C de Conway

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Aquel sobre blanco no era la primera vez que volvía a estar encima de aquel montón de carpetas que el superintendente tenía encima de su escritorio, cada vez que leía aquellas letras doradas tiraba el sobre a la basura y cada vez que Volkov lo encontraba lo limpiaba y volvía a colocar en aquel montón, pues sabía perfectamente que era lo que contenía y nuevamente comenzaba otra vez.

Pero aquella tarde eso no ocurrió, Conway vio aquel sobre ya un poco arrugado encima de su mesa, suspiro cansado de que aquello día tras día apareciese en su mesa y se pregunto quien seria la persona que siempre se lo dejaba, enfadado se sentó en su silla de cuero y encendió el ordenador, observó como la pantalla se iba cargando para luego mostrar un fondo cualquiera de escritorio, se desabrocho los botones de las mangas de su camisa blanca y empezó a rellenar todo aquel papeleo que Michelle le había pedido escasos minutos atrás intentando que su vista no se desviara a aquel sobre ni a lo que contenía.

Después de dos horas en pleno silencio cosa extraña para esa comisaría la puerta del despacho de Jack se abrió, por ella la cabeza de un chico de tez clara y pelo rubio se asomó con su característica sonrisa, pidió permiso para entrar y el superintendente con su voz grave le dejo, no sin antes esconder el sobre que aún estaba en la mesa entre aquellas carpetas viejas.

-  Superintendente solo vengo a informarle de que tanto Horacio como yo hemos acabado, y que nos vamos a juntar con ya sabe.... ellos

-  De acuerdo, tened cuidado y que no os descubran, no hagáis gilipolleces ¿entendido?. Dijo mirándolo fijamente con su característica mirada con la que a todos intimidaba

-  10-4 super, nos vemos mañana. Dijo Gustabo antes de abandonar la sala y dejar al de pelo negro allí solo

Conway no dijo nada más, tan solo volvió la vista hacia la pantalla del ordenador y rezo para sus adentros que aquellos cadetes no fueran descubiertos por la organización o peor que terminaran como muchos antes otros, en una tumba o a saber donde. Con aquello metido en la mente desvió su mirada hacia cualquier punto de la sala, quiso desconectar así que agarró una carpeta cualquiera intentando que aquello que hubiera en su interior le hiciera olvidar su preocupación por aquellos chicos y no se si fue buena o mala suerte pues justo en el interior de la que agarró estaba ese sobre que tanto odiaba.

-  Jack Conway. Leyó en un susurro aquellas letras doradas.

Fue a tirar el sobre pero algo le decía que este a la mañana siguiente volvería a aparecer en su mesa, así que simplemente abrió uno de los cajones de su mesa para después tirar el sobre en el y cerrarlo, pero conforme lo hizo volvió a abrir aquel cajón, agarró el sobre y por fin después de dos semanas tuvo el valor de abrirlo, con cuidado sacó el papel que contenía el sobre y leyó despacio todo lo que contenía causando que unas cuantas lágrimas aparecieran en aquellos ojos, pero estas nunca salieron

De golpe volvió a guardar aquella nota en el sobre, se limpio los ojos con el reverso de su mano, apago el ordenador y agarro su chaqueta de traje para luego simplemente abandonar su despacho, bajo las escaleras con semblante serio y ante la atenta mirada de todos subió a su coche y abandonó aquel lugar no siendo ni siquiera su hora de partir.

En el coche conecto la radio para que aquella nota dejara de molestar a su triste corazón, condujo sin rumbo tan solo para no hablar con nadie pero lo que no se fijó fue que terminó directamente donde menos quería estar o por lo menos eso era lo que pensaba, pues conforme vio aquel pequeño cartel anunciando aquella exposición de fotos aparco y tan solo entro. Ando esquivando a la gente y tan solo fijándose en aquellas fotos colgadas en las paredes blancas de la sala, ninguna le llamaba la atención hasta que llegó al cuadro más grande, aquel cuadro donde había una persona que él tan bien conocía, aquella fotografía que había evitado ver a toda costa, tan solo ella le había llamado la atención quedándose en silencio mirándola.

-  Buenas superintendente. Se escuchó a un hombre con acento ruso

-  Volkov. Dijo Conway sin quitarle la vista a la foto

-  Me alegra que al final haya venido, seguro que a Johnson le encantará que esté aquí. Dijo Viktor. - Realmente pensé que nunca vendría, como siempre tiraba la invitación

-  Y tú siempre me la dejabas, ¿ me equivoco?

-  No señor, no se equivoca

-  Bueno pues aquí estoy, por cierto ¿ sabes si Jonhson vende esta foto?

-  Creo que no Conway, pero le puedo preguntar si lo desea

-  Si. Dijo apartando la mirada de su comisario y centrándola en la chica de la foto

-  Pero ¿ por qué esa foto?, con todas las que están colgadas ¿ por qué?. Preguntó Viktor curioso

-  Por qué esta foto es la última de ella. Dijo con tono melancólico.

-  ¿ De quién?

-  De ______, esa foto es de una semana antes de que aquel asesino acabara con su vida, ese es el momento que ella ganó su última carrera. Dijo intentando no romperse

-  ¿ Por eso no quería venir?

-  Antes de que Johnson abriera su exposición pase por aquí con el patrulla, vi como colgaban esta foto, la vi a ella y todo mi mundo se fue abajo, después de casi diez años algo de ella volvía a mi vida, después de tanto tenía algo de ella, pero no me sentía capaz de estar aquí, hasta hoy.

Viktor no supo qué decir después de escuchar aquellas palabras, observó a su superior roto totalmente y aunque en su interior quería preguntarle todo lo que había ocurrido y quién era ella, se las guardó totalmente para él, lo que no se espero es que Conway siguiera hablando.

-  Hoy, en nuestro treinta aniversario, hoy por fin he tenido el valor para verla y decirle nuevamente que la quiero y la extraño.

Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora