Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤

Egoland 💀

De repente sentiste como las rocas que deberían sostener tus pies y mantenerte a salvo se desprendía poco a poco, te asustaste al sentir aquello, de repente notaste el viento más fuerte y para cuando te quisiste dar cuenta aquella persona que tenías delante se alejaba cada vez más, sus manos se volvían cada vez más pequeñas y el cielo se veía cada vez mejor.

Ahí fue cuando tu cerebro, el cual estaba en shock por todo lo ocurrido despertó mostrándote como aquel animal, pues no tenía otro nombre, te había empujado hacia aquel barranco sin ni siquiera pensárselo dos veces, tus ojos se llenaron de lágrimas al ver aquel trozo de tierra alejarse cada vez más y tus venas ardieron al ver la cara de aquel chico sonreír victorioso al haber conseguido todo aquello que a ti te pertenecía.

Quisiste gritarle y maldecirle, pero el choque de tu cuerpo en el agua helada del rio hizo que automáticamente todo tu ser y tu cuerpo se desconectara como si de un ordenador sin luz, mientras en lo alto de aquel barranco el chico al que habías dado casa y alimentos se reía por aquello que acaba de hacer, comprobó que su trabajo había terminado y tiró las únicas cosas que podrían hacerle culpable de tu desaparición, luego simplemente cogió sus cosas y ando dirección a donde vivías para quedarse con todo lo que pudiera y más.

Y por desgracia aquel chico llego a tu casa y se quedó con ella, sin que nadie se enterara de lo que acababa de ocurrir, pues en aquella isla llamada Egoland, nadie conocía a nadie, todos eran enemigos, no había alianzas y si te fiabas de alguien que no fuera de tu equipo seguramente terminarías muerto antes del amanecer o tirado como te acababa de ocurrir a ti.

Y asi el hombre de pelo negro se quedo con todo lo que tenias, la gente que pasaba por los alrededores era atacada haciendo que nadie sospechara de que aquella casa no era suya, pero lo que no sabia aquel hombre era que muy lejos de la zona donde te arrojo sin piedad tu cuerpo había flotado con la corriente quedándote varada en la orilla del rio, donde el bosque cubre mas y donde se suponía que no había nadie viviendo, digo supone por que un chico de pelos rubios y de complexión fuerte te encontró allí tirada, se fijo en tus labios morados por el frio del agua y en tu cuerpo malherido seguramente de darse con las rocas del rio, se acerco con cuidado lanza en mano temiendo que fuera una trampa, cuando ya estaba lo suficientemente cerca comprobó si estabas viva.

Vio cómo tu pecho subía lentamente y bajaba con dificultad, se colocó su lanza en la espalda y con cuidado te levanto, cargándote entre sus brazos, miró hacia todos los lados y comenzó a andar hacia la espesura del bosque para ya allí perderse entre sus hojas.

Tras rato caminando llego a su pequeña casa que compartía con la que era como su familia, abrio la puerta como pudo y conforme entro un pequeño cerdo negro fue la primera en recibirlo.

-  Hola Ruper. Dijo el chico rubio sonriendo. - A ver déjame pasar anda, que voy a ver si mamá la puede curar. Le dijo a la pequeña cerdita. - Violeta!. Grito

-  No grites, ¿ Qué quier....

La de pelo negro se quedo callada al ver al chico cargando el cuerpo de una chica inconsciente y llena de moratones y heridas, se acerco corriendo hacia el y comprobó que la chica aun respirase.

-  ¿ Qué ha pasado?. Dijo Violeta sin apartar la mirada de la cara de la chica.

-  No lo se, iba a cazar, me he acercado al rio para ver si pillaba algún ciervo bebiendo agua y me la he encontrado, estaba respirando así que he pensado en traerla y que tus prodigiosas manos le curen. Dijo sincero el chico a su novia.

-  Llévala a la antigua cama de Gemma, allí la curare, no te prometo nada Perxas

El chico obedeció a su novia, dejó a la castaña en la cama y dejo que Violetta la curara tranquila, la pelinegra empezó a curar todas las heridas con ayuda de su mejor ayudante Ruperta, aquel cerdito le entendía todo y era la que le pasaba todo lo que ella pidiera, tras un rato de coser y curar, la desconocida respiraba mejor y su cuerpo no temblaba tanto. Violetta salió de aquel cuarto con las manos manchadas se las lavó mientras Criss, su compañera de casa la miraba fijamente, la pelinegra no hablaba, pero tampoco la castaña.

-  ¿ Crees que sea peligrosa?. Preguntó Cris con una ceja levantada

-  No, creo que nunca ha pegado a nadie en su vida, además no tiene nada a su alcance para atacarnos

-  ¿Segura?

-  Segura. Dijo Violetta secándose las manos con un trozo de tela.

El ruido de alguien moviéndose se escuchó alertando a las dos chicas, ambas se miraron y cogieron cualquier cosa para defenderse, Cris su cuchillo y Violetta aquel cubo de metal que tenia vacío, Cris fue primero, abrió la puerta de la que venía el ruido encontrándose a la chica tirada en el suelo, Violetta soltó el cubo de golpe y corrió hacia ella.

-  No te deberías haber levantado, estás muy débil. Dijo gentilmente.

-  ¿ Dónde estoy?, ¿Qué hago aquí?, ¿ quiénes sois?. Dijiste asustada por la situación

-  Yo soy Violetta, ella es Cristina. Dijo mientras te ayudaba a sentarte. - Mi novio Perxita te encontró en el río y te trajo aquí para que te curase, así que tranquila no te vamos a hacer daño.

-  Y si es cierto ¿por que ella lleva un cuchillo?. Dijiste aun asustada

-  Tranquila no te va a hacer daño, ¿ verdad Cris?. Dijo mirándola mal, haciendo que la castaña guardará el cuchillo.

-  Si no te voy a hacer daño, ¿ por cierto qué hacías en el rio?

Tras aquella pregunta, tus ojos se volvieron a aguar, tu cuerpo tembló haciendo que la pelinegra te abrazara con cuidado, sintiéndote segura entre sus brazos y pudiendo contar todo lo que aquel ser te había hecho.

-  ¿ cómo te llamas?. Te pregunto Cris

-  _________

-  Pues ______, te aseguro que aquí estás totalmente a salvo y que encontraremos a ese loco desquiciado que te ha quitado todo, así que bienvenida a esta loca familia.

-  Gracias. Dijiste mirándolas a las dos para luego darle un abrazo a Violetta.