Medidas Drásticas

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—Jungwon... ¿Puedo entrar? —el pelinegro tocó la puerta entreabierta.

—Ah... c-claro. —murmuró con un leve sonrojo, sumergiéndose hasta los hombros para que la espuma cubriera su desnudez.

—De acuerdo. —el mayor entró y se arrodilló junto a la bañera, apoyando los antebrazos en el borde, y luego su mentón. —... ¿Estás más calmado?

—Sí... Heeseung hyung tenía razón; el agua caliente es muy relajante. —sonrió levemente, abrazando sus piernas.

Hubo un pequeño silencio.

—¿Cómo estás tú?

—Tan bien como tú lo estés. —susurró. —No me importa lo que pase conmigo, mientras tú estés bien.

—Jongseong...

—Estaba pensando que mañana temprano deberíamos ir a tu casa a hablar con tu padre. Si vamos a enfrentarlo, debe ser estando juntos, ¿no? —le dio una pequeña sonrisa.

Y el menor se irguió ligeramente para esconder su carita sonriente en el cuello de su novio.

—Gracias... No sabes cuánto te quiero. —susurró entre risitas.

—¿De verdad? Pues abrázame fuerte. No me importa quedar empapado. —ambos rieron cuando de pronto el pelinegro se aferró repentinamente, salpicando agua por todas partes.

Sí. Estaban juntos en esto. Hasta el final.

Al día siguiente, sin embargo, no era un escenario precisamente alegre el que les esperaba.

—¿Estás listo? —se miraron, apretando sus manos entrelazadas.

El pequeño Yang suspiró largamente. —... Lo estoy. —asintió, y tragándose los titubeos, tocaron la puerta.

Pocos segundos pasaron entre aquello, la puerta abriéndose, y la pesada bofetada que recibió el castaño.

Recuperando el equilibrio con ayuda del mayor, levantó la vista, completamente aturdido.

—¡Yang Jungwon! ¡¿Qué demonios significa todo el escándalo que está armando la prensa?! ¡Todos hablan sobre ti y este... gay exhibicionista! —rugió apuntándoles, rojo de la ira, sus venas casi cobrando vida propia en su frente y cuello.

—¡Señor Yang! Por favor cálmese, juro que puedo explicar todo si me lo permite. —Jongseong se interpuso, mostrando sus palmas a la altura de su pecho en son de paz.

Definitivamente, nada estaba saliendo como lo habían pensado.

Era tiempo de tomar medidas drásticas.

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quiero,,,,,, gRITAR

𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝙏𝙄𝙈𝙄𝘿𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora