Viktor Volkov

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El teléfono de la comisaría sonaba y sonaba pero nadie lo descolgaba, sonaba y sonaba haciendo que todos los que estuvieran cerca intentarán pasar de él evitando tener que atender otra de las denuncias de algún ciudadano que llamaba, seguía sonando ya hartando a una de las agentes que descansaba bueno que intentaba descansar en aquel vestuario, harta de aquel sonido tan irritante la agente Olsen se levantó cabreada de su sitio y camino con semblante serio hacia la entrada de comisaría.

A su paso fue mirando con cara de enojo a todo aquel que se cruzaba y más a aquellos que justamente estaban al lado del aparato y se hacían los ocupados para no descolgar aquello, de un movimiento levantaste el auricular del teléfono y te lo acercaste a la oreja, tras unos cuantos " ajams " y algún que otro apunte de la denuncia de aquella anciana mujer colgaste el aparato para a continuación suspirar y dirigirte a hacer aquel papeleo.

-  Tenías que haber dejado que sonara, ya se cansaría. Dijo uno de los tantos que evitaba el teléfono

-  Si, claro, lo normal, alguien llamando a la policía y todos escabulléndose de no responder, tenéis suerte de que fuera para una denuncia y no una llamada de socorro o peor que en vez de venir yo a contestar hubiera sido uno de los comisarios o el mismísimo superintendente. Dijiste antes de entrar a aquel pasillo que conducía a los despachos dejando al resto de los agentes callados.

Conforme la puerta se cerró detrás tuya negaste con la cabeza mientras pensabas cómo era posible que de los muchos que estaban allí hubiesen sido ascendidos antes que tú, si la mitad eran unos vagos y la otra mitad ni se sabían los códigos, aun enfadada por todo eso subiste las escaleras hacia los despachos ya allí tocaste con los nudillos a uno de las salas que tu tan bien te conocías

-  Adelante. Se escuchó del hombre que estaba en aquella sala

-  Superintendente acaba de llegar esta denuncia. Dijiste mientras entrabas en el despacho

-  Y para eso vienes, para una denuncia de mierda. Grito aquel hombre de semblante serio y gafas negras

-  Si, pero es que la denuncia tiene cosas de las que nos dijo que estuviéramos alerta. Dijiste enseñándole la hoja donde habías apuntado todo.

Al escuchar aquello Conway levantó la vista de aquellas carpetas que poco a poco habían inundado su mesa, se quedó callado esperando a que prosiguieras hablando pero viendo que aquello no ocurría se levantó de su silla de cuero y caminó decidido hacia ti haciendo que todo tu cuerpo se tensara pues pensabas que te gritaría como era costumbre de él, pero no tan solo agarro la nota y la leyó varias veces en su mente, para luego tan solo darse la vuelta y volver a hacer lo que estaba haciendo.

-   Solo era eso superintendente, no le molesto más. Dijiste aun un poco asustada mientras te dabas la vuelta y salías de la sala

-  Buen trabajo ______, gracias por la información. Dijo Conway mientras cerrabas la puerta.

-  Gracias Conway. Dijiste para después terminar de cerrarla

Pero aunque acababas de cerrar la puerta no fue ni dado tres pasos cuando escuchaste que alguien gritaba tu nombre, y ese no era nada más ni nada menos que aquel hombre de camisa blanca al que acababas de dejar en aquella sala, confusa de que te llamara tan pronto te diste la vuelta y volviste a entrar a aquel despacho.

-  ¿ Me ha llamado super?. Preguntaste

-  Si, tú eres ______ ¿no?

-  Si, sí que lo soy, pero como acabo de salir, pues sinceramente se me ha hecho raro

-  Ah, bueno es que se me había olvidado comunicarte algo. Dijo aún sin mirarte a los ojos pues estaba rellenando unos papeles. - Como tú has sido la que ha contestado a la denuncia creo que eres la indicada para ir a la casa de esta mujer e investigar más sobre los datos dados.

Youtubers and Streamers One Shot 2 ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora