Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤

Tortillaland🥔Carola (II)

Después de un rato los llantos de aquella castaña cesaron, Pol se separó un poco para ver a su amiga, esta estaba con los ojos rojos y el corazón roto por aquellas palabras que había dicho la sirena, unos metros más atrás Tani, Ibai y Nia observaban aquella escena algunos con el corazón en un puño otros con tristeza en la mirada.

______ intentó sonreír para dejar de preocupar a Pol, pero realmente no podía hacerlo, en cambio aquel hombre le dedicó una sonrisa dulce que hizo que el cuerpo de la castaña dejara de temblar, con cuidado ambos se levantaron, Pol volvió a abrazar a su amiga y dejo un beso en su cabeza para tratar de calmarla y decirle que todo saldría bien, ella apretó aquel abrazo e intento quitar las palabras de su mente. Sintió una mano en su hombro haciendo que se girara un poco y se separará de Pol, allí detrás suya se encontró con Tani, el cual también le brindo una sonrisa.

Tras un rato ______ decidió marchar a casa, todos los que estaban allí se prestaron voluntarios de acompañarla pero en ese momento la de ojos azules tan solo quería estar sola y pensar en todo aquello que había ocurrido y como lo haría de ahora en adelante, los chicos lo comprendieron y la dejaron marchar, esta comenzó a caminar por los senderos de tierra con la mente en todos lados y a la vez en ninguno, camino tanto que acabó a las puertas de aquella casa que tanto le gustaba.

Abrió las puertas de aquella casa y entró como de costumbre, recorrió todos los pasillos y salas que tenía y se quedó parada cuando llegó a aquel especie de comedor, se acercó a la hoguera que estaba justo en el centro de la estancia, se sentó a su vera y observó el fuego como antaño lo hacía con el propietario de la casa, mientras lo hacía el sonido de una patas sonaron, sonreíste al ver al pequeño lobito sentarse justo a tu lado y con ternura dejaste pequeñas caricias en la cabeza del can.

-  No se cuando vendrá. Dijiste mirando fijamente al fuego. - Ni se si te reconocerá o reconocerá a los demás, realmente no se nada Colmillo, ahora es todo tan confuso.

Un aullido por parte del lobo hizo que desviaras la mirada hacia el, este estaba acostado y mirándote como si te estuviera escuchando con atención, volviste a acariciarlo para luego levantarte, el pequeño lobito te siguió hasta la habitación del vikingo, se quedó en el umbral de la puerta esperándote y observó cada uno de tus movimientos, vio como sacabas una hoja y empezabas a escribir, noto como tus facciones cambiaban y cómo de repente te rompías a llorar haciendo que Colmillo se adentrará en la habitación para intentar calmarte.

Cuando te pudiste recomponer dejaste aquella nota encima de la mesita, alimentaste al pequeño animal y marchaste de aquel lugar que tan buenos ratos albergaba, comenzaste a andar y cuando ya llevabas unos pasos más observaste todo lo que te rodeaba, sonreíste melancólica y simplemente te despediste.

-  Algún día volveré y todo será como antes, mientras Odín protege al vikingo que vive en estas tierras ya que yo no puedo hacerlo.

Desde aquel momento algo en ________ no volvió a ser lo mismo, ella intentaba ser la de siempre pero todas aquellas pequeñas cosas que habían por el pueblo le recordaba a Carola haciendo que siempre estuviera triste aunque intentara aceptar la decisión de aquel hombre, por fortuna todos los del pueblo 2 apoyaron a la chica en todo y casi nunca la dejaban sola.

Mientras tanto el vikingo ya había vuelto a su casa, confuso por todo aquello siguió construyendo aquel barco el cual hacía ya bastantes meses que dejó de armarlo pues ya no tenía ninguna necesidad de marcharse de allí y dejar su nuevo hogar, pero eso él no se acordaba.

 Más de una vez bajó al pueblo para conseguir alguna que otra cosa que llevarse a la boca o que necesitara para aquella embarcación y siempre que lo hacía veía aquella castaña andando por aquellos senderos acompañada de gente pero con la mirada triste haciendo que aquel hombre le causara intriga y a la vez una tristeza que no sabía comprender.

En una de esas veces que bajo se encontró cara a cara a una chica de pelo negro y sonrisa dulce, esta se acerco muy efusivamente a el causando que este diera varios pasos hacia atrás por no fiarse de aquella mujer, pero conforme vio como actuaba bajo la guardia y le dio una oportunidad para que hablara, con cada palabra que soltaba su nueva amiga Violeta el vikingo bajaba mas la guardia y confiaba un poco mas en aquella extraña mujer.

-  De verdad Carola tu y yo somos amigos pa siemp

-  No se de que habla señorita, podemos ser amigos por que me cae bien, pero nos acabamos de conocer y no creo que seamos eso de amigos pa siemp

-  Que sí, que siempre hemos estado juntos, hemos ido a pescar, de aventura, te ayude con tu casa, vamos Carola recuérdame, recuérdanos a todos. Dijo Violeta agarrándole del brazo con lágrimas en los ojos.

-  No sé de qué me habla. Dijo el vikingo soltándose de su agarre y dándose la vuelta para marcharse

-  Hablo de que somos amigos, de que este pueblo es tu hogar, de ______ y cuanto te extraña, habló de todo aquello que perdiste y que no sabemos cómo hacértelo recordar.

El rubio se quedo callado mientras observaba aquel pueblo, cerró los ojos intentando comprender todo aquello que la chica le había gritado pues mientras lo hacía un sentimiento raro le carcomía por dentro, pero después de tanto aquel chico no habló y simplemente se marchó, durante los siguientes días la mente del vikingo se volvió más caótica, los sueños que de vez en cuando aparecían en su mente se habían vuelto una constante causando que cada vez que se despertaba todo fuera más lioso y que como de costumbre leyera aquella nota que tanta paz le traía.

Pero una noche ya se harto de todo aquello y de todos aquellos sueños que ya no sabía si eran reales o tan solo su cansada mente, bajo al pueblo y tocó aquella casa la cual había salido tanto en sus sueños, tocó a la puerta sin importar la hora que fuera, alguien abrió la puerta mientras se frotaba un ojo pues la acababan de despertar.

Conforme Carola vio aquella chica con el pelo un poco despeinado y medio dormida sonrió inconscientemente como cada vez que te veía en el pasado.

-  ¿ Qué haces aquí?. Preguntaste

-  Llevo haciéndome esa pregunta desde hace ya cinco meses, todas las noches leo una nota que hace que me sienta seguro y en todas las albas me despierto por culpa de aquellos sueños que ya no se si son recuerdos o mi cansada cabeza, así que no se que hago aquí pero mis pies y mi corazón me trajeron aquí.

-  A lo mejor te puedo ayudar con esos recuerdos. Dijiste sonriendo.

-  Algo me dice que si ________. Dijo mirándote a los ojos

Cuando escuchaste tu nombre de sus labios tu corazón volvió a latir y aquellas esperanzas de que aquel Carola que conociste volviera empezaron a florecer, te apartaste un poco y dejaste pasar a aquel hombre. Durante aquella noche y las siguientes hablasteis de todos esos sueños que Carola había tenido haciendo que poco a poco aquel vikingo volviera ser el que en el pasado fue.