Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤

Gustabo

Después de tanto tiempo viviendo en aquel apartamento Greco medio te obligo a que lo limpiaras y te deshicieras de todo aquello que ya no usabas o que solo te anclaba a tu pasado, por muchos días y semanas habías escapado de aquello pero en el fondo sabías que era necesario para seguir adelante con tu vida, así que ese fin de semana que Greco bajaba a la ciudad aprovecharías para deshacerte de todas tus anclas del pasado.

A las diez de la mañana tu timbre sonó, abriste la puerta encontrándote con aquel chico, este traía una dulce sonrisa en la cara, levantó la mano enseñándote que te había traído el desayuno, tu te apartaste para que pasara, para luego cerrar la puerta, como era por costumbre en tu casa el chico se descalzó y ando hacia la cocina seguido de Doggy tu dálmata, escuchaste el sonido de la cafetera preparando café y te reíste al ver que Greco ya era uno de esa casa.

- Tu como si estuvieras en tu casa no te cortes. Dijiste apoyada en el marco de la puerta de la cocina mientras acariciabas a tu perro.

- Es la costumbre. Dijo mientras sacaba dos tazas para el café.

Realmente el chico razón no le faltaba pues durante todo lo que habías vivido en aquel apartamento el se había quedado a dormir, a comer, a cenar,  vamos que ya era como si fuese su casa, viste como colocaba los vasos y te miro a la espera de que te sentaras. Durante cuarenta minutos estuvisteis hablando y desayunando olvidando por completo el por que de aquella quedada.

- ¿Bueno estas lista?

- Creo que sí, pero aunque no lo estuviera tengo que hacerlo algún día.

- Esa es la actitud. Dijo pasando un brazo por tus hombros.- Además estoy aquí para apoyarte. Dicho esto te dio un beso en la cabeza.

- No se que haría sin ti.

- Vivirías en un estercolero

- No te pases que de los dos eres tu el que tiene más posibilidades de vivir en un coche

- Pues sí para que mentir. Dijo riéndose

Aquella limpieza empezó despues de varios minutos de risas, todo comenzó viento en popa en los armarios y cajones del salón, Greco preparó dos cajas una para donar y otra para tirar, conforme los minutos pasaban ambas cajas se iban llenando, pero no fue hasta que llegasteis a tu cuarto cuando todo se torció.

Abriste uno de los armarios que hacía ya tiempo que no revisabas pues justo en ese armario había ropa que ya no utilizabas además de mantas para cuando llegara la ola de frío tradicional de todos los años. Greco abrió una de las puertas para luego mirarte.

- ¿ Empiezas con este?. Te pregunto.

- Si empieza a sacar cosas y ahora las reviso, quiero terminar con este cajón primero

- Entendido.

El chico cogió todo de golpe y lo tiró a la cama, tu lo miraste con una ceja levantada para a continuación reírte.

- No serás tú mis finura 2020 ¿no?

- No has dicho como lo tenia que sacar

- Ya ya.

Greco siguió sacando cosas de ese armario esta vez con mas cuidado, mientras que el lo hacia tu te levantaste y empezaste a clasificar toda la ropa que estaba tirada de cualquier manera, de repente entre medio de tanta cosa divisaste algo de color rojo, con cuidado lo cogiste. Al ver aquella chaqueta vieja miles de recuerdos volvieron a tu mente, con cuidado te la acercaste a tu cara y oliste aquella colonia que a Gustabo le gustaba tanto llevar, las lágrimas recorrieron tu cara aun con una sonrisa en ella.

- Greco creo que hemos terminado de limpiar. Dijiste

- Pero sin todavía queda todo lo de la cama.

Cuando Rodriguez te miro y vio aquella chaqueta entre tus manos comprendió totalmente a lo que te referías, se levantó del suelo y caminó hacia ti.

- Si necesitas algo, lo que sea, sabes que estoy a una llamada de teléfono.

- Lo se, gracias por todo Greco

- Ni me las des

Greco abandonó la habitación dejándote allí con tus recuerdos y con la chaqueta que siempre llevaba aquel muchacho que te robó el corazón y que por mucho tiempo te dio todo lo que él tenía y más.

- Es su maldita chaqueta. Susurraste. - Es tu maldita chaqueta que te ponías hasta para ir dormir, es tu maldita chaqueta la cual odiaba y que ahora amo porque es lo único que me queda de ti. Dijiste mientras abrazabas a aquella vieja chaqueta.