Capítulo 20: Viaje en la Oscuridad

1.4K 109 27
                                    

POV. Legolas

-¡Lo tengo! -gritó el mago- ¡Claro, claro! De una absurda simpleza, como todos los acertijos una vez que encontraste la solución -recogiendo la vara, y de pie ante la roca, dijo con voz clara: -¡Mellon!

La estrella brillo brevemente y se apagó. En seguida, en silencio, se delineo una gran puerta, se dividió lentamente en el medio y se abrió hacia afuera pulgada a pulgada hasta que ambas higas se apoyaron contra la pared.

-Después de todo, yo estaba equivocado -dijo Gandalf- y también Gimli. Merry, quien lo hubiese creído encontró la buena pista ¡La contraseña estaba escrita en el arco! La traducción tenía que haber sido: "Di amigo y entra" sólo tuve que pronunciar la palabra amigo en élfico y las puertas se abrieron

Gandalf de adelanto y puso de pie en el primer escalón, en ese momento ocurrieron varias cosas, Frodo fue tomado por el tobillo y cayó dando un grito mientras lloraba y maldecía. Los otros nos volvimos y observamos que las aguas hervían, como si un ejército de serpientes viniera nadando desde el extremo sur.

Un largo y sinuoso tentáculo se había arrastrado fuera del agua; era color verde pálido, fosforescente y húmedo. La extremidad provista de dedos había aferrado a Frodo y estaba llevándolo hacia el agua mientras Sam lo atacaba con cuchilladas. Por fin, en lo que pareció una eternidad, el brazo soltó a Frodo, y Sam arrastro a su amo alejándolo de la orilla y pidiendo auxilio, aparecieron los otros veinte tentáculos extendiéndose como ondas. El agua oscura hirvió y el hedor era espantoso.

-¡Por la puerta! ¡Suban las escaleras! ¡Rápido! -gritó Gandalf-

Todos corrimos a las escaleras menos Aragorn quien corrió esquivando algunos tentáculos hasta llegar a su hermana que estaba en el suelo. Salí de donde me encontraba y fui con el montaraz para ayudarlo a cargar a su hermana mientras el cortaba unos cuantos tentáculos.

En cuanto Aragorn y yo estuvimos adentro, las puertas batieron resonando, la luz se desvaneció y un ruido de crujidos y golpes llegó sordamente a través de la piedra maciza.

Oímos cómo Gandalf bajaba los escalones y arrojaba la vara contra la puerta. Hubo un estremecimiento en la piedra, los escalones temblaron pero las puertas no se abrieron.

Gandalf y Gimli nos guiaban y mientras el mago subía los grandes escalones, alzó la vara y de la punta brotó un débil resplandor. La ancha escalinata era segura y se conservaba bien. Doscientos escalones, contamos, anchos y bajos; y en la cima descubrimos un pasadizo abovedado que llevaba a la oscuridad.

-¿Por qué no nos sentamos a descansar y a comer aquí en el pasillo? -preguntó Frodo-

La propuesta tuvo buena acogida; y nos sentamos en los últimos escalones, unas figuras oscuras envueltas en tinieblas, bajé a Aralin y la recosté a mi lado con cuidado. Después de comer, Gandalf nos dio a cada uno otro sorbo del miruvor de Rivendel

-No durará mucho más me temo -dijo Gandalf- pero lo creo necesario después de ese horror de la puerta

Después de un breve descanso. Nos pusimos otra vez en marcha, Gandalf iba enfrente como antes: llevaba en la mano izquierda la vara centelleante, que sólo iluminaba el piso ante él y en la mano derecha esgrimía la espada Glamdring. Detrás de el mago iba Gimli con los ojos brillantes a la luz débil mientras volvía la cabeza a los lados. Le seguía Frodo que había desvainado la espada corta, Dardo, detrás marchaba Sam, luego yo, los hobbits jóvenes y Boromir. En la oscuridad de la retaguardia, grave y silencioso, caminaba Aragorn cargando a su hermana, Aralin, en la espalda.

Luego de un rato el camino comenzó a descender , el aire era cálido y sofocante, se sentía como una corriente de aire fresco, todos temíamos que el mago y Gimli estuvieran perdidos pero Aragorn logro reconfortarnos.

A medida que los peligros aumentaban la marcha se hacía más lenta, hablábamos poco, solamente se escuchaban nuestros pasos junto con la respiración irregular de Aralin. Caminos durante horas hasta que llegamos a un gran arco donde había una puerta de pierdra de lado izquierdo de este, estaba a medio cerrar pero un leve empellón la abrió fácilmente, parecía haber una sala amplia tallada en la roca.

-Miren -susurró una voz delicada pero rasposa, al instante todos volteamos sorprendidos- hola -sonrió-

-¡Aralin! -exclamó Aragorn feliz, volteo su cabeza y su hermana lo abrazo mientras él la bajaba delicadamente y la abrazaba- Te extrañe pequeña tonta -dijo agarrando las mejillas de su hermana y sonriendo-

-Aralin...-susurré y fui a abrazarla, ella me devolvió el abrazo y nos quedamos así durante algún tiempo-

-Miren...-dijo Gandalf haciendo que me separara de la montaraz-

Volteamos y vimos un agujero grande y redondo como la boca de un pozo. Unas cadenas rotas y oxidadas colgaban de los bordes y bajaban al pozo negro. Cerca había unos trozos de piedra.

-Al parecer a los Enanos les gusta la naturaleza muerta -exclamó Aralin mientras veía unas ramas con flores marchitas y todo la fulminamos con la mirada- perdón -se disculpó mientras sus mejillas se tornaban rojas-

&&&&&&&&&&&&&&&&&

Listo chicos tarde un poco pero al fin ¡lo terminé! No pude actualizar por lo mismo de siempre, ya saben la escuela, la tarea, mis clases de guitarra, problemas personales todo se me ha juntado.

Pero buaaano ya estoy de vuelta y y ahora actualizare más seguido

Espero les gustara el capítulo y nos leemos pronto.

¡Oh! Antes de que se me olvide...ya llegue a los 21k de leídos (? Y y estoy muy feliz :3 también llegue a los 1k de votos así que planeaba hacer maratón+especial solo que díganme: ¿Qué les gustaría saber del pasado de Legolas y Aralin? O bien ¿Les gustaría saber algo del futuro?

PD: Voten y comenten ^^

Bye bye

Amor Oculto (Legolas y Aralin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora