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CAPÍTULO 9

NARRADOR

Pasó al rededor de media hora y Rosé por fin daba señales de despertarse, se revolvió un poco entre las sábanas y al recordar en donde estaba se sobresaltó, podía sentir la mirada hostigante de Lisa y Jennie sobre ella.

—Le avisaré a los jefes que ha despertado. —dijo Lisa saliendo de la habitación, Jennie asintió acercándose a Rosé con curiosidad, la mirada de la chica nunca reflejaba amistad y eso hacía temer a Rosé, pero no se dejaba intimidar.

—¿Se te ofrece algo? —preguntó Rosé intentando levantarse de la cama y Jennie con su dedo índice en el hombro de la chica la empujó levemente haciendo que volviera a sentarse.

—Así que tu eres la dichosa Rosseane Park... —la tomó por el mentón y empezó a mirar su rostro, después la soltó sin más. —Pensé que serías más....especial —sonrió dándose la vuelta y se apoyó sobre la mesa de noche.

—Lo siento si te decepcione al no ser "especial", pero no suelo complacer a otras personas y ¿a qué te refieres con "dichosa"? —contestó de manera cortante.

—Rosseane Park, la chica intocable de está mafia. —soltó sin tanta importancia confundiendo a Rosé.

—No comprendo. —Jennie rodó los ojos. —Lo siento, pero sé más específica.

—Suho siempre nos a dado instrucciones muy claras de ni siquiera pensar en lastimarte si no queremos morir. —Rosé la miró sorprendida, no sabía como sentirse al respecto, Jennie la tomó por los hombros y la miró a los ojos. —Mira, odio meterme en asuntos familiares, pero Suho no es tan malo como crees, siempre trató de protegerte y nosotros somos testigos de todo el dolor que también ha sufrido.

—¿Te acuestas con él? —Jennie hizo una cara de asco y se alejó de ella.

—¡¿Qué?! No, oye niña, tengo buenos gustos, no me condenaría de esa manera.

—Lo siento, ni yo solía defenderlo tanto, además ya está hecho, él nos hizo sufrir porque quiso, nadie lo obligó a irse. —Rosé se miraba molesta nuevamente y Jennie se quedo callada, definitivamente Rosé no sabía lo que realmente había ocurrido ese día y le han mentido.

Un pequeño silencio se apoderó de esa habitación pero fue interrumpido por Chanyeol y Lisa quienes entraban con una bandeja de comida.

—Por fin despertó la bella durmiente. —exclamó Chanyeol yendo al lado de Rosé, Jennie para darles su espacio se dirigió al extremo de la cama, Lisa colocó la bandeja en la mesa de noche y fue al lado de Jennie. —Par de chismosas, déjennos un momento a solas por favor. —ordenó Chanyeol sonriendo mientras señalaba la puerta.

—¿Chismosas? —cuestionó Lisa saliendo lentamente de la habitación.

—Ya me enteré de lo que le contaron a alguien. —dijo Chanyeol, ellas dos no dijeron más y salieron de la habitación apresurando su paso, Chanyeol sonrió y Rosé empezó a cuestionar esa amistad.

—Todos aquí parecen llevarse bien. —intento levantarse nuevamente y Chanyeol la volvió a sentar de la misma manera en como lo había hecho Jennie anteriormente.

—Así tiene que ser. —tomó un pequeño tazón de comida y se lo dio a Rosé. —Lo siento pequeña, pero tengo que asegurarme de que comas, órdenes de tu hermano.

—No tengo hambre, gracias. —le devolvió el tazón. —Me tengo que ir a casa. —se levantó y Chanyeol la tomó del brazo.

—No puedes hacer eso, creí que lo habías entendido.

—Pero debo, me están esperando en casa y será peor sin una buena excusa. —Chanyeol la soltó un poco decepcionado.

—Jimin ¿cierto? —Rosé asintió. —La verdad no sé que ves en él, lo conozco bien y sé que no es un buen tipo. —Rosé sonrió irónicamente.