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UN MES DESPUÉS
Las cejas de Jake se fruncieron cuando entró al recinto. —Rich, ¿qué estás haciendo?
Rich había estado de pie en medio del recinto vestido de negro mientras acunaba una caja de pañuelos contra su pecho con fuerza. También estaba llorando en voz alta con exagerados resoplidos mientras dejaba un rastro de pañuelos arrugados detrás de él en cada paso que daba.
—¡Estoy de luto! —lloró antes de arrojarse a Jake para darle un abrazo.
Sus ojos se agrandaron mientras miraba alrededor del revinto en busca de alguien que le explicara lo que estaba pasando en este momento. Torpemente le dio una palmada a Rich en la espalda antes de empujarlo, lo que Rich no se lo puso fácil.
—¿Qué diablos está pasando? —Jake resopló finalmente mientras arqueaba una ceja hacia Rich.
—Mira —señaló con un dedo tembloroso hacia el escritorio de Jay antes de sonarse la nariz ruidosamente con un pañuelo de papel.
Jake frunció el ceño y se acercó un paso al escritorio de Jay cuando no pudo encontrar nada fuera de lo común. Después de una inspección más cercana se dio cuenta de lo que estaba mal. La placa que decía "Jay Halstead", bueno, ya no decía eso.
—Está bien, ¿qué está pasando? —Jake gritó mientras su cabeza corría a una milla por minuto tratando de entender qué significaba todo esto.
—¿Eres tonto o solo estás tratando de lastimarme? —Rich lo miró—. ¿No es obvio? ¿Por qué me haces revivir el dolor? ¡Se separaron!
