𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝙏𝙄𝙈𝙄𝘿𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

Dedo húmedo

—Parece que ya no estudias tanto como antes, ¿no? ¿Estás empezando a ponerme más atención? —Jongseong jugaba con los dedos del menor, sentados uno al lado del otro en las mesas al final del salón.

—Uh, no lo sé, creo que me siento bastante preparado, es todo... —murmuró con la vista en la mesa. Ese simple contacto de su mano le provocaba una sensación rara en el estómago que no estaba ahí antes.

—Eres un chico listo. Te irá bien. —sonrió dejando un pequeño beso en su sien, causándole un leve sonrojo.

—Eres bastante... dulce a comparación de como luces. —comentó intentando alejar el color de sus mejillas.

—Es verdad. Me veo realmente varonil, ¿cierto? —sonrió de lado jalando su mano para acercarlo un poco, haciéndole perder ligeramente el equilibrio en su asiento.

—¿Qué estás haciendo?

—Nadie nos está viendo ahora. ¿Crees que pueda morder tus orejas?

—¿Qué? ¡Claro que no! —un nuevo golpe de calor azotó sus mejillas.

—¿El cuello? —Yang se cubrió con la otra mano, negando frenéticamente. —Entonces... —miró la mano que tenía entre la suya y, con una sonrisa traviesa, la llevó a su boca para morder un dedo.

—No... ¡J-Jongseong! —se mordió el labio inferior para evitar hacer ruidos extraños. La lengua del mayor le acariciaba la yema del dedo y, aunque no quisiera admitirlo, aquella vista era realmente seductora. —D-detente...

—No. Creo que me gustas incluso más cuando te sonrojas. —explicó, y lamió lentamente su dedo una vez más, mientras el castaño cubría su rostro con el antebrazo.

Park entonces sujetó su brazo con suavidad y lo apartó para dejar un pequeño besito en su nariz.

—Te ves muy bonito ahora.

—¡C-cállate! —volvió a acomodarse en su asiento y miró por la ventana para que el mayor no pudiera verle a punto de explotar de vergüenza.

Su dedo húmedo aún podía sentir aquella ardiente lengua.