» Seis

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❯ 𝙳𝚒𝚎𝚐𝚘 ;

Por fin había terminado mis ejercicios y entrenamientos del día de hoy, tal vez el estar saliendo y durmiendo tan noche ya me estaba pasando la factura. Hoy se me hizo un poco pesado el día, seguro que debería comenzar a controlar un poco más esas salidas.

— Chicos por favor recuerden traer la gorra con la inicial de sus nombres y bandera de nacionalidad, es requisito — dijo una de las asistentes.

Todos a sentimos a lo que pedía, después nos dejó salir y rápidamente camine a mi locker, si no mal recordaba mi madre lavo hace poco la ropa que había sucia, pero dijo que ahí no estaba la gorra. Tampoco la había visto en en cajón dos de siempre la guardo, mucho menos en algún lugar de mi guardarropa.

— donde demonios esta? — me frustre al no encontrarla, le di vuelta a todo el locker y solo habían unas camisetas y latas de desodorantes vacías.

— hey Diego, todo bien? — pregunto Guardado, que era el único ahí recogiendo su mochila.

— no, la verdad no encuentro la gorra que usaré mañana. Mi madre buscó en casa y no estaba, aquí tampoco está — me talle la cara en señal de frustración

Guardado hizo una mueca en desagrado, después suspiro y golpeo levemente mi hombro.

— pues no quiero asustarte chamaco, pero esa gorra es fundamental. Recuerda donde la dejaste, en casa de algún ligue tal vez — se Alejo. — suerte y nos vemos mañana, Sandra me espera. —

— si... Gracias y adiós — el se fue y busque unos minutos más.

Entonces el foco se me alumbró, las palabras de Andrés hicieron eco en mi cabeza. “ en casa de algun ligue”, ¡ ahí estaba! . Recordé que cuando aquella chica tímida me llamó, solo tome la gorra y me la coloque para no peinarme y para que nadie me reconociera. Tome mis cosas y salí de ahí, camine hasta el estacionamiento que ya estaba casi vacío.

Subí a mi auto, busque ahí para verificar si por casualidad estaba, pero no encontré nada. Me subi en el y después comencé a conducir a aquel hotel, yo habia prácticamente comprado esa habitación al dueño del hotel. Podía entrar y salir cada que yo quisiera,finalmente por una buena suma era mía.

Conduje lo necesario y entre al estacionamiento, tenía que tener esa gorra si o si. Me puse en mi lugar y después subi por el ascensor. Espere los minutos hasta que me bajo en el piso correspondiente, camine con prisa y la llave rápidamente dio acceso para abrir la puerta. La habitación estaba limpia, la cama tendida y sonreí por instinto, nadie entra a limpiar a menos que yo pague por que lo hagan. Eso me da a entender que aquella chica la dejó tendida, lastima que ahora yo dejaría patas arriba la bonita cama.

Comencé a buscar por la cama, obviamente ahí no estaba. El Buró y nuevamente nada, así estuve buscando por cada rincón y simplemente no estaba. ¿ acaso ella se habia llevado mi gorra?, ¡ ladrona de gorras!.

— No puede estarme pasando esto a mi — dije con un suspiro cansado, me tire a la cama.

Mi celular comenzo a sonar y rápidamente lo saque de mi pantalón, era Paulina en una videollamada. Deslice mi dedo y esta fue respondida.

     “ hola chicas ” ( dije sin ánimos ya que Laura estaba con ellas.

— por que esa cara Dieguito? — { pregunto Pau mientras comía helado }

— una chica me robo una gorra importante para mañana — dije bastante molesto.

— Órale, ganando miles de euros y se queja por una gorra — Paulina nuevamente habló de manera burlona, Laura comenzo a reír ante eso.

 ❧ Placer Culposo » Diego Lainez « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora