One-shots [KuroxMaya]

El desfile de París- Final.

—Saijo-san.

Era la décima vez que Tendo Maya tocaba su puerta sin éxito alguno. La entendía.... Había herido sus sentimientos de una de las peores formas, mintiendo. Y eso bastaba para que estuviera tan dolida.

—Por favor.... Saijo-san. Sé que debí haber sido honesta, pero no quería que te preocuparas.... Has hecho tanto por mí y yo quería devolvértelo de la misma forma y de repente... Mis padres me exigieron estar ahí el mismo día del modelaje. Créeme que lo que menos quiero es ir con ellos, aquí tú eres la que me importa.

Lo único que recibió como respuesta fue escuchar al otro lado los quejidos de su amada, que se encontraba en el suelo, de rodillas, llorando porque no creía aún que Maya, su Maya, quién siempre había sido honesta, le haya mentido descaradamente sobre algo tan importante.

—Saijo-san.... Por favor déjame entrar. No diré nada si quieres, pero necesito quedarme tranquila sabiendo que no seguirás así.... P-Por favor Ma Claudine— rogó finalmente con su última oportunidad en juego.

Hasta que finalmente.... La francesa decidió abrir un poco su puerta, dejándola ver destrozada, con pocas fuerzas para moverse, con un vacío en sus ojos. Maya fue de inmediato a sostenerla en silencio, cerrando la puerta antes, el hecho de sólo verla así le partía el corazón.

—Saijo-san.... L-Lo lamento....— susurró escuchando los llantos de su pareja que la sujetaba fuertemente.

—P-Prometiste que n-no dirías nada idiota.

—L-Lo siento.

Acarició la espalda de su pareja y comenzó a besarle por todo el rostro para tranquilizarla. Cada beso representaba una disculpa honesta de parte de la purasangre y cada beso hacía que la ojirosa de a poco se tranquilizara.

—Perdóname por mentirte. Me siento la peor persona del mundo, yo.... Prometí que no te mentiría y tú fuiste tan buena conmigo.... Perdóname Saijo-san, entiendo si no quieres disculparme de inmediato.

—¡B-Basta! Ni siquiera eres capaz de cumplir esta promesa— respondió algo molesta mientras le apretaba un poco su ropa.

—L-Lo siento... Me callaré desde ahora.

Y el silencio reinó el ambiente.

Claudine no quería escuchar nada, ni una palabra de nadie, mientras que la purasangre tenía un debate interno consigo misma ¿Debería continuar de todas maneras?....¿O quizás darle su espacio?

Estuvieron por varios minutos abrazadas en el suelo, mientras la mayor simplemente le acariciaba con tal de que se sintiera mejor.

Pero Tendo Maya aún no estaba tranquila.

“La hice sentir horrible... No merezco nada de lo que me ha dado. Siempre he dicho que no quiero parecerme a mis padres pero finalmente.... Creo que lo terminaré siendo”

Pensó algo agobiada y preocupada, mordiéndose el labio levemente. Estaba demasiado frustrada, sus padres siempre le habían hecho la vida imposible desde que tenía memoria y a causa de esto, varias citas que programaba con Claudine siempre fueron canceladas. Estaba harta, debía haber una forma de que se detuviera.

“Por supuesto que la hay... Soy yo que no quiero ver la respuesta”

—Tendo Maya.

—¿Ah s-sí?

—Detesto cuando sobrepiensas las cosas— suspiró ya un poco más relajada—Entiendo que no puedas ir, ya no estoy tan....molesta. Ve a esa reunión de tus padres.... No hay problema.