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—EL ATRACO DE HALLOWEEN DE ESTE AÑO ES UN DESEMPATE de tres vías para determinar el campeón de campeones —dijo Jake dramáticamente en la sesión informativa de la mañana—. Jugaremos por esto: una placa que dice: "El detective / genio definitivo".
—Tú y Zapata deberían renunciar ahora —se burló Raymond—. Vamos oy a pisotear tus sueños.
Jake se rió entre dientes. —Es divertido verte tan apasionado.
—Los cortaré a los dos desde la boca hasta el ano y los usaré como chaquetas —respondió con seriedad.
Natasha entrecerró los ojos ante la figura de su padre. —No si primero lo desgarro miembro a miembro.
—Wow —Jake exhaló mientras miraba entre los dos y se rió entre dientes—. ¿Es extraño que eso me excitara un poco? No importa.
—Bueno, apuesto por mis pequeños pastelitos cubanos —sonrió Rich—. Al campeón defensor.
Jake se burló acaloradamente. —La única razón por la que ganó es porque nadie sabía que estaba jugando —entrecerró los ojos hacia su novia—. Fue un acto patético de pura cobardía.
—Vaya, ella es tu novia, Peralta —le recordó Terry con los ojos muy abiertos.
—Esta noche no, no lo es —dijo dramáticamente antes de darle a Natasha una sonrisa amorosa—. Aunque no beses a nadie más. Te amo mucho. Pero sigamos adelante. La placa se mantendrá en esto.
Las cejas de Natasha se fruncieron ante el cabujón rosa que había pintado con spray de negro tantos años atrás. —¿Es ese el caboodle de mi niñez lo que tenía que fingir que me gustaba?
—¿Me mintió acerca de que te gustaba? —Raymond frunció el ceño antes de que apareciera una mirada de comprensión—. Así que por eso lo teñiste de negro.
