One-shots [KuroxMaya]

"Cómo una mamá Pt.2"

Ya habían pasado dos semanas desde que la pareja se había separado. Al menos por parte de la purasangre.

Claudine había intentado contactarla ya que ese día lo único que pudo hacer fue quedar en shock mientras que la mayor tomaba sus cosas y le decía que no se preocupara, que encontraría un lugar donde quedarse, ya que no quería que ella fuese la que se moviese de allí, no era capaz de arrebatarle su hogar.

Pero jamás le contestaba, ni un sólo mensaje, correo, menos llamadas. No quería involucrar a sus amigas tal como se había dicho antes y por ende no sabía si ella estaba teniendo contacto con alguna de sus respectivas compañeras. Realmente le preocupaba el no enterarse de nada y más doloroso era para ella ver que cada mensaje era marcado con un tic que significaba que lo había "leído".

—La extraño...... La extraño tanto— estaba acostada, en su habitación de ahora aspecto sombrío, sin duda era un desorden, comida y basura por todos lados, ya limpiaría después pero no tenía ánimos de hacerlo, también diferentes prendas de ropa estaban tiradas en el suelo y no había iluminación, no podía sentirse más miserable sin ella y para peor, se culpaba sentía que seguramente le terminó por alguna actitud suya. No tenía fuerzas, y su estómago estaba revuelto de tantos alimentos que ingirió, por último lo único que atinó a hacer fue a abrazar con debilidad la almohada que Maya siempre solía usar. Aún conservaba su esencia, sin duda no la reemplazaba pero por alguna razón la reconfortaba un poco.

Se sentía triste, muy triste.

No entendía porqué su chica que le había prometido estar siempre a su lado de un momento a otro la había dejado.... ¿Quizás no era lo suficientemente buena aún? Quizás necesitaba cambiar más.... No, eso no es lo que Maya le decía, la quería tal como era.

Se pasaron mil razones por su cabeza, pero ninguna tenía justificación, las palabras de su ahora ex-pareja seguían contradiciendo todo lo que se le ocurriese y luego de un rato se cansó mentalmente, iba a tomarse una siesta e intentar dormir.... Lo que tanto le costó hasta ahora.

Pero fue interrumpida cuando escuchó una llamada entrante de su teléfono y se sorprendió al ver de quién era.

—¿Ko...haru?

Desde ese programa de intercambio que tuvieron Seisho y Seiran tanto Maya como Claudine se habían hecho muy amigas de la ojiazul con el pasar del tiempo, aunque a la primera le costaba admitirlo, compartieron momentos muy agradables juntas y cuando podían incluían a la pareja de esta. Y así había sido hasta ahora.

Claro que cuando se mudaron cambió un poco su situación. Esto se debía a que ella vivía casi saliendo de la ciudad y no solían coincidir en las obras o películas en las que trabajaban, además de que el tiempo libre que la azabache tenía lo usaba para pasarlo con su amada Hisame ya que además su horario era muy ocupado. De cierta manera le alegró haber recibido su llamada.

Le explicó que quería pasar a verla, ya que estaba comprando unas cosas en el centro, ya que la extrañaba mucho, si bien ella no era expresiva con sus emociones, tanto la purasangre con la francesa se habían convertido en personas de su círculo más cercano.

La rubia le respondió que sí podía y que le abriría en un segundo. Le cortó y se fue a peinar un poco su cabello, tenía bastante confianza con ella, así que no le importaba que la viese literalmente en pijama.

Cuando escuchó dos toques en su puerta, fue a atenderla de inmediato y lo primero que vió fue la cara sorprendida de su amiga para después dejarla pasar.

—¡Dios mío Saijo-san! ¿Qué te ocurrió?

—¿Porqué lo dices?

La examinó mejor esta vez, de pies a cabeza, entendiendo claramente que llevaba días de esa forma, además de notar unas ojeras muy marcadas, lo que le indicaba que tampoco había podido dormir bien.