Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤

Ivanov

La lluvia de los Santos casi siempre había sido un coñazo para ti, las calles se llenaban de gente corriendo de un lado para otro, los conductores parecían que no sabían conducir provocando más accidentes y más trabajo para la policía, lo que provocaba que el superintendente estuviera de más malhumor que de costumbre haciendo que la vida de la comisaría fuera peor que otros días.

En el pasado la amabas, para ti era como un remanso de paz en tu ajetreada vida pero desde que Conway entro en tu vida se había convertido en un verdadero suplicio, pero todo eso cambió cuando conociste a un chico muy especial, el comisario Ivanov o como lo conociste el cadete Ivanov te enseñó que aquel día de lluvia era lo mejor para patrullar pues ambos os quedabais en el patrulla bebiendo batidos de chocolate y comiendo cualquier guarreria y si algún caso o accidente pasaba nunca os tocaba pues Ivanov era mucho de patrullar lo más lejos posible de la ciudad así que nunca teníais que ir a aquellos sitios.

Pero en aquel día de lluvia estabas sola mirando por la ventana, apreciando como las gotas de agua corrían por la gran cristalera que tenías justo delante tuya, sonreíste al ver a tus compañeros irse a patrullar y te despediste de aquel chico con barba y gafas de sol que se había parado en mitad de la calle para despedirse sin importar que aquel uniforme tan pesado que llevaba se volviera mas pesado aun con la lluvia.

-  Adiós Greco. Susurraste con una sonrisa en los labios.

El chico antes mencionado se metió corriendo en el coche con su compañero Moussa, reíste al ver cómo casi se caía por los charcos, negaste con la cabeza viendo que siempre le salía la vena torpe cuando menos esperabas, miraste un momento a la ciudad para luego abandonar aquel lugar para seguir trabajando.

Andaste dirección hacia los despachos para seguir con aquella montaña de papeles que Volkov había dejado en tu mesa, te sentaste y empezaste a leer todos aquellos casos que se tenían que cerrar y terminar el papeleo, pero conforme ibas leyendo aquellas carpetas se te hacían bastantes conocidas.

-  Que raro, parece como si esto ya lo hubiera rellenado, se habrá equivocado Viktor. Dijiste bastante confusa.

Para comprobar si aquello que estabas rellenando era papeleo repetido o una simple casualidad leíste otra de las carpetas que tenias en la mesa, al ver que era lo mismo las cogiste y fuiste al despacho del ruso para pedirle explicaciones de aquella broma de tan mal gusto.

-  ¿ Se puede saber por qué me has dado todo esto si ya está rellenado? Viktor. Dijiste entrando en el despacho de tu compañero.

Pero allí no había nadie, solamente la chaqueta de Viktor colgada en la silla como de costumbre, te quedaste extrañada y volviste a tu despacho para llamar al ruso, al llegar dejaste las carpetas en tu mesa nuevamente, te sentaste pero cuando fuiste a llamar al ruso tu teléfono sonó, era Greco preguntándote sobre un robo del que ya había pasado un mes, tu le contestaste a todas sus preguntas para a continuación cortar la llamada.

-  No puede ser, esta conversación ya la habíamos tenido, estos informes los rellene ya hace meses, me estaré volviendo loca. Dijiste preocupada.- Si esto es un deja vú ahora se romperá el pc. Dijiste recordando aquel día.

Y como si por arte de magia tus palabras fueran el destino a aquel pc se le puso la pantalla azul tal y como había ocurrido en el pasado, te quedaste sin palabras intentando entender lo que acababa de pasar.

-  Esto no puede ser real, me estoy volviendo loca de tanto trabajar, es eso seguro, pero y si no es lo que creo y si es solo un sueño muy real.

Te quedaste en silencio pensando en aquello, de repente caíste en una cosa, si este día se estaba repitiendo como tu cabeza pensaba y no era tan solo pura casualidad, abajo estaría alguien en recepción, al darte cuenta de ese detalle saliste corriendo escaleras a abajo, en el camino chocaste con Horacio, al cual le pediste disculpas mientras seguías corriendo, atravesaste  las puertas y miraste a la recepción la cual estaba Gustabo nada más.