» Ocho

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➾ 𝙹𝚊𝚍𝚎 ;

Creo que el miedo que sentía cuando mi mamá descubría una mentira, se queda corta al miedo que tengo ahorita. No se que demonios pasa conmigo, pero siempre que se trata se ese chico pierdo mis sentidos. ¿ me haría feliz verlo? , demonios si, pero eso para nada es correcto.

Soy una mujer casada y debo actuar como tal. Voltee a ver, Fernando me miraba con el ceño fruncido y brazos cruzados, ¿ que le diría ahora? . La única verdad es que no lo se, lo único que pude hacer fue terminar con aquella llamada, mis manos inmediatamente comenzaron a Sudar.

— mmm... Es mi madrina — al parecer fue lo primero que se me ocurrió, me lleve el teléfono a la oreja diciendo repetidas veces “¿ madrina? ” .

Claramente nadie contestaría y si fuera así, mi madrina no sería quien tome la llamada. Fernando pareció pensarlo, solo asintió y fue a la cocina por un vaso de agua. Yo suspire y me deje caer boca abajo en el sofa. Observe mi Celular y no volvió a sonar, me sentía como una estúpida en estos momentos.

El estaba rompiendo una regla al llamarme seguramente, por que si el sabía que yo tenía la dichosa gorra, pudo haber llamado para pedirla. Sin embargo recuerdo que mientras estaba admirando mi cuerpo tendido sobre esa cama, me hablaba de unas reglas que no recuerdo muy bien. Claramente ahora me había llamado, ¿ para que?, es algo que no sabre a menos que yo lo averigüe.

Pero Jade, escuchate, toda desesperada por un chico que probablemente buscaba otro acoston contigo. Eso sonaba más coherente, querer repetir una vez más y solo eso. ¡ por que tiene que ser así!. Todo es tan difícil, seguro que al decirle que quería volverlo a ver, pero después haberle colgado no es algo que lo deje muy satisfecho.

De hecho yo me enojaria si me sucediera eso, pero simplemente le doy vueltas al asunto y llego a la conclusión de que seguramente, muuuy seguramente el ya habrá buscado a otra chica con quien pasar el rato. Otra chica con una vida menos complicada, pero por sobre todo, una chica que no está casada con otro hombre.

[... ]



Como siempre al despertarme, hice toda mi rutina mañanera. Fernando se habia ido más temprano de lo normal al trabajo, yo como siempre solo me despedí con un beso... En la mejilla.

Es curioso como de ser el más cursi conmigo, había pasado a verme como alguien equis en su vida. Desde aquella vez que no vino a dormir, que me dejó sola en mi cumpleaños y en nuestro aniversario, todo se fue más al demonio. Crei que solo era de momento, pero el sigue pasando más tiempo en el trabajo que en casa. El sigue yendo más temprano a donde sea, menos a casa. Ni siquiera se por que sigo llamando casa a este lugar, se supone que un hogar es para estar cómodo, ameno, con amor. Sin embargo este lugar comenzaba a verse muy lejano a un hogar.

Cuando me avisaron que mi taxi ya estaba fuera, lo primero que hice fue tomar mis cosas y salir. Baje por el ascensor y después, ví el taxi del otro lado de la calle. Camine hasta el y salude al Conductor, el dijo que efectivamente era mi taxi. Subi en este y se puso en marcha, pasaban los minutos y en mi mente solo estaba el demonios, necesito saber para que me a llamado.

Al llegar al edificio de mi estación, me baje del taxi y pague, agradecimi por el servicio y después entre al lugar. Salude a cada uno de mis compañeros que estaban tomando una taza de café, yo fui a donde era mi lugar de trabajo.
Conteste algunos mensajes que tenía de mis padres, ellos entendían que aveces no podía responder al instante, pues había una clara diferencia de horarios entre España y México.

Espere unos veinte minutos y entonces Julieta entró corriendo, estaban ya dando la cuenta regresiva del 15 a 1 para dar inicio. Rei por lo bajo, ella odiaba llegar tarde y ahora lo habia hecho, ya me contaría después la razón.

 ❧ Placer Culposo » Diego Lainez « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora