Otamendi buscó con la mirada al Papu Gómez, le extraño no encontrarlo festejando por el pase a la final con sus compañeros. Podía sentirse en el ambiente cuando no estaba presente, con sus bailes y payasadas que mayormente llenaban el lugar de diversión. Que llenaba su alma de diversión.
Lo encontró sentado en un rincón alejado del bullicio, no pudo evitar dirigirse hacía donde estaba, su rostro no mostraba felicidad como los demás y aquello lo descolocó.
–Hey, todo bien? –le sonrió, poniendo una mano en su hombro.
El Papu lo miró, sus ojos estaban rojos por las lágrimas.
Y eso no le gustó para nada.
Lo tomó del brazo y de un tirón lo levantó para envolverlo con sus brazos. Escuchó a su amigo romper en llanto otra vez y lo apretó más contra él.
–Estoy bien –le aseguró el Papu, su voz rota.
Otamendi lo sabía. Pero mirarlo llorar le generaba un agudo dolor en el pecho, recorrió con una mano su espalda y acarició un par de veces hasta sentirlo más calmado.
No quería soltarlo, su amigo encajaba tan malditamente perfecto en sus brazos que era una sensación placentera. Pero tuvo que hacerlo, quería verificar que el otro estuviera bien como fue capaz de mencionar. Así que, lo sostuvo un tiempo más para después alejarlo un poco y examinar su rostro.
Podía notarse en la mirada del más bajo que, a pesar de las lágrimas que invadían sus ojos, había un brillo de felicidad y alegría que lo dejo más tranquilo.
No despegó ni un segundo su vista de los ojos lagrimeantes que lo miraban también, y sin darse cuenta, ambos se habían sumergido en el cálido e íntimo momento que estaban compartiendo.
Nicolás, sin romper el contacto visual, llevó sus manos hasta el cuello ajeno y sus pulgares se movieron de forma automática para limpiar las mejillas húmedas del Papu, quién cerró los ojos disfrutando el contacto.
Sosegado por la sensación confortante que le daban las caricias del más alto, el Papu entreabrió sus labios y dejó escapar un suspiro, despertando el interés en Otamendi.
No se había dado cuenta de la belleza que portaba su compañero, más bien nunca se tomó el tiempo de hacerlo tampoco, después de todo se trataba de un amigo.
¿Por qué sentía urgencia de probar su boca, su cuerpo? ¿Le gustaba el Papu o solo era una atracción pasajera?
La necesidad de comprobar que tan bueno sería besarlo nubló su mente. Su cuerpo empezó a acalorarse de sólo pensar en las parte del cuerpo ajeno que podría tocar y acariciar.
Pero estaba mal. No podía aprovecharse de la situación sensible en la que estaba el Papu. Estaba muy mal.
Soltó un quejido poco audible, su corazón palpitaba desilusionado al saber que no lograría cumplir sus recientes fantasías.
Aclaró su garganta de forma exagerada mientras ponía una distancia considerable entre ellos, corrompiendo el estado de placidez del Papu que lo miró confuso.
–Vamos a bailar un rato –propuso Otamendi, sonriendo nervioso.
El Papu rió. Se limpió la cara con sus manos y acomodo mejor su pelo, Otamendi observaba cada movimiento con una sonrisa, el más bajo se dio cuenta de eso y lo empujó amistosamente.
–¿Listo? –Otamendi le ofreció su mano para que la tomara.
Pero el Papu agarró su antebrazo para salir corriendo hasta la improvisada pista de baile que armaron sus compañeros en medio del vestuario.
Nicolás le rogaba al cielo que el sentimiento que estaba creciendo dentro suyo sea algo momentáneo, porque de no ser así estaría completamente perdido.
...☁︎...
les dejo esto por acá...
tenía esto guardado 🥴 q ni yo sabía
q existía, re viejo es jsjs.
es corto y raro ya sé 🤨 posta ni m
acuerdo pq se me ocurrió pero lo
subo pq es como para empezar a
publicar algo xdvamo argentina y vamo shippear jugadores!
les tkm<3 besitos
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fútbol shipps ; drabbles - one shots.
Fanfictionfútbol shipps »más que todo fútbol argentino« una shipp = una linda historia. @chaoticbody 𔘓૮ • ﻌ - ა