❧ Placer Culposo » Diego Lainez «

» Veinticuatro

➼ 𝙹𝚊𝚍𝚎 ;

Había pasado ya un mes desde que me separe de Fernando.

Diego me presentó a Claudio, su abogado, con ayuda de el logre enviar los papeles del divorcio a Fernando y hoy se supone que hay una audiencia en el Juzgado para firmar dichos papeles .

Lo único que pedía era que el firmara, sin necesidad de pelear dinero o propiedaades, es por eso que fue más fácil para Claudio acelerar el proceso.

Entre al enorme edificio en el que firmaría el divorcio, Claudio estaba a mi lado como Diego se lo había pedido. Me daba ternura la manera en la que Diego pedía que me cuidara, aunque el no estuviera conmigo siempre había alguien cercano a el que me cuidara.

Mañana por la tarde sería la fiesta de cumpleaños de Andrés, uno de sus grandes amigos. Por eso es que anhelaba que Fernando firmara de una buena vez, tampoco es como que el tenga mucho que pensar pues el tendrá un hijo con otra chica.

Tome asiento en un lado de la enorme mesa donde sería la Junta, salude a cada uno de los presentes en dicha audiencia y mire como Fernando entró acompañado de su abogado. Fernando miro a Claudio con algo se confusión, seguramente el lo conoce por ser abogado de Diego y se le hace raro verlo conmigo.

La juez mando llamar a los abogados, por lo que Claudio se puso de pie y se retiró, no sin antes decirme que ya volvía. Mire al frente y Fernando me miraba algo curiosos, por lo que alce mi ceja en forma de “ ¿ que? ”.

— Claudio... Aun no entiendo que hace contigo — dijo Fernando sin rodeos. — se supone que Diego es su cliente, ¿ como lo conociste? — solté un suspiro

— Diego nos contacto, el me ayudó a tener un buen abogado . Además en los últimos dos meses Diego a sido buena persona conmigo, me a apoyado — le dije sin más.

— osea que son amigos íntimos — inquirió el y yo solté una risa.

— si Fernando, en las últimas semanas nos hemos hecho muy unidos. ¿ pero a que viene eso?, si se diera algo más entre nosotros no sería de tu incumbencia, tu estas con la madre de tu futuro hijo y yo, bueno, y seré libre de hacer las cosas que quiera y como quiera. — si, no pensaba callar nada de lo que pensaba por que ese tiempo ya se acabó.

— claro, y tu mejor opción es Diego. — dijo el de forma tajante.

— sea Diego o no, te lo vuelvo a repetir. Ya no es se tu incumbencia, por eso estamos aquí, para firmar el único papel que nos une. —

Fernando ya no dijo nada más, sus labios hicieron una fina línea indicando que no le gustaba para nada mi respuesta mi mi actitud.

Sinceramente ya no me importa tanto, Diego me a enseñado que no debo dejarme hacer menos por nadie. El siempre a sido lindo conmigo y sinceramente ya no me importa si Fernando cree que lo engañe, pero no seré tan descarada de decir que si tengo algo con Diego.

No por que me de pena o por que Fernando se pueda sentir mal, si no por que Diego tiene una imagen que cuidar y yo no seré quien la dañe por unas palabras de más.

Claudio regreso a mi lado, me comentó que Fernando habia decidido dejar el departamento en mi poder y a mi nombre, algo así como para pagar los daños posiblemente causados. Que ironía, el dijo que ese departamento era para que fuéramos muy felices en una nueva etapa aquí en Sevilla. Sin embargo fue todo lo contrario, pues cada quien se lastimó mutuamente y sobre todo, felices juntos no fuimos.

— señores muy Buenos días, como ya saben estamos aquí con un solo fin, el de disolver un matrimonio de manera legal. — explicó la juez, tomando asiento al cabezal de la mesa.