Capítulo 12 Mal Camino

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|Maratón 3/?|
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POV Aralin

Extendí mi brazo al igual que Frodo y vimos que diminutos copos de nieve se posaban en las mangas de nuestras ropas. Continuamos. Poco después la nieve caía apretadamente, arremolinándose ante nuestros ojos, apenas podíamos ver las figuras sombrías y encornadas de Gandalf y Aragorn que marchaban adelante a uno o dos pasos.

-Esto no me gusta -jadeó Sam-

Gandalf se detuvo, la nieve se le acumulaba sobre la capucha y los hombros, y le llegaba a los tobillos.

-Esto es lo que temía -dijo- ¿que opinan, jefes de los montaraces?

-También lo temíamos -respondió Aragorn- pero menos que otras cosas, conocemos el riesgo de la nueve

-Aunque pocas veces cae copiosamente tan al sur excepto en las alturas pero no estamos muy arriba; estamos bastante abajo -deje-

-Me pregunto si será treta del Enemigo -dijo Boromir- dicen en mi país que el gobierna las tormentas en las Montañas de Sombra que se alzan alrededor de Mordor

Mientras estábamos allí detenidos, el viento amainó y la nieve disminuyó hasta calmarse casi del todo y caminamos nuevamente. No avanzamos mucho cuando la tormenta volvió con renovada furia y pronto, aún para Boromir, nos fue difícil continuar, los hobbits doblando el cuerpo iban detrás de nosotros y Gimli, tan fuerte como cualquier enano, refunfuñaba tambaleándote.

De pronto la Compañía de detuvo como si todos nos pusiéramos de acuerdo si decir ninguna palabra, de las tinieblas llegaron ruidos misteriosos, unas piedras comenzaron a caer desde la falda de la montaña silbando sobre nuestras cabezas o estrellándose a un lado en la senda justo de el lado en donde me encontraba lo cual provoco que perdiera mi equilibrio y resbalara pero antes de caer, unas finas y frías manos me agarraron por la cintura sujetándome fuerte y pegándome a un cuerpo, levante mi vista y me encontré con los azulados ojos de el hermoso elfo que tenía preocupación en su mirada al igual que mi hermano y los hobbits.

-G-gracias -susurre tratando de separarme-

-Solo ten cuidado -me regaño soltándome lentamente despeinando mi pelo-

-No podemos avanzar más esta noche, Aralin casi cae, que llamen a esto el viento, si así lo desean hay voces siniestras en el aire -dijo Boromir- y estas piedras dirigidas a nosotros

-Yo lo llamare el viento -dijo Aragorn- pero eso no quita que hayas dicho la verdad

-Caradhras era llamado el Cruel y tenía mala reputación -dijo Gimli- cuando aún no se había oído de Sauron

-Importa poco quien es el enemigo, si no podemos rechazarlo -hablo Gandalf-

Nos quedamos discutiendo (de nuevo) que haríamos hasta que Aragorn dijo que lo mejor sería quedarnos donde estábamos como un refugio. Nos apretamos todo lo posible a la pared de la roca esperando que los protegiera del viento del norte y de las piedras que caían. Todos estaban juntos de espaldas a la pared, todos menos yo, que me encontraba sentada entre Legolas y mi hermano, este último me abrazaba.

-Esto será la muerte de los medianos -reí y todos me vieron mal- Sólo digo que es inútil quedarse aquí sentados mientras la nieve sube por encima de nuestras cabezas

-Dales esto -dijo Gandalf- sólo un trago, es miruvor, el cordial de Imladris que Elrond me dio al partir. ¡Pásalo!

Hice lo que me pidió y después Boromir trato de hacer un fuego pero se apagaba con remolinos de viento y al fin Gandalf intervino

-Bien, yo lo encenderé -dijo el mago-

-¡No! Yo quiero hacerlo -dije alegre y Gandalf rió-

-Hazlo entonces

Levanté un leño un momento y luego junto con una orden; naur an edraith ammen! hundí en el medio la punta de mi dedo e inmediatamente brotó una llama verde y azul, la madera arduo chisporroteando.

-Si alguien no ha estado observando, Aralin se ha revelado ante él -dijo Gandalf- ha escrito Aralin esta aquí en unos caracteres que cualquiera puede leer desde Rivendel hasta las Bocas del Anduin -sonreí de lado-

Pero ya poco nos importaba los centinelas u los ojos hostiles. La madera ardía animadamente, nos complacíamos de calentarnos las manos al calor del fuego.

Amor Oculto (Legolas y Aralin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora