𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝙏𝙄𝙈𝙄𝘿𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

¿Puedo tocarte?

Luego de varias fotografías más, la sesión terminó.

—¡Gracias por tu trabajo! Puedes cambiarte.

Jongseong tomó su ropa y luego miró a Jungwon.

—Hey, acompáñame al vestidor.

—¿Por qué? —le miró alzando una ceja.

—No hay colgadores, necesito que sostengas mi ropa.

—D-de acuerdo... —se acercó y luego de tomar la ropa, le acompañó hasta el vestidor.

—... Oye, puedo sentir tus ojos perforando mi espalda.

—¿Qué? No estaba mirándote. —el menor desvió la vista rápidamente.

Su espalda se veía como las de los superhéroes de los cómics; no tan musculosa, claro, pero... lucía genial.

—Bien, entra.

Park soltó una risita

—Te dije que no hay colgadores. Tienes que entrar conmigo. —lo tomó de la muñeca y ambos entraron, cerrando la puerta.

—¿Ves? Por cosas como estas es que no confío en- —las prendas cayeron al suelo cuando los labios de Park se estamparon en los suyos.

Luego, los besos bajaron hasta su cuello.

—Dime... —susurró el mayor sobre su piel. —¿Logré ponértela dura en algún momento?

—Q-qué... —sus ojos intentaron reflejar molestia, pero ahora mismo su cuerpo se sentía caliente y débil.

Jongseong bajó la vista. —Conque esa es mi respuesta, ¿eh? —sonrió de lado al ver un tímido bulto entre las piernas del menor. —... Jungwon...

—¿M-mh? —le miró, cubriendo su rostro con el dorso de una mano. Se sentía avergonzado.

—¿Puedo tocarte? Prometo que me detendré si no te gusta. —apartó ligeramente su mano para poder verlo.

Y Won se quedó en silencio. Era la primera vez que experimentaba esa clase de sensaciones. Tenía miedo y a la vez, le intrigaba. ¿Cómo se sentía el placer? Una parte de él se resistía a caer, y la otra quería averiguarlo lo antes posible.

Varios segundos de batalla interna precedieron a su respuesta.

—... E-está bien... Pero solo un poco. —recalcó