Juanjo (II)

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Pero como he dicho aquel hombre era ajeno a lo que hacía su hija, pues su relación no era muy buena desde que su madre se fue, bueno desde que su madre fue asesinada por aquellos hombres que la tenían jurada con el marine, causando que desde los quince años de edad odiara tanto a su padre como la profesión que ejercía, pero eso por desgracia también lo desconocía aquel hombre.

-  Y bueno ¿ que te trae por aquí?. Le pregunto a su padre mientras le dejaba aquella taza de café

-  Hace tiempo que no me pasaba a ver como estabas, con todo esto de la comisaría, de las muertes de mis agentes y el instruir a nuevos cadetes no doy a basto. Reconoció Jack mientras le daba un sorbo al café. -  Espero que no te importe que me haya presentado sin avisar

-  Para nada. Mentiste pues te acababa de arruinar aquella maravillosa mañana con Juanjo.- Tan solo avisa antes de venir, que me has pillado en bragas y hoy por que libro sino te hubieras encontrado con la puerta cerrada y los maullidos de Miska. Dijiste mientras le dabas un par de chuches a la gatita

-  Si, no me había acordado de que estabas ya trabajando. Mintió pues lo sabía perfectamente.     - Así que para la próxima te aviso, promesa.

-  Gracias, solo pido eso.

-  Por cierto, hablando de trabajo, ¿ cómo te va por el taller?

-  Bastante bien, Armando es muy buen profesor, estoy aprendiendo mucho la verdad.

-  Y ¿ los demás?. Pregunto curioso

-  Igual, son un poco tontos la mayoría de veces pero bueno tu de eso sabes un poco porque vaya par de dos que tienes como cadetes. Dijiste refiriéndote a Gustabo y a Horacio, los cuales habías visto el día anterior en el taller.

-  Si bueno, un poco lo son, pero es lo que hay

Dicho esto Conway se mantuvo callado mirándote, no dijo nada y tan solo espero a que su hija dijera o hiciera algo, cosa que nunca ocurrió pues aquella chica estaba más pendiente de su gato que de su padre causando que este volviera a hablar

-  Y no me quieres contar nada más del trabajo o del taller.

-  No, no tengo mucho que contar, es un taller, no ocurre nada interesante, es mas tu has ido muchas veces a el. Dijiste sabiendo perfectamente el por qué de todas esas preguntas.

-  ¿ Segura?, no ha pasado nada.

-  Segurísima, papá se puede saber por qué tanto interés de repente en el taller. Dijiste mientras cruzabas los brazos y lo mirabas con una de tus cejas levantadas.

-  Por nada. Dijo pero tu mirada estaba totalmente clavada en él haciéndole sentir entre la espada y la pared, comprendiendo cómo se sentía cada uno de las personas que el interrogaba.

-  Papa. Le dijiste bastante seria. - Di ya el verdadero motivo de esta visita

-  De acuerdo, realmente he venido para que me hagas un pequeño favor

-  Ajam...

-  Es sobre el taller y lo que hacen en él. Te dijo mirándote fijamente a los ojos

-  Arreglar coches, cambiar ruedas, vamos lo normal de un taller. Dijiste mirándolo haciendo como si no supieras nada de lo que en verdad se hacía entre esas cuatro paredes

-  Eso tan solo es una tapadera, detrás de eso se esconde una de las mafias más poderosas y sanguinarias de esta ciudad

Dicho esto Jack se quedó callado mientras no quitaba la vista de su hija, la cual tras rato mirando a su padre soltó una leve risa causando que aquel hombre arqueara las cejas y la mirara aun más serio haciendo que la risa se desvaneciera en un momento

Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora