Dos muchachos, de segundo año de la escuela Kitagawa Daiichi, iban corriendo hacia el pabellón, teniendo en cuenta que estaban llegando tarde y todo por culpa de la profesora de lengua que había ordenado a los alumnos que se quedasen en el aula más minutos de la cuenta porque no había silencio.
Y como no, en el momento que entren en el lugar, el profesor se molestará por no tener todos los jugadores a la hora acordada.
— ¡Venga, Oikawa! ¡Eres muy lento! .— se quejó el del pelo puntiagudo.
— ¡Moo! ¡Iwa-chan, eres tú quién va muy deprisa!
Ambos vieron algunos metros de distancia la puerta del gimnasio y poco a poco podían escuchar en el interior como las pelotas rebotaban contra el suelo y los zapatos deportivos chirriaban en el parquet de la cancha.
El de los ojos verdes, al llegar, se paró para recuperar el aliento mientras su amigo aún le faltaba una pequeña distancia para recorrer, así que decidió deslizar ya la puerta para poder entrar, haciendo que esta sonara bruscamente.
Delante de él presenció en pocos segundos como una joven saltó para posicionarse y a continuación, rematar el balón, que le habían levantado anteriormente, con todas sus fuerzas, lo cual ninguna de las jugadores del otro lado tuvieron la oportunidad de salvarlo.
Esa chica se paró al suelo después del salto y una compañera suya, que fue quien le colocó la pelota, se acercó a ella para chocar los cinco.
— ¡Bien hecho, (T/a)-san!
— Fue una buena colocación.
Iwaizumi básicamente se quedó perplejo con lo que acababa de suceder delante de sus ojos, teniendo de inmediato toda la admiración hacia esa chica que parecía lucir genial. Su pose de rematar fue absolutamente limpia, una cosa que el joven quería conseguir a toda costa. Se podría jurar que un destello de luz apareció en sus orbes verdes.
— ¿Estás sonrojado, Iwa-chan? .— el nombrado abrió los ojos por el susto, haciendo que el castaño recibiera un golpe en el hombro —. ¡Itte, Iwa-chan!
— ¡N-no estoy sonrojado, tonto Oikawa! .— su ceño se frunció más de lo que ya estaba.
Esos gritos llamaron la atención de las jóvenes que estaban dentro del pabellón, volteándose para ver al dúo.
La fémina, que antes había rematado, se secó el sudor con el cuello de la camiseta y a continuación decidió acercarse a esos dos chicos que parecían pelearse.
— ¿Sois del club de Volleyball masculino? .— preguntó, haciendo que ambos muchachos se giraran para verla, a lo que les vino un pequeño escalofrío al percatarse que ella les pasaba algunos centímetros, en pocas palabras, era más alta.
— Sí, salimos tarde de las clases .— trató de explicarse el de los ojos color chocolate.
— Entiendo .- señaló a una parte del gimnasio —. Vuestro equipo está allí, perdón por ocuparos una parte de vuestro pabellón, pero donde nosotras entrenamos están haciendo algunas reformas, así que estaremos unas semanas aquí .— ellos asintieron con la cabeza y de inmediato se fueron con sus compañeros mientras sentían la mirada de la fémina detrás de sus espaldas.
Iwaizumi y Oikawa llegaron con el equipo y se voltearon poco a poco al unísono, viendo que la más alta ya no los observaba.
— Que extraño, en mi vida las había visto .— murmuró pensativo el castaño a la vez que se ponía uno de los petos.
— Eso es porque practican en otro sitio, idiota .— Tooru solo hizo un puchero ante la contestación tan agresiva del contrario.
— ¡Oi! ¡Vosotros dos! .- los menores escucharon la voz molesta del entrenador —. ¡Llegáis tarde! ¡Así que os quiero ver haciendo el doble de vueltas alrededor de la pista!
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Senpai || Iwaizumi Hajime
Fanfiction𓅂 ➳ " " - Iwaizumi, mis días de gloria se han ido. - No .- frunció el ceño, sintiendo todas las emociones negativas mientras apretaba sus manos, dejando poco a poco sus nudillos en blanco -. No puedes estar hablando en serio. - Créeme, Iwaiz...