𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝙏𝙄𝙈𝙄𝘿𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉

Flash

—Tus notas de ciencias mejoraron estas semanas, Jong. —comentó el menor, resolviendo algunos ejercicios de matemáticas en su pupitre mientras el contrario le acompañaba, sentado en la mesa de adelante y apoyando sus brazos en el respaldo para poder verlo de frente.

Estaban en medio del recreo de almuerzo, así que eran los únicos en el salón.

—Parece que así es. —encogió los hombros. —Los apuntes que me das me ayudan mucho más que las... "clases" que me daba la señorita Lee. —rodó los ojos sonriendo de lado.

—Me siento aliviado de que hayas convencido a tu madre de despedirla. —dejó el lápiz de lado y se apoyó en una mano para ver a su novio por un momento.

—No fue tan difícil. Además tú eres mucho mejor maestro. —lo despeinó un poco, logrando sonrojarle.

—A este paso, creo que podrías tener mejores notas que yo en los finales. —volvió a acomodar su cabello con una pequeña sonrisa.

—No lo creo.

—Pero se te da realmente bien, es solo cosa de que estudies un poco.

—Prefiero salir contigo. Podríamos ir a ver libros esta tarde. —alzó las cejas.

—Pero-... —Jungwon se quedó en silencio. —... En realidad, me gusta la idea... —murmuró volviendo a resolver los ejercicios que tenía pendientes.

Quería ayudarle a Park a estudiar para que no tuviera problemas con su madre, pero aquel panorama se le hacía irresistible, más aún si iba con él.

—Entonces está decidido. —se levantó, quitándole el lápiz de la mano, y le jaló suavemente de la corbata para atraerlo a su rostro. —A propósito... no te esfuerces tanto, Yang. —susurró con aquella voz ronca que derretía al más pequeño. —Salir de vez en cuando te hace bien. Además, disfrutas mucho más yendo a una librería conmigo que estudiando matemáticas encerrado en tu cuarto, ¿no es así? —sonrió de lado.

—E-es verdad. —desvió la vista, pasando saliva.

—Entonces, ¿prometes no sobreexigirte este último mes?

—Lo... prometo. —susurró, y de inmediato los labios del pelinegro chocaron con los suyos en un beso profundo.

—... ¡Flash! —una cámara parpadeó silenciosamente desde la puerta.