One-shots [KuroxMaya]

El desfile de París- Primera Cita.

Era un bello Lunes para nuestras protagonistas. El sol se asomaba suavemente, la brisa de aire era fresca y el paisaje era pintoresco, un día perfecto para que salieran a pasear.

O en este caso, a comenzar con su elección.

-¡¿CÓMO DEJÉ QUE OCURRIERA ESTO?!

Claudine era un desastre mentalmente ¿Porque había dejado que sus amigas empezaran a competir por una estupidez como una invitación? Caminaba en su habitación de un lado hacia otro sin dejar de pensar en todas las cosas que habían dicho ayer. Maya sólo la miraba preocupada, lo que menos quería era que ella se estresara más de lo debido, ya que había prometido que sería una buena experiencia la que tendrían.

Pero ahora, con la propuesta de sus amigas, probablemente terminarían haciendo totalmente lo contrario.

-Ma Claudine.

-¡Increíble, realmente increíble y molesto!

-Ma Claudine.

-Yo sé que somos rivales al mismo tiempo, ¡Pero no para discutir por esta clase de cosas!- se sentó molesta en el borde de la cama cruzando sus brazos con una mirada de fastidio.

-Ma Claudine- era el tercer intento de la pelicafé en atraer su atención y falló nuevamente.

-¡¿Porqué no dije nada?! No, más bien, ¡No me escucharon! Ugh Kaoruko te juro que cuando sea su turno la voy a- fue interrumpida por un suave tacto desde su espalda que la hizo reaccionar. Las manos de la ojiamatista subieron hacia los hombros para luego masajear suavemente aquella zona.

-Ma Claudine, cálmate por favor.

La francesa aún se preguntaba cómo en tan poco tiempo había encontrado ciertas debilidades en su cuerpo, debía admitir que le gustaba cada toque que Maya hacía, sólo que aún le causaba algo de curiosidad el querer saberlo.

Comenzó a respirar adecuadamente y cuando el aire logró llegar, se dió cuenta de que estaba quizás demasiado alterada. Comprendió las intenciones de su pareja, pero claramente no iba a demostrar que se había dado cuenta, ya que allí era cuando la purasangre la molestaba un poco.

Se dió vuelta para verla directamente a sus ojos, contemplando los bellos orbes amatista de la contraria, que como siempre eran brillantes y hermosos, lo suficiente para ser una de las razones que la enamoraron tanto de ella desde un inicio.

-M-Maya lo siento....- suspiró arrepentida -¿Dijiste algo verdad?- la nombrada asintió -Enserio lo lamento, ¿puedo oírlo de nue- fue interrumpida por los dulces labios de la pelicafé juntándose con los de ella, lento y con pasión.

Tomó sus dos manos de un modo algo brusco y las acercó para que ella perdiera el equilibrio, por ende, cayeron juntas en su cama, lado a lado.

-Tú sí que eres increíblemente molesta.

-Gracias por el cumplido Ma Claudine.

-Enserio, si sólo querías un beso no era necesario hacer eso...- le respondió con algo de timidez y su característico rubor en las mejillas.

-De hecho....- la tomó del mentón con una mano y con la otra acarició su cuerpo-Te pediría más que un beso.....- dejó un espacio de "suspenso" mientras Claudine la miraba sorprendida -Pero no podemos- se levantó rápidamente de la cama-Vamos, no queremos hacer esperar a Daiba y Hoshimi-san.

La francesa se ruborizó completamente para luego lanzarle la almohada y gritarle que no debía ilusionarla de esa forma. Maya sonrió y ambas comenzaron a prepararse para lo que sería su primera cita doble con sus amigas.