» Catorce

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➾𝙹𝚊𝚍𝚎 ;


Me removi un poco al no escuchar la alarma de siempre, el sol ya se colaba en la habitación y sentía algo de calor.

Abri los ojos, ahí estaba el, mi chico misterioso. Sonreí al recordar que ayer me dijo su nombre, Diego.


Diego Diego Diego.

Ahora sería mi nombre preferido.

Estaba recostada de “ Cucharita ” con el, ya teníamos puesta nuestra ropa interior. El no me tenía abrazada ni nada, al contrario tenía uno de sus brazos cubriendo sus ojos, tal vez por la claridad. El otro brazo estaba libre, sonreí y tome el brazo libre, lo coloque rápidamente sobre mi cintura y cerré los ojos simulando estar dormida.

Diego soltó una risa, me estremeci cuando el aire caliente que salió de su boca chocó en mi cuello. Aun así segui en mi papel de estar dormida, Diego beso mi hombro y me fue inevitable no sonreír ante el gesto.

— así que amaneciste con ganas de ser mimada he — Diego besaba mi mejilla, me había atraído más a el.

— solo un poco — me voltee hacia el y le plante un beso.

Mi celular comenzo a sonar, hoy no tenía trabajo y de hecho le avise a Fernando que no llegaría. El claro que se molesto, quería salir y buscarme pero le dije que estaba con Laura. El no conocía donde vivía ella, incluso ni sabía cómo es físicamente, por eso se me hizo fácil decirle eso.

Mi día ayer no habia sido el mejor, después de compartir aquel beso con Fernando crei que todo sería de nuevo con antes. Pobre ilusa que fui. El regreso a su rutina de siempre, irse temprano, llegar tarde y a dormir.

Por eso ayer en la noche estaba muy molesta, la noche anterior me habia prometido cambiar, ¿ y lo hizo?, claro que no. Incluso ni siquiera habia llegado a casa cuando Diego me habló, por eso acepte rápidamente.

Se que lo que hago esta mal, no debería engañar a Fernando por más idiota que sea conmigo. Pero simplemente no tengo fuerza de voluntad cuando se trata de Diego, este chico me hace tocar el cielo con solo oir su voz. No se que me hizo, pero ni que decir de cuando estoy con el, la manera en la que me hace temblar con cada caricia , cada beso y cada palabra.

— tengo algo que hacer en el trabajo de última hora, tendré que dejarte antes bonita

Diego se acercó a dejar un beso en mis labios, ni me habia dado cuenta de a que hora se metió al baño a darse una ducha. Tenía puesta su misma ropa de ayer, le sonreí y acaricie su mejilla.

— no te preocupes, mucha suerte

— eres tan hermosa — susurro cerca de mis labios. — quiero verte de nuevo esta noche.

Me moría de ganas de decir que si, pero aún no se si Fernando siempre si se vaya al viaje que tenía en Argentina. Baje la mirada, quería verlo, pero a la vez era peligroso.

— esta bien si te aviso?, no se si tenga trabajo mañana .

— claro que si, no te preocupes. Nos vemos después — beso mis labios y se fue de la habitación.

Bufé y me puse de pie, me metí a duchar y cuando salí me coloque la ropa de ayer. Por supuesto deje un poco limpio el cuarto, después salí de ahí. Baje a la recepción y ahí estaba la misma chica que nos atendió hace unas horas, parecía que su turno no terminaba.

Me quedo viendo de pies a cabeza, luego se acercó a mi y yo la ví con irritación. Espero que no sea de ese tipo de chicas que solamente quieren decirte que les gusto tu chico y te lo quitarán, finalmente Diego no es mi chico, solo nos acostamos clandestinamente.

 ❧ Placer Culposo » Diego Lainez « Donde viven las historias. Descúbrelo ahora