.
Cuando llego a la casa yo estaba acostada en la habitación con mi pijama puesto, no podía seguir en esta situación, iba hablar con el, pedirle que recuperaramos nuestra relación y si no funcionaba, divorciarnos.
Entre en su habitación.
-Cesar quiero que hablemos-
-Tengo que ir a la ofina-
Se estaba poniendo el pantalón y la camisa estaba desabrochada.
-Tu de aquí no sales hasta que hablemos está claro, ven déjame ayudarte-
Le comencé a abrochar la camisa mientras yo hablaba.
-Te quieres divorciar-le pregunté con la voz entrecortada y varias lágrimas callendo de mis ojos.
-Mariana, mírame-me levanto por la barbilla y fijo su mirada con la mía-Yo se que fallamos los dos, yo por dejarme llevar y tú por haber tomado, pero yo te amo, no me quiero separ de ti porque tú eres la única mujer de mi vida, quiero seguir contigo hasta que me muera-poso sus manos en mi cintura y yo dejé de desabrocharle la camisa para unirnos en un beso suave y con calma.
Nos seguimos besando hasta que estos subieron de tono, ya sus manos estaban en mis nalgas y las mías desachochando todos los botones que acababa de abrochar.
-Quiero que recuperemos nuestra relación, que vuelvas a nuestra recama, y que me hagas en amor allí todos los días-desia entre besos y caricias de César.
-Estas segura que quieres todo eso-
-Muy segura, es más quiero que me hagas el amor encima del tocador ahora mismo-
Me cargo y yo enrrolle mis piernas en sus caderas y cuando me iba a sentar encima del tocador yo lo frene dejándolo de besar.
-No, aquí no, vamos a nuestra habitación-
Salimos de allí y entre tantos tropezones llegamos a nuestra habitación, ahora sí me sentó encima del tocador y yo bajé su pantalón y el se acomodo entre mis piernas pasando sus manos desde mis muslos hasta mis nalgas.
-No sabes cómo te extrañaba-
-Ya lo sé, ahhh-gemi cuando toco mi clítoris.
-Cesar, ohhh dios-
Gemi cuando tomo uno de mis cenos en su boca y pelliscaba el otro con sus dedos.
Los dejo rojos de tanto chuparlos y fue bajando por todo mi abdomen hasta que llegó a mi monte de Venus, me bajo el tanga y rozó su lengua en el, era delicioso sentirlo después de varios meses sin tenerlo así para mi, comenzó a dejar mordidas entre mis labios internos y adentro un dedo, yo solo me dedicaba a sentir, tenía los ojos cerrados, la cabeza pegada al espejo y mis manos en su cabeza apretándolo más en mi clítoris.
Me vine deliciosamente en su cara, ahhh fue maravilloso.
-Ahora me vas a llevar a la cama y me vas hacer tuya alli-pase mis manos por su barba mientas nos besábamos.
Me cargo y nos besamos con urgencias, estaba muy mojada, quería sentirlo ya dentro de mi, fue cuando se quitó el boxer y me acomodo en la cama posicionadoce en mi entrada.
-Ohhhh dios-gemi cuando lo sentí dentro, dios era extremadamente largo que sentí cierto dolor al sentirlo dentro.
Las embestidas comenzaron lentas y yo estaba cada vez más deseada.
-Mi amor, por favor más rápido-
Puse mis manos en sus nalgas apretandolas a mi antojo, está era otra cosa del cuerpo de César que adoraba, sus nalgas.
Cada embestida era más rápida y profunda que llegue al órgasmo enseguida.
-Ahhhh, no sabes cómo extrañaba hacerte el amor-dijo eso viniesdoce dentro de mi.
Nos acostamos uno al lado del otro, yo reposaba en su pecho y el pasaba las yemas de sus dedos por mi espalda desnuda.
-Quiero hacerte una propuesta-
Le dije con una mano recorriendo su brazo que posaba sobre una de mis nalgas.
-Dime-
-Quiero que olvidemos los desliz que tuvimos ambos y dedicarnos a nuestro amor y a nuestra pequeña-
-Me parece perfecto-
-Estoy agotado-
-Olle tan rápido te cansaste-dije con una risita coqueta.
-Claro que no, que dices si seguimos amándonos unas horitas más-me giro quedando a horcadas de el.
-Mmmm me parece perfecto-

Chicas 😏 ya volvieron a estar juntos espero y lo disfruten 😊
Voten bebes 🙈

Abrázame muy FuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora