Maratón 2/? |
••••••••••••••••POV Legolas
-¡Atrapados! -exclamó Gandalf- ¿Por qué me retrasé? Aquí estamos encerrados, como ellos antes
Bum, bum; el redoble sacudió las paredes.
-¡Cierren y atranquen las puertas! -ordenó Aragorn-
-¡No! -dijo Gandalf- mejor que no nos encerremos ¡Dejen entreabierta la puerta del este! Iremos por ahí
-Si nos dejan -dijo Aralin-
Otra ronca llamada de cuerno, y unos gritos agudos que reverberaron en las paredes. Unos venían corriendo por el pasillo. Hubo un entrechocar de metales mientras la compañía desenvainaba las espadas, Boromir apoyó el hombro contra la puerta occidental
-Un momento, no cierren aún -dijo Gandalf y Boromir se enderezó- ¿Quién viene aquí a perturbar el descanso de Balin Señor de Moria? -gritó-
Hubo una cascada de risas roncas, como piedras que se deslizan y caen en un pozo; en el medio del clamor de alzo una voz grave, dando órdenes. Bum, bum, bum, redoblaban los tambores en los abismos.
Gandalf fue el hueco de la puerta y estiró el brazo adelantando la vara, un relámpago enceguecedor iluminó el cuarto y el pasadizo, gracias a eso, Aralin pudo asomar la cabeza un instante, miró y dio un salto atrás mientras las flechas volaban alrededor seseando y silbando
-Son orcos -mencionó- y muchos, algunos corpulentos y malvados: uruks negros de Mordor aunque aún no se han decidido a atacar, un gran Troll de las cavernas o más, no podremos escapar por ahí -dijo-
-Y ninguna esperanza si vienen por la otra puerta -dijo Boromir-
-Aquí no se oye nada todavía -mencionó Aragorn desde la otra puerta- no podemos bloquear la puerta, no tenemos llave y la cerradura está rota y se abre hacia dentro pero...-dijo- ante todo, haremos que se demoren -habló torvamente, pasando el dedo por el filo de la espada, Andúril-
Unos pies pesados resonaron en el corredor, Boromir se lanzó contra la puerta y la cerró empujándola con el hombro, luego la sujeto acuñando la con hojas de espada quebradas y astillas de madera. Un golpe estremeció la puerta, se abrió lentamente, rechinando y desplazando las cuñas; un brazo voluminoso, de piel oscura, escamosa y verde apareció en la abertura. Había un silencio de muerte.
Boromir, Aragorn y Frodo saltaron sobre el enorme enemigo con pie grande, chato y sin dedos y junto a esto un golpe, luego otro y otro más, los orcos atacaban ahora con martillos y arietes, la puerta de ensanchó más, las flechas llegaron silbando pero todas fueron a dar contra la pared del norte y cayeron al suelo. Un cuerno llamó en seguida, unos pues se apresuraron y los orcos entraron saltando en la cámara.
Gimli le cortó la pierna a uno de ellos que estaba sobre la tumba de Balin, Boromir y Aragorn mataron a muchos, Aralin le cortó la cabeza a tres de un solo golpe y yo le atravesé la garganta a dos de ellos y cuando ya habían caído trece, el resto huyó chillando.
-¡Ahora es el momento! -gritó Gandalf- ¡Vamos, antes de que el Troll vuelva!
Pero antes de que Pippin y Merry hubieran llegado a la escalera exterior, un enorme jefe orco, casi de la altura de un hombre, vestido con malla negra de la cabeza a los pies, entró de un salto en la cámara, lo seguían otros que se apretaron en la puerta. La cara ancha y chata era morena, los ojos como carbones, la lengua roja; esgrimía una larga lanza que desvió la espada de Boromir y lo hico retroceder tirándolo al suelo.
Eludiendo la espada de Aragorn con rapidez de una serpiente, cargo contra la Compañía apuntando a Frodo con la lanza, Aralin intentó correr con su pierna herida para tratar de evitar que la lanza llegara al hobbit pero fue tarde, la lanza alcanzó a Frodo en el lado derecho u lo arrojó contra la pared. Aún estaba el orco dejando caer el asta y sacando la cimitarra, cuando Indúril le cayó sobre el yelmo. Hubo un estallido, como una llama, y el yelmo se abrió en dos. El orco cayó, la cabeza hendida. Los que venían detrás huyeron dando gritos y Aragorn y Boromir acometieron contra ellos.
Bum, bum, la voz resonó de nuevo.
-¡Ahora! -gritó Gandalf- es nuestra última posibilidad ¡Corramos!
Aragorn recogió a Frodo mientras yo me detuve para asegurarme que Aralin pudiera correr por sí misma y arrastrar a Gimli que se había detenido junto a la tumba de Balin.
-Me encuentro bien -jadeó Frodo sorprendiéndonos a todos-
-Este no es momento de sorprenderse ¡todos, escaleras abajo! -ordenó Gandalf-
Descendimos una larga escalera tanteando las paredes, miramos atrás pero no vimos nada, excepto el resplandor de la vara de Gandalf y de vez en cuando se escuchaban los redobles del tambor bum, bum. Una luz balanza se encendió un momento en lo alto de la escalera, se oyó en seguida un rumor sordo y un golpe pesado. El tambor redobló furiosamente, bum, bum, bum.
-He hecho lo que he podido -dijo el mago- pero bueno, vamos vamos, sígannos ¡Ven conmigo Gimli!
Bum, bum sonaron otra vez, apagados y lejanos pero venían siguiéndonos
* * *
-¡Esta haciendo calor! -se quejó Aralin- ya tendríamos que estar por lo menos a nivel de las Puertas
Gandalf se sentó en un escalón con ayuda de Gimli.
-¿Descubriste a quien tocaba el tambor? -preguntó el enano-
-No en verdad...
Siguieron hablando entre ellos, yo les dejé de prestar atención en cuando vi que Aralin trataba de sentarse en el escalón. Me acerqué a ella la ayudé agarrándola de la cintura pero de un momento a otro...resbalé, caí sobre ella.
-Lo siento -me disculpé-
-Descuida -sonrió-
Me quede anonadado viendo sus hermosos ojos café con la poca luz que había y bajé mi vista a sus labios, nervioso, relamí los míos acercándome lentamente a ella mientras sentía como mi corazón latía rápidamente, roce sus labios y entonces...
-Hey, tenemos que seguir la marcha -dijo Sam-
(N.A: wuajaja soy mala siempre interrumpo sus besos *inserte sonrisa malvada*)
Me levanté y estiré mi mano para ayudar a Aralin quien imitó mi acción pero, antes de avanzar la jalé hacia mi y deposité un segundo beso en sus labios, aunque, ella no sabía que era el segundo, mi sorpresa fue el ver como ella lo correspondía.
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Amor Oculto (Legolas y Aralin)
FanfictionEl Único ha sido encontrado, la guerra se desatara pronto Diez acompañantes irán a destruir el anillo pero por el camino se separaran. Un elfo, un enano, un mago, dos hombres, cuatro hobbits y...¿una mujer? Él es un elfo, ella una princesa. Él es...