𓅂 ➳ "
" - Iwaizumi, mis días de gloria se han ido.
- No .- frunció el ceño, sintiendo todas las emociones negativas mientras apretaba sus manos, dejando poco a poco sus nudillos en blanco -. No puedes estar hablando en serio.
- Créeme, Iwaiz...
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El último día del campamento ya había llegado, y por eso todas las escuelas celebraron una barbacoa como despedida.
— Aparta, vas a quemar las hamburguesas .— dijo (T/n), poniendo un brazo delante de su capitana.
— ¡Pero quiero ayudar!
— Como capitana, haces buen trabajo, pero cocinando eres un desastre .— concluyó la líbero mientras no sacaba los ojos de las brochetas que tenía delante.
— De verdad no tenéis compasión...
La peli(t/c) ignoró las quejas de la mayor para dar la vuelta a las hamburguesas una vez que deduzco que estaban bien hechas. Secó el sudor que bajaba de su frente y soltó un suspiro con pesadez.
— ¿De quién fue la idea que nuestro equipo cocinara una parte de la carne? .— el tono de (T/n) era molesto —. ¡Hace una calor que ni una lagartija aguantaría!
— ¡Así podremos coger la carne antes que los demás! .— respondió la bloqueadora.
— Gran idea... .— concluyó la vicecapitana —. ¡Pero no servirá de nada si los platos los está preparando los de Dateko!
— Qué gran inteligencia de parte de vosotras... .— exclamó la oji(t/c) después de poner la carne en un plato —. ¿Hay más hamburguesas para hacer?
— Creo que en el pequeño almacén de ahí .— la líbero señaló el lugar.
— De acuerdo, entonces voy a por más carne.
(T/n) se alejó de sus compañeras, yendo al lugar indicado. Pasó entre la multitud, chocándose con algunos chicos y chicas que pasaban disimuladamente para ver si podían pillar algo para comer.
Divisó desde la lejanía la puerta del almacén y aceleró el paso para poder abrir y entrar.
— ¡Qué fresquito! .— exclamó —. Aquí no toca el sol.
Empezó a buscar las hamburguesas congeladas, y mientras lo hacía, escuchó unos pasos viniendo hacia donde estaba ella.
— ¿(T/a)-senpai? .— la mencionada se volteó, encontrándose con su kohai que acababa de entrar.
— ¿Qué tal, Iwai—? ¡No dejes que se cierre la puerta!
El menor se asustó ante el grito de la chica y miró sobre su espalda, viendo que la puerta no se había aguantado bien y empezó a moverse por sí sola.
— ¡Mierda! .— se escuchó un segundo después de que se cerrara del todo, quedándose los dos encerrados —. Solo se puede abrir desde fuera.
El joven se apenó al oirla y no tardó en avergonzarse por no haber podido evitar que la puerta no se cerrara.
— L-lo siento .— se disculpó, haciendo una pequeña reverencia para poder esconder su cara, a lo que (T/n) suspiró.
— No te preocupes .— trató de consolarlo —. Seguramente nos abrirán enseguida .— caminó a una de las paredes y se sentó en el piso —. De momento toca esperar ahora .— palmeó el suelo para dar a entender al ojiverde que se sentara a su lado, quien dudó por unos segundos pero al final cedió —. No pongas esa cara, no pasa nada. Tampoco sabías que esa puerta se cerraba sola.
