» Dieciocho

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➾ 𝙹𝚊𝚍𝚎 ;



Entre con cuidado al Departamento, las luces estaban completamente apagadas y eso quería decir que Fernando estaba dormido. Diego me trajo algo tarde, por lo que lo mejor que podía hacer era hacerme tonta por cualquier pregunta de el.

En mi cabeza aún sigue dando vueltas el hecho de que Fernando me pudiera haber estado siguiendo. El auto que ví era muy parecido al de el, aunque también me quedé pensando en como demonios Diego sabía que alguien me estaba siguiendo.

Eso es algo que no quiero seguir pensando, pues de lo contrario no tendría el tiempo para dormir. Mire a mi al rededor, todo está completamente a oscuras.

Camine con cuidado hacia la recámara, me fui alumbrando con la luz de la linterna de mi celular. No quiero hacer ruido y por eso voy paso a paso, calculando que las pisadas no hicieran eco.

Abri con cuidado la puerta y me percaté de que la cama estaba intacta, es decir Fernando no estaba. Prendí la luz y en efecto, todo estaba como lo deje antes de irme. Ya era tarde y fer no estaba aquí, me preocupaba un poco pero dicen que ojo de loca nunca se equivoca y algo me decía que estaba con la estúpida de Luciana.

Suspire y me comencé a colocar la pijama, ya hasta de pensar en Diego y Fernando. Bueno, en realidad si debía pensar en ellos, en lo que de verdad mi corazón quería hacer. Si me lo preguntan, en efecto siento cosas por Diego, cada vez que veo sus ojos me siento en paz. Cada vez que el sonríe me siento feliz de que me sonría a mi o que sonría por algo que sucedió estando conmigo. Cada vez que se enoja puedo ver como sus rasgos faciales de hacen más evidentes, si, en conclusión hay muchas cosas que me gustan de el.

Pero por el otro lado esta Fernando, el siempre fue un lindo conmigo y sobre todo, me dio el cariño que en casa no recibía. Mire por la ventana a la Luna que iluminaba la noche fría de Sevilla, quien diría que el cambiar de ciudad me haría una Jade diferente. Una Jade que hace cosas que de adolescente jamás hizo y jamás creyó ser capaz de hacer . Pero todo se va al demonio cuando se trata de Diego y nada más que Diego, aunque me muera por evitarlo me es inútil, estoy comenzando a sentir algo muy fuerte por Diego.

Siempre crei que solo estaría enamorada de Fernando, que estaríamos juntos por siempre y que sobre todo sería el único hombre en hacerme su mujer, pero llega Diego y me hace ver el mundo de manera diferente.








Narrador  omnisciente ;



Días, horas y meses de iban pasando demasiado rápido. Exactamente dos meses desde aquella vez que Diego le había hecho saber a Jade que le gustaba para algo más que un acostón. Jade aún no sabía cómo decirle a Fernando que ya no sentía lo mismo, pero Fernando tampoco hacia un esfuerzo por contarle a Jade que le había Estado fallando desde el primer momento en que llegaron a Sevilla.

Jade estaba sentada en el sofá, esta era la tercera vez en el mes que Laura creía estar embarazada y como siempre era una falsa alarma. Paulina ya había regañado a Laura por no cuidarse como tal, pero es que simplemente no podía cuando Laura amaba con locura las noches con David, un amigo muy íntimo y cercano que había conocido.

La puerta del Departamento fue abierta, por ella entró Fernando con una gran sonrisa. Saludo a las chicas muy animado, tanto que era demasiado raro ver lo sonreír así de esa manera.

— Necesito contarte algo — le dijo Fernando a Jade, esta asintió.

— claro, dime de que se trata — respondió

— resulta que uno de mis socios me prestó una casa que acaba de adquirir en la playa — Jade lo vio sorprendida y las chicas solo observaban. — le dije que si podía prestarmela, quería pasar unos días contigo a solas fuera de todo lo demás. Al decirle que era para eso, el aceptó sin más — Jade sonrió.

 ❧ Placer Culposo » Diego Lainez « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora