» Veintiséis

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× 𝙹𝚊𝚍𝚎 ; ♡




¿ como les puedo explicar lo maravilloso que es el tener al fin una relación formal con Diego? .

Simplemente me siento mágica, en las nubes, poco a poco este niño se ganó mi corazón, mi amor y todo sentimiento de amor hacia el. No puedo siquiera imaginar mi vida sin el ahora, esta haciendo mi estancia aquí lo más maravillosa, perfecta y romántica.

Ame la manera en la que se me declaró, simplemente es Magnífica. Cualquiera dirá que fue algo muy simple, pero a mi me encantó por que fue natural, me lo pregunto en el momento que a el le nació de corazón y eso me encanta

Nunca he sido muy fan de las pedidas de noviazgo o matrimonio donde se arma todo un show, soy algo simple me dirán, lo se. Es solo que, así como lo hizo Diego es ideal para mi, por que lo vuelvo a repetir, le nació del corazón hacerlo en ese momento sin necesidad de armar un discurso, un show con lujos y demás que lleva tiempo en planear. En cambio así, sonriendo y pasando un tiempo juntos, felices fue perfecto para mi.

Anoche me trajo a casa, pero ya era muy tarde así que le pedí que se quedará. Parecía que no, pero Diego si le entraba a los tragos y ayer se tomó unos cuantos que lo relajaron mucho. Así que mejor le pedí que se quedará, no me gustaría despertar más tarde por una llamada donde me dicen que hay malas noticias, mejor prevenir que lamentar.

Creo que esta de más decir que sucedió anoche, pues definitivamente teníamos que celebrar nuestro noviazgo. Que mejor manera de hacerlo que dando un tributo a como nos conocimos, haciendo el amor.

Sentí unos besos en mi mejilla, era Diego quien ya se había despertado.

— mi preciosa novia, despierta ya — sonrei al escuchar su voz ronca cerca de mi oído

— ya lo estoy, mi precioso novio  — me gire para quedar frente a frente, el rápidamente beso mis labios.

— Me encantas Diego — susurre en su labios, el mordió el mío en respuesta.

— ¿ que harás hoy? — pregunto, mire el reloj sobre mi mesita de noche.

— tengo una hora para ir a mi trabajo, tu? —

— iré al gym, pero me duele la cabeza — se quejó.

— y como no, te pusiste bien happy ayer — lo mire burlona y el soltó una risa.

— solo fueron unos cuantos, no fue para tanto, pero si me duele la cabeza— se excusó . — pero como tienes trabajo, seré un buen novio y te haré mi mejor creación como desayuno. Mientras tu arreglate — beso mi mejilla.

— de acuerdo, solo no quemes mi cocina Diego Lainez — el soltó una carcajada

— prometo intentar no hacerlo, pero anda que se te hará tarde.

Ví como se levantó de la cama, mis mejillas se sonrojaron cuando me dio una vista exclusiva de su trasero sin bóxers, pues ayer no se había puesto nada después de hacer el amor.

— la vista es gratis, verdad? —

Solté una risa nerviosa, pensé que no se había dado cuenta que lo estaba viendo, pero ahora veo que si. Me levante de la cama para ir a la ducha, a diferencia de el yo si me había puesto a ropa interior.

Comencé con mi rutina mañanera, ducharme, arreglarme y solamente agregar gloss a mis labios.

Mire la hora, había hecho todo en media hora y quedaba media hora para irme. Salió de mi habitación y camine por los pasillos hasta llegar a la cocina, sonrei al ver a Diego con un delantal de cocina puesto.

— que bueno que llegas, todo esta listo — sonrió

— muchas gracias por esmerarte en algo hacia mi, te adoro — le di un casto beso y me senté en la barrita a comer.

Seguro dirán que cual es el platillo estrella de Diego. Pues, básicamente es cereal de Ojuelas con plátano y fresas, algo de fruta picada y un licuado de fresa

Seguro no es algo muy elaborado, pero valoro muchísimo que haya hecho algo por cuidar mi salud. Así me hubiera dado un pan tostado con un vaso de café, es algo que le iba agradecer infinitamente por que lo hace con amor.


— ¿ a que hora sales del trabajo? — pregunto después de unos minutos, ambos comíamos sobre la barrita.

— el programa termina a medio día, pero me quedo un rato checando cosas sobre el próximo programa. Entonces, no tengo un horario específico, pero las juntas no duran más de una hora u hora y media a lo mucho — explique y el asintió.

— entonces en la tarde noche estas libre — me miro. — ¿ vamos al cine? — sonrei.

— me encanta la idea amor, hace mucho que no voy — me miro con ternura.

— entonces como a las seis vengo por ti, así haces las cosas de tu trabajo sin prisa —

¿ como no amar a este ser tan lindo, caballeroso y comprensible?.

Definitivamente me gane la lotería con el, este es el tipo de hombre con el que quiero pasar toda mi vida hasta que estemos arrugados como una pasa.

Terminamos de desayunar y Diego quería darse una ducha de una vez para irse directo al gym, pues traía una maleta de ropa deportiva.

Yo me senté en el sofá a esperarlo ya que el me pasaría a dejar, no tardo más de diez minutos en salir con un pans color negro y una playera blanca.

— listo amor — comentó y me puse de pie.

— entonces, vayamos amor —

Ambos salimos del departamento y fuimos directo al coche de mi novio, en el camino Diego me fue contando que extrañaba ver a su familia.

Es curioso que nunca hablamos de eso, pero me contó que tiene un hermano mayor que se llama Mauro, también es futbolista y que el fue su ejemplo a seguir en este deporte.

También me habló de su papá, de como el, su hermano y su papá tienen una Academia de fútbol en México y por eso a veces viaja seguido. Su mamá es quien viene en ocasiones y pasa tiempo con el para que este solo, de hecho me platicó que el último viaje que hizo fue con su mamá, pues estaba aquí.

Después de un rato llegamos a mi trabajo, había sido una maravillosa mañana al lado de mi novio, pero era hora de hacer cosas de adultos. Para nuestra mala suerte no era estar en la cama, si no trabajar.

Me despedí de el con un beso en los labios, no quería despedirme pero el debía irse.

Finalmente salí de su auto y camine hasta la puerta del edificio, la abril y a través del vidrio ví como se alejaba por las calles de Sevilla.

Estaba por seguir caminando, cuando mi celular comenzo a sonar, respondí sin ver quien era.

— diga.

— te veo hoy a las cinco de la tarde, ni un minuto más ni un minuto menos.

Parpadee un poco, hace meses que no escuchaba esa voz...

— mamá?...




 ❧ Placer Culposo » Diego Lainez « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora