CAPÍTULO 26

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NARRADOR

Al día siguiente Jisoo estaba en su habitación acomodando su ropa en la maleta, Junmyeon entró y al verla confirmó que había estropeado todo con ella, se acercó y la abrazó por detrás, Jisoo no reaccionó ni mostró ninguna emoción y continuó guardando más ropa.

—Ella ya se fue, de hecho se fue desde anoche. —le dijo y le dio un beso en su hombro que estaba descubierto por el vestido que llevaba.

—Me alegra escuchar eso. —contestó sin tanto interés.

—Entonces deja de guardar tu ropa. —quito una de sus manos de la cintura de Jisoo y detuvo sus manos que seguían con la ropa.

—Te dije que hablaba en serio. —Jisoo soltó la prenda y habló sobre su hombro. —Y lo voy a hacer, mi manager llega en 10 minutos. —se separó de él yendo hacia el tocador, se sentó y terminó de maquillarse.

—Cariño... —Jisoo lo interrumpió porque sabía que solo intentaría detenerla.

—Quiero hacerlo Jun. —lo miró dejando la brocha a un lado. —Tal vez así puedas estar seguro de tus sentimientos, además quiero un respiro de todo esto.

—Estoy seguro de que te amo. —se acercó a ella.

—Aún así lo haré. —continúo maquillándose y Junmyeon se dió por vencido, solo le quedaba aceptar la realidad.

—Esta bien, pero prométeme que te cuidaras. —la tomó del mentón para mirarse.

—Lo prometo. —una pequeña sonrisa se formó en sus labios la cual derritió el corazón de Junmyeon.

—No te enamores de nadie más o te haré regresar

—No lo haré. —Junmyeon sonrió satisfecho y la beso, colocó su otra mano sobre su mejilla haciendo pequeñas caricias.

—Puedes despedirte de mi en 10 minutos. —susurro sobre sus labios, pero Jisoo le dió un leve golpe en el pecho mientras reía

—Perdiste tu oportunidad, así aprenderás a valorarme. —se separó de él y prosiguió nuevamente con su maquillaje.

—¿Podré visitarte? —le preguntó recargado en el tocador mientras la observaba maquillarse.

—No, yo volveré a buscarte si es que así lo quiero. —contestó y él la miró sorprendió.

—¿Así de cruel eres? —Jisoo rio asintiendo, él no tuvo de otra más que tomarlo con gracia.

—Se me hará tarde, mejor termina de hacer mi maleta y deja de verme. —le ordenó bromeando, pero él asintió como un soldado e hizo su maleta.

Jisoo lo miraba por el espejo y se dió cuenta que esa era la única manera de hacerlo valorar las cosas, quitándoselo, así comenzó a valorar un poco más a Rosé o al menos pensaba dos veces antes de hacer algo, Jisoo tenía la esperanza de que cuando ella volviera él la tratara mejor o al menos que se diera cuenta de lo que perdió, pero de una cosa estaba segura, no volvería a dejar que él la hiciera sentir mal.

[•••]

El sol ya estaba empezando a alumbrar la habitación y Rosé ya estaba despierta con su mirada perdida en la nada, sus lágrimas se habían secado en su rostro al quedarse dormida, su nariz y mejillas tenían un peculiar color rojo y ella seguía abrazando la almohada para sentir un poco de afecto que evidentemente nadie le había dado.

No tenía ganas de levantarse, no quería enfrentar la realidad, no quería ver a nadie mucho menos a Junmyeon y a Chanyeol, preferiría quedarse en su cuarto encerrándose en su propio mundo o al menos ahí nadie la lastimaría más.

𝕃𝔸 𝕍𝔼ℝ𝔻𝔸𝔻 𝕐 𝕃𝔸 𝕄𝔼ℕ𝕋𝕀ℝ𝔸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora